_________________________________
¿Acaso fue un error venir aquí?
Yo amo a Seven, y cuando digo eso me refiero a todo sobre él, desde su luz hasta su sombra; pero Luciel no puede ver eso, no ve más allá de su miedo e inseguridades.
Tengo tantas ga...
Creí que nunca podría decirte lo que siento. Pero ahora que todo se esfuma frente a mi rostro, no tengo miedo de expresar mi deseo al ver tus ojos.
❃
_______________________________________
Seven no quiso responder ninguna de mis preguntas y pasó el resto del día frente sus computadoras. Incluso si yo no tenía mucho que hacer, me entretuve con tan solo verlo trabajar. Su determinación por sacar adelante sus metas me inspira, me dan ganas de apoyarlo y estar ahí para él; al final del día, es lo mejor que puedo hacer.
Los únicos momentos en los que había conversado con Luciel, fue cuando él se aseguró de que yo comiera algo.
-Seven, ¿no vas a comer?
-Tengo mis papas de miel y un Dr. Pepper para acompañarme, T/n, pero prométeme que comerás y no coratrás tus comidas por ningún motivo. Preparó un sándwich para mí, el cual comí alegremente.
Luciel me recordaba a mi madre, quien siempre me había preparado delicias que devoraba sin pensar, eso me confortaba.
... Al paso de un rato, no pude contenerme y di el primer paso.
-Seven, sé que ahora no quieres hablar por lo ocupado que estás, pero bebe aunque sea un poco. Le pasé un vaso con agua que había sacado de un gabinete.
Sin dirigirme la vista que me recordaba a casa, agarró el vaso no dejando de escribir. Tomó un sorbo de agua antes de dejarla sobre su escritorio aún sin quitarle la mirada a la pantalla.
No sabía mucho que hacer, así que decidí tomar mi distancia volviéndome a sentar en el sofá para observarlo de lejos. -Seven, si puedo saber... ¿Qué es lo que te mantiene tan ocupado?
Sus manos empezaron a disminuir su velocidad. -¿Recuerdas que un hacker, o como tú lo conociste, "Unknown," te metió en el chatroom de RFA?
Asentí con mi cabeza permaneciendo callada para que continuara. -Sigue asechando a la organización, y aún tengo que descubrir cuáles son sus verdaderas intenciones; ahora tengo a alguien a quién quiero proteger.
-¿No recuerdas quién es?
-Incluso si yo manejo el juego, mi memoria se reinicia al onceavo día, y esta vez, lo tengo que descubrir.
Sin decir nada más volvió a trabajar aún más rápido que antes, en verdad lo admiraba. Miré el suelo aún contemplando sus palabras, es cierto que yo entré a la organización debido a que alguien la hackeó, no puedo negar que me hago las mismas preguntas que Seven se hace.
Sin dejarme un minuto más para reflexionar, la puerta se abrió para revelar a un hombre un poco mayor que nosotros con cabello y ojos cafés.
-Oye tú, recuerda que tenemos una fecha límite para completar el traba- ¿QUIÉN ERES TÚ Y QUÉ HACES AQUÍ? El hombre me señaló y se colocó en una posición defensiva.
-Oh, ¿Es él quien es tu "maid"? creí que era una mujer. No tengo nada en contra de una maid hombre, por cierto. Dije sorprendida ante su aparición.
-¿Maid?... ¿LE DIJISTE QUE ERA LA CHICA DE LIMPIEZA? Vanderwood tomó a Seven por su playera sacudiéndolo fuertemente.
-Tú me ayudas con el aseo, era lo mínimo que podía hacer por ti. Seven se soltó de las garras de Vanderwood sacudiéndose la playera y alejándose de él, solo para sentarse una vez más retomando su exhaustivo trabajo.
-¿Y por qué hay una desconocida en tu casa?
-No es una desconocida, es T/n, ya los había presentado.
Vanderwood soltó un quejido y después se giró hacia mí. -¿Qué haces aquí?
Mi memoria no pudo contener repetir el momento en el que Seven me preguntó lo mismo. -Yo...
-Ella esta trabajando conmigo, yo la contraté para rastrear a el hacker que se introdujo hace unos días en RFA.
Vanderwood volvió a verme un poco sorprendido, pero no lo suficiente para contradecirlo. -Sabes que es muy peligroso que ella esté aquí, Agente 707, en especial con el cliente con el que estamos lidiando en este momento.
-Lo sé, por eso te llamé; necesito que lleves a T/n a la dirección que está escrita en esta hoja. Señaló un papel al lado suyo.
Vanderwood pareció indignarse y justo cuando iba a abrir la boca Luciel habló de nuevo.
-No trabajaré en el pedido hasta que te asegures de llevarla sana y salva. Seven aún no le había dirigido ni si quiera una mirada. Vanderwood pareció tragarse sus gritos de enojo contra él y se dirigió a la puerta.
-Seven ¿Por qué-
-¿Vienes? Vanderwood interrumpió mi pregunta mirándome desde la puerta. Sin pensarlo dos veces, me paré y caminé hacia él.
-Más vale que cuando regrese hayas empezado, idiota. Vanderwood salió indignado.
Mi mirada no se separaba de la figura de Seven, pero él seguía pegado a los monitores. Salí un poco herida atrás de Vanderwood sin mirar a Seven una última vez.
... Llevábamos unos minutos en el coche camino a un lugar ajeno a mi conocimiento.
-Disculpe... ¿Pero a dónde vamos?
Vanderwood fijó su mirada en mí un poco confundido. -¿Luciel no te dijo? Trabajan juntos y tampoco te dice nada, ya somos dos. Miró al frente continuando nuestro recorrido.
Después de un silencio algo crudo habló. -Me parece que vamos a el departamento donde solía vivir Rika, ya sabes, la que fundó RFA.
Al decir su nombre, recordé haber leído durante la historia del juego que Rika había sido la fundadora de RFA, pero que había fallecido hace un tiempo.
-Oh, ya veo. No entendía muy bien por qué Seven me había mandado hacia allá, pero esperaría tener respuestas pronto.
... Al paso de unos largos minutos más, Vanderwood estacionó el auto al lado de un edificio no muy alto.
-Bien T/n, estamos aquí; solo tienes que entrar y poner esta clave en la puerta, Luciel se aseguró de sacar esta información. Asentí y le agradecí por haberme traído.
-Sea lo que sea que en verdad estés haciendo aquí, el agente Luciel parece apreciarte, aunque no lo parezca. Con eso, Vanderwood encendió el auto y desapareció en segundos.
No podía dejar de pensar en cómo hace tan solo un día había soñado en conocer a Seven, y ahora estaba en el departamento de Rika sola y sin alguna respuesta por parte de Luciel.
Subí las escaleras hasta llegar a el piso correcto, vi el número de la puerta que estaba indicado en el papel y sin más preámbulos introduje la contraseña para acceder al interior.
La puerta se abrió e ingresé en el departamento, cerré la puerta tras mío y con tan solo mirar el lugar no pude creer a quién tenía enfrente.
-¿V?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
{Nuevo Mensaje de 707: Tengo que protegerte, no puedo volver a perderte}