Prólogo

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—Papi —un poco tímida lo llamé y jalé de su abrigo.

—Dime, cariño —Se agachó hasta quedar a mi altura y me dio una sonrisa.

—¿Prometes estar siempre conmigo? —Pregunté temiendo que su respuesta fuera negativa.

—Por supuesto que sí, hasta que me muera.

—No —inflé mis cachetes molesta— yo me iré primero para que vivas más tiempo, si hubiera una forma de darte mis años de vida, lo haría.

Lo escuché carcajearse —Si eso pasa yo no podría vivir sin ti —tomó mi cachete con delicadeza.

—Oh, no sé qué podría hacer —por unos segundos trate de encontrar una solución, solté un suspiro al no saber qué responder.

—No pienses en esas cosas yo sería capaz de dar mi vida por ti

Dos días después

—Mami —estaba escondida detrás de ella agarrando una de sus piernas.

—No te preocupes cariño, no nos pasará nada malo.

—¿Nos tenemos que mudar?

—Sí.

—¿Papi vendrá con nosotras?

Mami se quedó en silencio y sus ojos se llenaron de lágrimas.

—No, él está en otro lugar.

—¿Pero después vendrá?

—No creo que eso sea posible.

Una semana después

—Este será nuestro nuevo hogar.

—Es muy lindo, es una casa más grande y bonita que la de antes, desearía que Papi estuviera con nosotras en este momento.

—Sí, de seguro le gustaría —dijo mamá con un tono dolido.

—No estés triste Mami, aún me tienes a mí.

—Síganme —una señora con un vestido negro y elegante nos guio a las que serían nuestras habitaciones.

Estaba emocionada porque la casa era grande, mi habitación sería más espaciosa y linda que la anterior, mi sonrisa se desvaneció al ver una habitación pequeña con dos camas pequeñas dentro, esas camas son más pequeñas que mi anterior cama, hay muchos cuartos ¿Por qué nos dan este? al parecer las dos dormiremos aquí. Me acerqué a la señora dispuesta a reclamarle una de las habitaciones principales pero mi Mamá me tomó del brazo y le agradeció.

Estaba muy confundida, no me gustaba para nada mi nueva habitación.

Unas semanas después

—Mami no entiendo por qué estamos aquí, esta casa es linda, pero somos parte de los empleados de servicio, no estamos disfrutando de nada, no me gusta trabajar aquí, además aquí no está mi ropa linda y mis juguetes, extraño la anterior casa.

—Tranquila, pronto saldremos de aquí e iremos a una mejor casa, solo debemos ser pacientes y esperar a que llegue tu padre.

—No me hagas reír, deberías dejar de ser tan cruel con la niña dándole falsas esperanzas, o tal vez... Solo intentas engañarte a ti.

Esa señora es mala, siempre le dice cosas horribles a Mami y se burla de ella, no podemos hacer nada porque es la señora de la casa.

—No le hagas caso a esa horrible señora, yo si te creo, Papi prometió estar siempre conmigo, pronto vendrá por nosotras.

Cuatro horas después

—Mery la señora Hoffman te necesita en el jardín.

Mami se alejó de mi lado para salir al jardín a encontrarse con la detestable señora, ya llevábamos varios días aquí y aún no era capaz de recordar todos los nombres, pronto se acabarían las vacaciones y volvería a estudiar.

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⏰ Última actualización: Jun 12 ⏰

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