III

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El día había llegado.

El nuevo departamento estaba totalmente repleto con cajas de mudanza con las pertenencias de la joven pareja.

Iba a ser difícil poner todo en orden rápido, pero tenían tiempo suficiente para desempacar y hacer de este nuevo lugar su hogar.

Daphne y Dahlia planeaban mudarse juntas desde la graduación, y aunque tomó su tiempo que sucediera, habían encontrado este lugar cerca de la universidad de Daphne y el trabajo de Dahlia. Era un apartamento suficientemente cómodo para ambas, hasta contaba con un pequeño estudio para Daphne, que se encontraba estudiando medicina.

El edificio y el área eran bastante bonitos, a las dos les gustaba dar paseos en la tarde por el parque que estaba cerca, o ir a la cafetería junto al lago para simplemente disfrutar de la compañía de la otra.

—Realmente no puedo explicarte lo feliz que estoy ahora —Dahlia habló, observando todo el lugar después de dejar en el piso la última caja. Su cabello negro y alborotado le llegaba a la mitad del cuello, lo había recogido en una media cola para más comodidad.

Daphne se acercó a ella, con una taza de café fuerte, el favorito de Dahlia desde que la madre de su novia le había enseñado cómo preparar.

—No tienes que explicarlo, me siento totalmente igual.

Se miraron un momento con dulzura, Dahlia la tomó por la cintura suavemente, mientras Daphne pasaba sus brazos por los hombros de la pelinegra, acariciando un poco su cuello.

Se dieron un pequeño beso, que fue interrumpido por el sonido del timbre.

Dahlia arrugó la cara.

—Siempre tienen que llegar en estos momentos —Farfulló mientras se dirigía a la puerta, Daphne solo se rio.

Clarisse y Sarah entraron cargando bolsas con comida y bebidas.

—Ya puede empezar la fiesta —Dijo Sarah con alegría mientras iba lanzada hacia los brazos de Daphne.

—¿Una fiesta de cuatro personas? —Se burló Clarisse, ayudando a poner las compras en orden.

Sarah solo le sacó la lengua como respuesta.

Daphne y Clarisse prepararon unos improvisados fideos para cenar, todas se reunieron en círculo en un espacio libre de la sala.

—Es un hermoso lugar chicas, estoy muy feliz por ustedes —Dijo Sarah, observando con más detalle el lugar.

—Sí, tuvimos suerte de encontrarlo —Dahlia se acomodó más, recostándose de los muslos de su novia para descansar un poco, Daphne le acariciaba el cabello.

Las chicas bebieron y conversaron hasta altas horas de la noche, celebrando la nueva vida de la pareja y todos los momentos bonitos que estaban por llegar. Sarah y Clarisse se quedaron dormidas acurrucadas en el espacio disponible de la sala, algo ebrias.

Dahlia aprovechó para tomar una foto, serviría para molestar a la rubia más adelante, mientras Daphne limpiaba un poco el pequeño desastre.

Mañana sería un día largo, pero al final había valido la pena, todo el proceso, el tiempo que habían pasado juntas, las personas que estaban a su lado, la vida que habían construido y que apenas estaba comenzando, esos pensamientos la hacían sentir nerviosa y extremadamente feliz al mismo tiempo. Dahlia observó a Daphne por un momento, y aunque ya habían pasado años juntas, seguían sintiendo esas mariposas en el estómago cada vez que sus miradas se cruzaban.

—Descansemos un poco —Tendió su mano, Daphne la tomó para que luego la pelinegra dejara un pequeño beso, justo donde se encontraba un anillo.

Gardenias (Girls love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora