Ⓐⓝⓖⓔⓛ {Tommy Shelby}

Capítulo 8

Habían pasado tres días desde las carreras, todos en la familia Shelby sabían lo que había pasado con Megan y Thomas, se habían enojado mucho con él, incluso John lo había golpeado. La relación entre la mujer y el gánster no iba bien. Megan lo ignoraba, le hablaba sólo si involucraba trabajo y era de manera directa y áspera, cada oportunidad de alejarse de él la tomaba. Por otro lado la nueva relación que la castaña estaba formando con el joven Nichocas iba de lo mejor; estaban juntos todo el tiempo que podían, caminaban por la ciudad, tomaban el té, el chico la acompañaba a su casa todos los días, él estaba encantado con la idea de ser allegado a la "señorita Jones", quien era algo prohibido y casi inalcanzable para los hombres que trabajaban en la compañía Shelby, pero ella le dio permiso y eso lo hacía sentir muy bien.

El que no estaba para nada a gusto era Thomas. ¿Por qué demonios Megan de pronto era tan cercana al Peaky Blinder? Se sentía molesto cada vez que los veía y aún más sabiendo que la mujer no le prestaba atención, no le hablaba y muy probablemente lo odiase. Estaba molesto consigo mismo por haber sido tan idiota y haberla puesto en peligro, cosa que prometió jamás hacer. Le dolía, vaya que si le dolía sentirla tan fría y alejada de él. Extrañaba a Megan, escuchar su voz haciéndole preguntas y verla sonreír. Pero lo aceptaba, merecía ese castigo, la trató mal y dañó su orgullo y confianza.

Ese día John había convocado una reunión familiar en el Garrison para comunicar algo importante. Jones y el joven Shelby se encontraban charlando tranquilos cuando la sala de los Peaky Blinders comenzó a llenarse de los integrantes de la familia. Arthur, Polly y Thomas.

-John, hay un solo hombre vigilando la casa ¿Cuál es el problema? -habló Thomas parado detras del chico quedando de frente a Megan.

-Muy bien Polly -carraspeó nervioso -tu sabes cómo ha sido desde que Martha murió.

-Dios se lleva a los mejores primero -le dijo ella tocando la mano de su sobrino.

-La verdad es que mis hijos me están volviendo completamente loco -dijo entre dientes, estaba cansado -Corren descalzos con los perros a todas horas.

-Polly dale diez chelines para zapatos ¿es todo John? -cortó Tommy.

-Sería mejor si te largas y dejas que tu hermano hable tranquilo -Megan soltó con brusquedad ante la indiferencia y caras que Thomas hacía al escuchar al chico hablar de sus problemas. 

Ahí estaba una vez más Megan sin tolerarlo, Tom suspiró y guardó silencio.

-Ve al grano John -le dijo Polly comprensiva.

-Los niños necesitan -miró a Meg en busca de fuerza y ella asintió -una madre y por eso voy a casarme -todos estaban extrañados.

-¿La pobre chica lo sabe que se van a casar o vas a anunciárselo de pronto? -preguntó su tía.

-Ya se lo propuse y dijo que si -John jugaba con sus manos nervioso.

-Creo que estamos presenciando una bomba que va a explotar -bromeó Tom prendiendo un cigarrillo.

-Es...Lizzie Stark -dijo y todos rieron y Megan quedó boquiabierta.

No tenía nada en contra de Lizzie, parecía una buena mujer, al menos a la distancia pero... era una prostituta después de todo. Megan sólo quería lo mejor para John y sus hijos y no sabía que tan buena podía ser esa mujer como esposa fiel y madre responsable. Tal vez lo sería pero se le hacía algo complicado confiar en que no engañaría a su amigo. La mujer seguía dando sus servicios y lo sabía por la noche anterior la había visto con un hombre al que no conocía.

Polly se burló y John se enojó, no quería que dijeran la palabra, esa palabra con la que se describe a una mujer con la profesión de Lizzie. Tommy lo siguió provocando mientras que Arthur se reía al igual que Polly, John amenazó con ...básicamente matar al que volviera a llamar ramera a la mujer. Cuando se calmó pidió la bendición de Tommy y casi le rogó que la dejara entrar a la familia pero ellos solo seguían burlándose.