Capítulo 16

77 3 3
                                    

Salió agotada de clases, cada día le parecía más pesado seguir cursando materias que no le interesaban para terminar una carrera que no quería. Adam le había sugerido que la abandonara, pero no era tan sencillo, aunque quisiera, retar a su padre era algo que nunca había hecho, no desde que, la última vez que le provocó terminó con su labio sangrando y algunas marcas que le duraron un par de días, hacía cuatro años.



"Se detuvo al pie de las escaleras, desde ahí alcanzó a escuchar a sus padres discutiendo, otra vez, resopló, estaba cansada porque durante los últimos días era lo mismo cada que él volvía del trabajo. Salieron al comedor, aún molestos entre ellos, Lía decidió ignorarlos e ir hasta la cocina por algo de tomar, su mamá entró con ella para servir la cena a Jeremy.

—¿Cómo dejas que te hable así? —preguntó casi en un susurro, bebiendo un vaso de jugo.

Mas su madre no respondió y siguió en lo suyo, sirvió un plato de comida y se lo llevó a su padre. Lía abandonó la cocina tras ella.

—Mañana iré a casa de Charlotte saliendo de la escuela —les informó, rompiendo el incómodo silencio entre ambos.

—¿Es para hacer un trabajo? —quiso saber su madre.

—Sí, tenemos un proyecto que entregar el viernes y...

—No irás —la interrumpió Jeremy tajantemente.

—¿Por qué no? —preguntó extrañada.

—Porque no y punto —respondió, tomando un bocado más de su alimento—. ¿Por qué siempre tienes que cuestionarlo todo?

—¿Por qué siempre tienes que arruinarlo todo? —contestó y Jeremy alzó su penetrante mirada hacia ella, que ni siquiera se inmutó.

—Estás castigada una semana, ve a tu habitación —demandó.

—No he hecho nada para recibir un castigo —protestó.

—¿Cuestionar mi autoridad te parece no hacer nada?

—Te fuiste una semana con otra mujer, no sé qué tipo de autoridad tengas aún aquí —escupió.

—Lía —la regañó su madre.

Jeremy sonrió de medio lado, se levantó de su asiento y se acercó hasta ella, haciendo que retrocediera hasta topar con la pared, le mantuvo la mirada y un segundo después, le soltó una bofetada. Lía llevó su mano hasta su mejilla ardiendo de dolor, notó su labio sangrar al derramar una gota sobre el piso. Su padre la tomó del cabello y le jaló la cabeza hacia atrás, haciendo que lo viera directo a los ojos.

—Nunca vuelvas a hablarme así —escupió cada palabra y de un empujón la soltó, para salir de la casa enfurecido, dando un portazo tras de sí".



Tardó días, semanas en volver a hablarle a su padre después de eso, él le había pedido una disculpa, pero desde ese día su relación había cambiado, y es que además no era la primera vez que hacía algo así, quizá sólo con ella, pero su madre se llevó varias golpizas de su parte cuando ella era niña, ya no lo hacía más, había dejado ese comportamiento y sus discusiones ahora eran escasas, pero Lía no se había olvidado de todo aquello, formaba una parte de su pasado que no le gustaba recordar.

—Lía —la llamó, sacándola de sus pensamientos y se acercó hasta ella, sentándose a su lado.

—Hola, Dani —respondió con una sonrisa un poco forzada.

El Guardaespaldas (Adam Levine) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora