anónimo

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Era una noche caliente de verano, la Luna nueva se encontraba sola en el firmamento, nada brillaba a su alrededor. Estaba aburrido,triste y mis padres no lo entendían. Las sábanas azules de una serie animada ya pasada de moda eran mi única compañía que cubriendo mi pequeño
cuerpo de 8 años me guardaban en mi cama.
–Hola ¿Estás ahí? -Una voz gruesa y ronca habló, pero no sé de dónde proviene –Debajo de tu cama
muchacho.
Me aterraba lo que estaba escuchando, tenía varias opciones, podía Gritar por ayuda, pero si
resultaba ser una pesadilla mis padres se enfadarían mucho si los volvía a despertar, llevo una semana aquí luego de la mudanza y no puedo dormir por las noches pero cuando escabullo a su cama me riñen ,sobre todo mi padre y no me dejan quedarme; la otra opción que tengo seria correr pero si me levanto lo que sea que hay debajo de mi cama me atrapará por una pierna y seria el fin de mí. ¿Qué puedo hacer? El tiempo de acción se me agota, talvez si cierro los ojos y finjo dormir solo acabe despertándome de este horrible sueño.
–David, mira debajo de tu cama–La voz seguía, cubrirme con las sábanas no serviría de nada. Me destapé y decidí mirar, lo que me parecieron horas, solo fueron unos segundos y me encontraba allí con la cabeza colgando fuera de la cama mirando al monstruo que se encontraba con los ojos rojos brillantes bien abiertos y sonriéndome con los dientes afilados amarillentos, unos colmillos que
sobresalían por los bordes de los labios, no tenía pelo , la piel estaba en carne viva de color rosado cremoso, con lunares marrones dispersos por todo el cuerpo el cual parecía el de un ser humano, lo que mucho más enclenque y alto, no sé cómo cabía debajo de mi cama talvez lo veo tan
encorvado por eso, vestía unos trapos blancos,sucios y manchados.
-–¿Qué quiere? ¿Vas a comerme? -–Me temblaba la voz, tenía miedo, como no hacerlo tragué en seco, mi única arma para no gritar y echarme a llorar era decirme a mí mismo que debía de ser valiente como esos héroes de películas o libros de aventuras que leía cuando estaba solo que eran bastantes veces
-No voy a comerte- me quedé callado esperando, pero no dijo nada más, acaso era cierto eso de no querer comerme, podría haberlo echo desde mucho antes.
–¿Tienes nombre?
–Talvez, pero no me acuerdo, me acuerdo que era abogado como mi padre
–Te acuerdas de tu trabajo y no de tu nombre? –a mí nunca se me olvidaría mi nombre, mi madre me dijo que era el de mi abuelo que había ido a la guerra y defendido a su país, estaba orgulloso de tener sangre de guerrero en mis venas.
–No sé porque no me acuerdo, solo recuerdo que mi padre quería que fuera abogado, pero yo quería ser médico, cuando era pequeño me pegaba y me encerraba sin comida y agua hasta que aceptara que mi futuro sería solo lo que él quisiera que fuera.
–Mi papá quiere que construya casas como el, pero yo quiero ser bombero , pero me da miedo el fuego por eso él dice que mi idea es ridícula pero yo que si tengo a quien salvar venceré mi miedo y me enfrentare a lo que haga falta.
–¿Cómo ahora? - es cierto ya no temblaba, creo que nunca pensé que los monstruos hablaran y
este parecía ser un señor educado y me caía bien.
–¿No vas a comerme? ¿vienes a llevarme?
–No ,vengo a llevármelo a él –con uno de sus dedos huesudos apunto al closet, me incorpore en la
cama y me dio un mareo horroroso, me imagino seria por tener la cabeza boca abajo, pero además me dio un escalofrío o desde la punta de los pies, sentí el sonido casi impespectible de una puerta abriéndose lentamente era la de mi armario de él salieron unos zapatos iguales a los que usaba mi papa para el trabajo, ahora si sale y fui avisar a mis padres pero una mano me agarro del pie, no era la del ser debajo de mi cama era la de ese hombre de aspecto normal de cuello y
corbata como mi padre ya lo había visto antes hablando en la sala de mi casa, grite al sentir como se me tiraba encima pero su mano tapo mi boca con una mano y con la otra aguantaba mis brazos por encima de mi cuerpo. El monstruo se apareció detrás del, era enorme, mediría casi dos
metros se estiro, mostro su larga lengua, cerré los ojos asustado, adopte una pose fetal mientras escuchaba como ese hombre gritaba y se quejaba del dolor, lloraba sin fuerzas. Luego de eso oscuridad.
Desperté en otro lugar, lo se las paredes eran blancas y además de las sabanas no eran azules, no olían a pino, mi mama siempre hacía que mi cama oliera bien, un murmullo sonaba a lo lejos, abrí los ojos lentamente y vi a mis padres con un doctor, alto con una sonrisa se acercó y me dijo.
–¿Qué tal David? ¿Cómo estás?
–¿Dónde estoy? –Miraba a mi madre en busca de respuestas.
–Estas en un… tipo de hospital, hay una persona que quieren hacerte unas preguntas.
–Doctor tengo miedo, no sé qué paso, yo estaba en mi cama durmiendo tuve una pesadilla y desperté aquí no se nada- comencé a llorar no entendía nada, mi madre lloraba también pero mi padre tenía cara de enfadado, apretaba sus labios formando una línea muy fina.
–No llores, alguien me dijo eras un niño muy valiente, ese hombre que estaba en tu habitación tenía un cuchillo En el abdomen clavado, está vivo, pero tiene mucho miedo, no para de temblar y de gritar por ayuda
–No sé qué paso no recuerdo bien, creo que intento hacerme daño
–¡Eso es imposible! – Intervino a gritos mi padre, no entendía porque estaba tan enfadado, mi madre lo aguantaba para evitar que se me fuera encima. – ese Hombre es un amigo de la familia, lo conozco del trabajo, estudio incluso arquitectura en la isma universidad que yo, es de confianza, se quedaba en casa varias veces cuando terminábamos los proyectos tarde, no mataría a mi hijo,
está loco.
El doctor miro serio a mi padre directo a los ojos y este se quedó callado y no dijo nada más.
David me dijeron que quieres ser bombero, los bomberos no mienten porque no me cuentas como llego ese hombre a la habitación y el cuchillo.
–Recuerdo que estaba en la cama y me hablaban debajo de mi cama, un ser no recuerdo bien pero después del closet salió un hombre vestido de traje, me miraba fijo y trato de aguantarme contra el piso mientras me tocaba entonces el monstruo apareció y lo enrosco con su larga lengua y cuerpo y no recuerdo nada mas solo que desperté aquí.
–¡VE! Esta loca es el quien debería de estar en la sala de psiquiatría.
-Señor-La voz del doctor se puso tensa y se dirigió a mi padre con voz firme y de orden– su “amigo” fue encontrado en un estado de desequilibrio total, gritaba y ahora mismo se encuentra
atado en una cama mientras dice que un monstruo alto y con dientes de tiburón trato arrastrarlo por debajo de la cama de su hijo, David solo está en estado de shock, es un niño el cual no sabemos lo que paso en manos de su tan buen amigo no está loco su cerebro está tratando de protegerse, le pediré que salga de la habitación inmediatamente.
Mi padre de malas formas salió del cuarto con mi madre a rastras, ese doctor era el único al que había visto hacer frente a mi padre.
–Gracias doctor por creerme ¿Cómo te llamas?
–Eso no importa mi nombre es tan común que de seguro se te olvidara y mi apellido complicado para un niño de 8 años, los padres tienen sus cosas, si te contara como me trataba el mío porque estudié medicina y no derecho
–¿Mi madre le conto lo de mi deseo de ser bombero?
–No fuiste tu, y déjame decirte que fuiste muy valiente y no tendrás más miedo, sabes una de las
cosas super curiosa que grita ese hombre, dice que quiere dormir en el suelo y no tener una cama.

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⏰ Última actualización: Feb 06, 2021 ⏰

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