GANADORA WATTYS 2022
Después de un último año de instituto fatídico, Claire decidió marcharse a estudiar a Nueva York, aprovechando para huir de todo y poder dejar en Londres ese pasado que tanto dolor le causaba. Sin embargo, siete años después y y...
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Claire había estado hablando con Martha, su antigua vicepresidenta y amiga, sobre algunos consejos que le dio para enfrentarse a aquel momento. También con Peter, que en aquel sentido tenía más experiencia que ella, pero aún así le fue imposible no sentirse nerviosa e incluso insegura antes de entrar.
En cuanto llegó a la oficina, todos los planes que había tenido parecieron desmoronarse. Y no porque la oficina fuese fea, estuviese desordenada o algo por el estilo, pues era bastante amplia, luminosa y moderna, sino porque el recibimiento no fue como ella había imaginado.
—¡Ah! Ya estás aquí —dijo una mujer de mediana edad cuando la vio entrar, acercándose a ella moviendo sus caderas de un modo que la sorprendió—. Pensaba que vendrías más tarde.
—No, eh... Me dijeron que empezabais a las diez así que decidí... —comenzó a decir Claire, algo confundida, sintiéndose de pronto algo mal por haber llegado una hora antes.
—Debes de ser la asistente becaria de la nueva gerente, ¿no? ¿Sabes a qué hora llegará ella? —comenzó a preguntar la mujer mientras le hacía una señal a Claire con la mano, haciendo que la siguiera. No la dejó responder —Bueno, da igual. Viniendo de Nueva York y siendo la nueva gerente seguro que aparece cuando a ella le parezca bien —comentó con lo que Claire identificó que fue algo de desprecio —Soy Dana, la que hasta que Concept Agency absorbió la empresa era la jefa aquí.
Dana, por supuesto, no estaba nada de acuerdo con la decisión que el presidente de su compañía había tomado al vender sus acciones. Veía aquel cambio como un ataque a su ego y a su trabajo, pero la realidad era que su pequeña y antigua agencia tenía muchas más pérdidas de las que eran asumibles, en parte por su mala gestión.
—En realidad yo... —quiso aclararle Claire, pero aquella mujer morena, de aspecto estirado y entrada en los cuarenta, no parecía querer escucharla.
Se había quedado completamente bloqueada. No sabía cómo decirle a Dana que ella no era la asistente, si no la nueva gerente.
—Bueno, esta es nuestra oficina. No es muy grande, pero nos va bien con lo que tenemos. Además, estar en el centro de Londres no es nada barato. En fin, que te voy a contar. Ese de ahí será el despacho de tu jefa, el mío está al otro lado del pasillo y el resto de empleados trabajan en la zona principal, que está aquí. Tú te pondrás con ellos donde quepas o donde tu jefa decida, no me importa.
En ese momento, entraron en una sala en la que debía de haber unas veinte personas. Todos se giraron a mirarlas, algunos observando a Claire confundidos, otros sonrientes y otros simplemente mirando durante un par de segundos para volver a lo que estaban haciendo en las pantallas de sus ordenadores antes de que ella llegase.
El recibimiento de aquella mujer, Dana, la había descolocado por completo y le hizo ver que su inicio iba a ser más complicado de lo que esperaba, pero no pensaba dejarse mangonear. El consejo de Peter llegó a su mente, el de hacerse respetar desde el principio, y no dudó en hacer lo que debía hacer.
