Es un gusto que ustedes se interesen por conocer mi historia, tan solo hace de esto unos 20 años unos 20 años que a día de hoy no consigo superar...
Sabrán ustedes que a lo largo de mi vida, no todo fue tan fácil como lo es hoy es por eso que hoy sentada en mi sofá y con mi portátil voy a contar la historia de mi pasado y de como hoy soy una mujer adinerada y exitosa, pero, todo no fue en un principio así, nada en la vida es color de rosa y en mi vida tuvieron que pasar 3 años tormentosos para que la vida se me viera en rosa.
Todo empezó el día 12 de diciembre del año 2000, ese día, un gris y fatídico día en el que perdí a mi querido padre ahí fue cuando mi vida dio un giro de 180 º y la vida de princesa que me daba mi padre se acabo. Fuel el día del velorio cuando la mujer con la que se había casado mi padre, Izaura una mujer de unos 40 años en ese entonces a la que mi padre tuvo por esposa desde que mi hermosa madre falleció.
Ese mismo día la impertinente de Izaura, que no espero que yo superará el duelo de perder a mi padre me fue diciendo muy horonda : -Ay chula, yo no te lo quiero decir por mal, pero tu papá no nos dejo ni un solo centavo, su pensión no nos alcanzaba antes y mucho menos ahora que hay que pagar sepelio, enterrador y café para los mirones. Yo creo que ya va siendo hora de que dejes de vivir en tu nube de princesita y te metas a trabajar, porque el pan y los frijoles para comer hay que ganárselos, así que piénsatelo linda.
Yo como una boba, empecé a trabajar en un viejo motel del pueblo de Morelos, este motelito era regentado por la señora Betina quien no hacía nada más que explotarme y como cumplido siempre me decía lo linda que era por trabajar para ella, aunque la señora Betina no era el mayor de los problemas, resulta que la vieja Betina estaba casada con el señor Argemiro Pantoja que mantenía mucho tiempo de viaje, pues en el pueblo decían los habitantes del pueblo, el señor Argemiro era comerciante, pero las malas lenguas decían que se iba a la frontera con Estados Unidos a pasar polvo blanco que fabricaban en Colombia.
El señor Argemiro cuando me vio trabajando en su motel, ya me había echado el ojo, era un señor con una mirada de depravado que por donde pasaba dejaba un olor fuerte a tabaco, pues siempre mantenía con un habano en su boca que mascaba y fumaba tanto que los dientes se le veían negros como bebiera petróleo. Los días iban muy bien, yo trabajaba y llegaba muerta a la casa, donde Izaura me tenía un plato de lo que fuera...
Le comentaba a Izaura sobre el señor Argemiro, y de como me miraba, obviamente yo sabía que de las mujeres jóvenes de Morelos yo era una de las más bellas, piel morena color caramelo tentación, ojos verdes como las esmeraldas y un cabello negro y largo como la noche, siempre tuve un físico fabuloso y no era de matarme a dietas, solo comía sano y no le metía tanta azúcar a mi cuerpo. Más de un hombre ponía en mi sus ojos pero yo no les daba importancia, pues nunca nadie del pueblo me había atraído.
Izaura me decía que no le pusiera cuidado y que lo ignorara, y así no me metería en problemas con la señora Betina que era la que ahora me estaba dando de trabajar, yo obviamente no tenía ninguna intención con ese señor, verlo ya me producía sensación de asco.
Empezó a quererme pretender a espaldas de la señora Benigna, prometiéndome lujos y detalles que jamás una joven de mi edad hubiese visto. Aunque yo siempre me negaba por respeto a la que en su momento fuera mi patrona, me daban ganas de quererme ir y dejar ese trabajo para no ver a ese señor nunca más. Pero no pasó ni un día en que la oportunista de Izaura se aprovechara de la situación de acoso a la que me sometía Don Federico.
Según el tendero del colmado la "Chancha" un día Izaura se encontró con el marido de mi patrona y llegaron a un acuerdo que después contaré. Resulta que la malvada de la Izaura le prometió a ese asqueroso hombre mi virginidad a cambio de 5 millones de nuevos pesos, cosa que para ese hombre era muy fácil sacar pues con su trabajo misterioso de comerciante en el extranjero no le costaba nada. Una mañana la señora Benigna llegó a mi casa con el pretexto de que tenía que hacer horas nocturnas en el hotel pues llegaban unos clientes a las horas de la noche y yo me tenía que encargar de atenderlos, como trabajadora me tocó acatar la orden, pero por dentro me provocaba decirle a la señora que no podía porque me quería quedar en mi casa.
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El pecado de amarte
RomanceToda la vida vivió injurias y calumnias hacia su persona, todo por malos entendidos y por las artimañas de su interesada madrastra. Nos vamos a envolver en una historia de amor, odio, locura, envidia, peligro y desdicha, ¿Cuál fue el pecado de Eleon...