Era un dia tranquilo en el instituto para jovenes con trastornos mentales St Pittersbug. Los niños que aun podian interactuar con el mundo exterior habian salido en una excrusion y los que no... se habian quedado en sus habitaciones como siempre. Hubiera sido un dia perfecto para Elizabeth, quien a su ya avanzada edad deseaba descanzar. Desafortunadamente, no es el caso. La enfermera Elizabeth tuvo la no tan brillante idea de citar al nuevo psicologo de la institucion. asi podrian reemplazar al ex psicologo con uno que estuviera al tanto de los chicos que iba a atender. En la institucion habia un psicologo cada cuatro chicos. Y no habia ninguna anomalia en este trato con el nuevo psicologo, solo que tendria que tratar al paciente mas... dificil de la institución.
- El siempre habla frío, sin sentimiento. No entiendo como lo hace, sabes? Solo pasea por los pasillos de este demacrado hospital como si no le importara nada, como si esta fuera su casa. - dijo aquella enfermera un poco exagerada sosteniendo un pañuelo bordado con detalles antiguos.
Ella y el supuesto psicologo se encontraban en la parte mas nueva del hospital. Elizabeth adoraba aquella parte, parecia un castillo y todos los adornos eran nuevos pero diseñados a la antigua. Se encontraban en el despacho. Sentados tranquilamente en sillones de alta calidad, tomando te y pretendiendo que hablaban de cosas normales y no de la salud mental de un adolescente de 18 años de edad. La enfermera siempre fantaseaba con que su vida fuera normal, por lastima aquel sueño era imposible de lograr. Pues aquel horrible hospital te cambiaba y no habia forma de volver a lo que eras.
- Elizabeth, el vive aqui. No crees que lo trata como su casa?- Dijo el psicologo Augustus Huffman, tratando de comprender por que la mujer lucia tan nerviosa mientras hablaba de aquel individuo.
- Doctor Huffman, seamos sinceros. Esto es como una carcel, los niños caminan con los pies arrastrados y los ojos en el piso deseando que una chispa de fuego se encienda en cualquier parte del condenado edificio y que se queme sin mas. Nadie lo considera como una casa. Eh visto a niños contar los dias para largarse. El solo los observa con una sonrisa socarrona a todos, como si el fuera la mismisima enfermedad de cada uno y se estuviera divirtiendo con todos ellos. es sadico.
- No puede ser tan malo sabe? Después de todo esta enfermo, es por eso que esta aqui. Es por eso que yo estoy aqui. Puede contarme sobre la historia del chico por favor? soy nuevo con el, ya sabe el anterior psicologo renunció.- dijo suspirando, tratando de llevar el asunto a lo que a el realmente le importaba.
- El renunció por el, es lo ultimo que escuche. Se mudo a otro pais, muy lejos de aqui. Muy raro aquello
El doctor ya harto se paro y se acerco a Elizabeth, quien se habia sorprendido por sus actos y habia arrojado el pañuelo que tanto sostenia. Huffman la observo unos minutos y hablo.
- Escucheme señorita, me importa muy poco lo que piense sobre sus fantasias que el enfermo es una especie de diablo que vino al mundo para acabarlo. Solo quiero saber sobre el chico y largarme de este horrible hospital. Eh estado aqui hace una hora y no se casi el nombre de mi paciente. Asi que cuenteme algo coherente sobre el asi podre tratarlo o le juro que me largare ahora mismo a mi casa donde mi esposa e hijos esperan- finalizo de decir lo que venia aguantado y volvio a como estaba.
- Disculpeme. Harry Edward Styles vino aqui hace unos meses. Tres si soy exacta. Lo unico que sabiamos era que se habia tratado dee quitar la vida. Su madre vino a traerlo y nunca habia visto tanto odio entre madre e hijo. Solo se dedicaron a asentir y la mujer dejo el edificio sin nisiquiera decir adios. El solo se dedicaba a mirar a todos divertido, como si todo fuera por diversion. Solo sonreia y marcaba aquellos hoyuelos diabolicos y nos clavaba esos ojos verde avellana, como siempre esperando una reaccion divertida. Luego llego el primer domingo, y nadie se presento. Asi hasta el dia de hoy, nadie fue a visitarlo y me preocupa por su salud.- dijo Elizabeth ya habiendo recuperado su caracteristico pañuelo y mirando a la nada un poco intimidada por el doctor
Huffman asintio y saco una caja de cigarrillos. Encendio uno y deseoso de su sutancia, le dio una calada. Elizabeth espero a que el humo saliera disparado de su boca, siempre le habia fascinado como el humo se esparcia, como danzando. Lo observo hasta que se esfumo por completo y salio de su trance. Huffman ya molesto por las acciones de la señora, un tanto trastornada, carraspeo y le hizo una seña para que prosiga.
-Bb-ueno, no tengo mucho que decir. Harry no es de los tipos que hablan. Solo observa con odio y diversion yeso es todo. Me entere como se quiso suicidar, trazando una cruz en su pecho para en donde los puntos se chocaran undir la hoja del cuchillo por completo. Por suerte solo llego a hacer la cruz. Se tambien que lo unico que le dijo al doctor era que queria sentir algo y cito: " Queria sentir algo, pense que ya estaba muerto" . Luego escuche que a Cassie Saintclare, una niña que se suicido aqui y no pudimos hacer nada. Le dijo que la mejor forma de suicidarse era saltando de un edificio alto. " Asi por lo menos volarias ates de sumirte completamente en la oscuridad y la muerte. Asi por lo menos te sentirias vivo antes de irte para siempre". Creo que lo suyo es grave, nunca habia visto a nadie tan... oscuro. Nunca vi de sus ojos derrochar algo que no fueran malos sentimientos, excepto hace dos dias.- dijo la enfermera, tratando de no irse del tema.
- Que paso hace dos dias?- dijo huffman interesado y curioso.
- Ingreso un nuevo chico, Louis Tomlinson. Un paciente que en su escuela se salio completamente de si y saco un arma, trato de matar a alguien pero no pudo y se pego un tiro a el. Por suerte fue en el estomago y lo sanaron.- respiro pesadamente y prosiguio- Cuando lo presentamos en el almuerzo, lo vi a harry a lo lejos. Estaba diferente, no sonreia como siempre y tenia un brillo diferente en los ojos. Ese chico puede ser muchas cosas de las que no estoy segura, pero de lo que si estoy segura es que es raro.
- Yo creo que todos los que vienen aqui lo son. Despues de todo son enfermos. Harry no parece ser muy distinto a los demas. Solo esta enfermo. Eh dado esta sesion terminada señora, luego arreglaremos los horarios para harry y los otros 3 chicos de los que ya me a hablado. Que tenga unas muy buenas tardes Elizabeth. Gracias por explicarme de la situacion.
Dicho aquello, el señor se levanto, le echo una ultima mirada a la señora y se marcho sin mas. Dejando a Elizabeth sorprendida y un poco ofendida.