Único

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Sunoo rascó sus ojitos y se sentó en la cama, chequeando el celular que se encontraba anteriormente en su mesita de noche

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Sunoo rascó sus ojitos y se sentó en la cama, chequeando el celular que se encontraba anteriormente en su mesita de noche. Eran las dos de la madrugada, y no había podido pegar ojo en todo ese rato. Estaba empezando a cansarse de no poder dormir como se debía, y también estaba cansado de buscar diferentes formas de conciliar el sueño por Internet.

Desde la forma más tradicional, que era tomar algo calientito como una infusión o un simple chocolate caliente —que era lo que había optado Kim esta vez—, hasta llegar a leer libros e incluso pensado en la posibilidad de tomar pastillas para dormir, el menor juraba que había intentado de todo para poder conciliar el sueño. Desde hace días que estaba teniendo problemas con eso.

Deseaba poder dormir así de sencillo como lo estaba haciendo su novio Ni-ki a su lado en ese momento. Su profunda y relajada respiración que acompañaba de unos pequeños y tiernos ronquidos derretían el blando corazón de Kim. Los cabellos rubios y revueltos de Nishimura, su boquita entreabierta y murmurando entre sueños solo hacía que Sunoo sintiese paz al ver a su novio así. Sabía lo estresado que el mayor se encontraba; pasó altas horas de la noche días atrás haciendo un trabajo que dependía de su nota, y ahora era su momento de poder descansar. Sunoo también quería descansar, pero por el insomnio, no podía.

Tenía una posible solución, y ocuparía una segunda mano para aquello, pero si era sincero, no quería irrumpir el sueño de su chico. Ni-ki despertaba con un mal temperamento en algunas ocasiones, lo que causaba que, tratase feo al menor sin ninguna intención. Ya cuando se daba cuenta de que Kim estaba al borde del llanto —porque Sunoo siempre fue alguien muy sensible—, procuraba llenarle su pequeño rostro de besos y susurrarle lo mucho que lo amaba y que no lo merecía en absoluto.

Con algo de duda, movió el brazo de Nishimura un poco, dando leves caricias y volviendo a repetir, a ver si había alguna reacción por parte de su novio. Un gruñido salió, y luego de varios minutos de realizar la misma acción, Ni-ki abrió los ojos y frunció su ceño por completo.— ¿Qué pasa? ¿Qué hora es?— preguntó viendo a su alrededor, rascando su ojito derecho seguido de un gran bostezo.

— Son las dos y diez de la madrugada y no puedo dormir.— Prefirió ser directo. Si hablabas con Ni-ki, tenía que ser al grano y no dar muchas vueltas. El rubio no contaba con mucha paciencia.

Ni-ki resopló.— Solo cierra tus ojos y ya.— fue lo último que dijo antes de darle la espalda a su novio, que hizo un puchero y refunfuñó. No sabía ni para qué se molestaba si era obvio que Ni-ki iba a rechazar la oferta sin siquiera ofrecérsela.

— ¡Pero-...!— soltó un suspiro cansado cuando escuchó los falsos ronquidos de su novio. Sunoo quería pegarle solo por eso.— ¿No puedes hacerme un pequeñito favor, Kinnie?

Ni-ki volteó a ver a su novio.— Depende... Y si es algo que requiera tener que levantarme de la cama, no lo haré—...

— Hyung, ¿podrías cantarme algo?

⸺ Insomnio 𖤐 SunkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora