Decidieron separase. Lo que fue un alivio.
Tener a Liana parloteando y consumiendo con su acidez constante agotaba mentalmente.Pero les había dado las coordenadas para encontrar a la Estrella de Elderon. Andaba cerca y debían dividirse para encontrarlo.
Robin sabía que sería imposible que junto con Isis y Zoe dieran con él, ya que Liana podía encontrar una aguja en un pajar, literalmente. Pero les sirvió de excusa para ir a dar una vuelta a la playa.
Claire se tuvo que ir con la loca por razones obvias, y Meiling la acompañó para poder visualizar o ver si Liana tramaba algo.
"Lo siento en el mar" les había dicho Liana, así que las seis se dividieron para recorrer la mayor cantidad de kilómetros de costa posible para encontrar algo.
Tanto Isis como Zoe tenían la habilidad de poder sentir a un elemento. Robin todavía no entendía cómo funcionaba todo eso de la intuición entre Estrellas y poderes, pero tampoco había que tener alguna habilidad especial para saber lo ansiosa que se ponían ambas, en especial Zoe, por encontrar un nuevo elemento.
Se habían cambiado de ropa para el trabajo en terreno —trajes de baño—, y debido a la diversidad en sus colores de piel parecían camuflarse con los mismos brasileños. Robin sintió sus hombros arder. Pocas veces al año se colocaba un bañador, no era fanática del mar y nunca había pisado una playa como esa antes.
Brasil era todo lo contrario a lo que conocía. Demasiada gente, demasiada música, demasiada algarabía y movimiento.
Vakandi, en cambio, estaba como pez en el agua, tiraba de su ama cada dos segundos para saludar a la gente.Sao Paulo estaba cargada de vida en cada rincón de la ciudad.
Y debían tener algo en su comportamiento que causaba que todos los vendedores se les arrojaran encima para ofrecerles paseos, accesorios o agua de coco.
Se notaba que eran turistas aunque no lo querían parecer.
—¿Podríamos meternos al agua, no? —Preguntó Isis mirando las olas con los ojos brillantes, igual que una niña pequeña.
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Crossroads • A Través del Mundo {Libro 2}
Fantasía"𝐄𝐥 𝐚𝐥𝐦𝐚 𝐢𝐧𝐝𝐢𝐜𝐚𝐝𝐚 𝐧𝐨 𝐥𝐥𝐞𝐠𝐚 𝐞𝐧 𝐬𝐢𝐥𝐞𝐧𝐜𝐢𝐨. 𝐄𝐬 𝐮𝐧 𝐡𝐮𝐫𝐚𝐜𝐚́𝐧, 𝐮𝐧 𝐢𝐧𝐜𝐞𝐧𝐝𝐢𝐨 𝐯𝐨𝐫𝐚𝐳. 𝐋𝐨 𝐜𝐚𝐦𝐛𝐢𝐚 𝐭𝐨𝐝𝐨 𝐲 𝐧𝐨 𝐝𝐞𝐣𝐚 𝐧𝐚𝐝𝐚. 𝐄𝐬𝐨 𝐞𝐬 𝐞𝐥 𝐚𝐦𝐨𝐫. 𝐘 𝐚𝐟𝐨𝐫𝐭𝐮𝐧𝐚𝐝𝐨𝐬 𝐬𝐨𝐧 𝐪�...