Solo mírenme a mí

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Durante mucho tiempo la joven siempre disfrutó el hecho de ser admirada por su belleza, agradecía ser tan parecida a su madre hablando físicamente.

Cuando culminó sus estudios intentó buscar una profesión en la cual recibiera la misma atención que recibía en el instituto, y fue allí en donde descubrió que ser profesora no era mala idea.

Mida fue hermosa siempre pero si hablamos de sus capacidades podríamos decir que ella en verdad es una chica paciente, decidida y segura de lo que quiere, no olvidemos mencionar que es muy inteligente y si decidía ejercer aquella profesión no le iba a ir nada mal.

Cuando consiguió su primer empleo, como profesora sustituta, Mida en verdad se sintió satisfecha con toda la atención que recibía de sus alumnos, después de todo ella era a lo único que tenían que prestar atención los alumnos y esa era la escusa que se planteaba cada que llamaba la atención de sus alumnos.

La adultez comenzó a llegar dándole nuevos dotes que ella aprovecharía al máximo.

Siempre solicitaba trabajo como profesora de alumnos de entre 16 y 18 años de edad, eran sus "presas" favoritas.

La forma "indebida" e "inadecuada" de vestir nunca pasó por alto, todos siempre notaban como vestía la mujer, murmullos y rumores siempre se desataban debido a esto. Claro que todo tiene una explicación.

Si hablamos desde el punto de vista de Mida, ella usaba ese tipo de ropa específicamente para llamar la atención y tener a los hombres comiendo de sus manos.

Ahora, si hablamos desde el punto de vista de las personas que la contrataban como docente, este tipo de vestimenta no importaba o era compensado con el talento de la señorita al enseñar. Nadie sabía como lo hacía pero todos sus alumnos y alumnas sin excepción siempre mostraban una actitud correcta y sus promedios aumentaban luego de una semana con la señorita. Además, Mida era una mujer con un coeficiente intelectual elevado, tal vez no tanto como el de una persona excepcionalmente inteligente pero estaba por encima del promedio.

A pesar de que sus alumnas no muestran agrado alguno al conocerla pasado un tiempo se las ve conversar tranquilamente con la maestra, como si fueran amigas de toda la vida.

Mida Rana ama e incluso adora su trabajo, para ella no existe nada mejor que tener a docenas de ojos mirándola y no desperdiciaría la oportunidad de trabajar en un instituto tan prestigioso como lo es Akademi High School. "Corromper" la inocencia de esos jóvenes bien educados sería un verdadero pacer.

Lo que sentí el día de mi muerte (Yandere simulator)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora