-Alfa.- leves movimientos lo despertaban, los pequeños golpecitos de su pareja en el nido.- Alfa despierta, quiero chocolate con sandía.-
-Hinata son las dos de la mañana.-el alfa abrió uno de sus parpados para mirarlo. El puchero del omega no tardó en mostrarse en su rostro adormilado.
-Son tus cachorros alfa, no paran de moverse porque quieren comer.- El omega sabía que al mencionar a sus bebés el alfa no podía negarse, y por ello los mencionaba. Lo tenía comiendo de la palma de su mano. Pero esto era demasiado ¿no se iba a indigestar comiendo esos dos alimentos tan contrarios? Aunque el rápido pensamiento desapareció, cuando recordó a su pareja comiendo un yogurt con aceite esta mañana.
-¿Dónde voy a encontrar una sandía ahora?- gruñó reincorporándose a poco a poco de su nido.
-Hay en la nevera.- Si, desde luego Hinata solo quería volverle loco, tampoco iba a quejarse, era su omega, y su alfa quería satisfacerle.
-Bien, pues vamos.- al levantarse colocó su ropa interior y sus pantalones. Mirando el cuerpo desnudo de su omega aún tumbado y adormilado. -¿Por qué no te levantas?- se rio levemente.
-No puedo levantarme, y estoy desnudo.- Literalmente sentía la punzada en su cadera, estar embarazado requería ciertas atenciones, unas que Kageyama no le negaba. Y no iba a negar que las disfrutaba.
-Ven aquí bebé.- Kageyama no dudó en colocarle al omega su respectiva ropa interior. Y colocarle su camisa, ya que las suyas hacía unos días que no le cabían por su vientre. Este estaba creciendo saludablemente bien.
El pelinegro salió con un lindo omega entre sus brazos abrazado a él. Agarrándolo a su cuerpo posesivamente. Las marcas rojizas en los muslos del anaranjado tardarían días en desaparecer, pero igual las llevaba con orgullo.
-¿Por qué llevas a Hinata en brazos a las dos y cuarto de la mañana?- Su tío apareció cuando entro en la cocina
-Los cachorros quieren comida- Hinata sonrió adormilado. Demasiado adorable
-¿Qué haces aquí?- Era raro ver a Taemu en la casa principal desde que se mudó con Mikan a otro lugar, supuestamente se habían puesto en marcha para traer al mundo a un hijo.
-Acaban de llegar los líderes de las cinco manadas para hablar contigo, mañana se celebrará la reunión. - El sonido del cuchillo al chocar la madera mientras cortaba los trozos de la fruta para su amante. -¿Estás mezclando chocolate con sandía?-
-No preguntes. - Con un Shoyo adormilado encima de la encimera, empezó a alimentarlo lentamente junto a pequeñas caricias que le brindaba. Taemu se mantenía impasible ante esa escena. Su sobrino era un descarado, pero tampoco iba a decirle nada, fue el quien apareció a altas horas de la mañana a avisarle. Y el no era el padre de Hinata, de ser un padre celoso no se encargaba él -Bien, mañana pueden venir a casa y hablaremos sobre lo que se hará.-
-Algunos vienen con sus parejas.- Tenía pensado estar con su luna en la reunión, así que las otras Lunas también eran bienvenidas.
-Serán bienvenidos también. -
-Está bien, nos vemos Tobio.- El alfa salió, dejando a la joven pareja de enamorados.
Shoyo comía los trozos de sandía junto al chocolate, bien complaciente con sus parpados luchando por no cerrarse cuando su alfa le alimentaba y lo besaba. Era demasiado tentador como para dormirse.
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EL FESTIVAL DE LA CAZA (KAGEHINA)
FanfictionCada año, cuando cae la primavera, luego de la temporada de apareamiento de los cambiaformas, se preparan para el festival de la caza a las puertas de la primavera, un festival otorgado por los dioses desde antaño. Un festival en el que los particip...