≻─⋆✩⋆ ─≺ Capítulo 5 ≻─⋆✩⋆─≺

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«La forma más simple de conseguir las joyas era preguntándole a la chica. Era obvio que Marinette debía saber cuándo dar diamantes en lugar de otras joyas, ¿no? Aun si no podía evitarlo, debía saber qué influía en su habilidad, ¿cierto? »

Desafortunadamente, preguntarle a Marinette no ayudó a Adrien en nada porque la chica era terca. Marinette se negaba a hablar con él, su rostro estaba lleno de lágrimas, pero sus labios estaban cerrados, sin dejar salir ningún sonido. Adrien ni siquiera estaba amenazándole, pero había lágrimas cayendo antes de convertirse en gemas a mitad de camino.

Esta vez lucían marrones y grises, tan oscuras que casi parecían negras. Eran horribles y Adrien estaba seguro que tenían incluso menos valor que las que Marinette había dado hasta ahora.

«¿Por qué las gemas no eran rojas como las que había producido hasta ahora? »

Con un suspiro Adrien repasó la lista de posibles factores que pudieran influenciar la calidad de las joyas.

«No podía ser la comida, ya que Marinette había sido alimentada con diferentes comidas cada día. Lila misma había ordenado que Marinette comiera bien, y si la chica no comía, entonces le obligaban a hacerlo. Tres comidas al día y suficiente agua para tenerla hidratada. Así que si no era la comida, ¿entonces qué era? ¿Podría ser el método empleado para hacerle llorar? ¿Era la razón por la que Marinette lloraba? »

Eso era lo único que Adrien podía pensar, aparte de la condición de la chica.

«Si no era por algo físico, entonces debía ser algo mental. »

Para confirmar su conclusión, envió a dos de sus hombres a ocuparse de Marinette mientras era vigilada desde afuera – solo para confirmar su teoría.

Era tan cruel como la última vez. Adrien quería apartar la mirada, pero no podía. Tenía que observar, tratar de saber cuál era la diferencia entre las lágrimas que Marinette dejaba caer frente a él y las que dejaba caer frente a otros.

En nada, esos hombres hicieron que Marinette llorara. Esas lágrimas que convirtieron en joyas rojizas, algunas con manchas negras y grises.

«Entonces, tenía que ver con quién le hacía llorar. ¿O quizá con cómo le hacían llorar? ¿El lugar que golpeaban? »

Adrien siguió observando, y a pesar de que la razón era obvia, necesitaba algo de tiempo para averiguarlo.

Y entonces, cuando miró a los ojos de Marinette, caló en él.

La mirada de la chica era diferente. Cuando ella veía a esos hombres, la chica no mostraba ninguna expresión, excepto el dolor físico que venía con cada golpe y cada patada.

Pero con Adrien, había esta mirada de miedo y terror.

«¿Pero por qué? »

Adrien nunca le había puesto una mano encima. Él no era el que le llenaba la piel de cardenales. Él solo secuestró a Marinette, nunca la había golpeado.

Sabiendo – o al menos sospechando – la razón de la obvia diferencia en color y calidad de las gemas, llamó a aquellos hombres – no necesitaba que lastimaran más a la chica – y fue a la oficina de Lila para reportar sus observaciones y explicar su conclusión.

Encontró a Alya ahí sentada – Alya había estado frecuentando los cuarteles muy seguido estos días, en especial la habitación del jefe – teniendo acaloradas discusiones con Lila. Adrien no les prestaba atención y si lo hacía, fingía que nunca lo había escuchado. Oído selectivo. No había necesidad de recordar todo si era información no deseada.

—Adrien, —dijo Lila con rostro inexpresivo. Alya también tenía una expresión neutral, aunque Adrien podía sentirla revolverse bajo la calma exterior.

—Vine a reportar lo de Marinette Dupain-Cheng. Estoy seguro que es sobre el método usado en ella. Tiene una expresión diferente cuando me da esas joyas oscuras en lugar de las rojas. Parece que produce las oscuras cuando tiene miedo y las rojas cuando siente dolor.

—¡Ves! —Alya dijo. —¡Te dije que lastimarla no era la forma correcta! Deja que trabaje con nosotros bajo su propia voluntad y nos dará lo que queremos.

—Cállate, —Lila siseó y se puso de pie. Hubo una pequeña sonrisa en su rostro, y ahora lucía como una madre orgullosa. Adrien odiaba esa mirada, odiaba lo mucho que le recordaba a su padre, cuánto era que le recordaba su pasado – esforzándose tanto solo para recibir un pequeño halago y la orden de seguir.

—Adrien, creo que deberías seguir trabajando con el caso. Averigua cuándo es que nuestra preciada chica se convierte en la chica Diamond Tears. Nadie más debe intervenir.

—¿Alya no es mejor para ese trabajo? —Adrien preguntó, mirando a la otra chica en la habitación. Ahora mismo Marinette le tenía miedo a Adrien, y estaba seguro que la chica no tenía ningún sentimiento negativo hacia Alya, quien era buena hablando y que además, lucía amable. Había una razón por la cual Alya era la informante principal y no una asesina, y esas eran sus habilidades con las personas. Sin mencionar que Adrien era de temperamento corto a veces. Si perdía la paciencia y le gritaba a la chica, todo el progreso – si es que había alguno – se habría ido.

—Podría hacer eso. —Alya dijo con una sonrisa. —Podría hacerle hablar y sentir calmada. Puedo convencerla de que trabaje con y para nosotros.

—No, —dijo la fría voz de Lila. —Le dije a Adrien que trabajara en esto, así que Adrien lo hará. ¿Ambos están cuestionando mi autoridad?

—Claro que no, —Adrien respondió rápidamente. Hizo una reverencia y miró a Alya, inseguro de qué hacer para aminorar la tensión.

«Algo debía estar pasando entre las dos, y lo más probable era que no fuera una pelea solo por trabajo. »

—Me iré, entonces. —Musitó cuando no hubo respuesta, y salió de la habitación dejándolas para que terminen su discusión.

Continuará...

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Lo dejó y me vooooy~
Disfrutenlo~

Besitos de murciélago para todos 💀💋❤🤘🏻

Diamon Tears (Adrinette)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora