Color Rush || Kookv

Capítulo 10

Toda la mañana solo sacaron sus cosas y las acomodaron en los cuartos, que como siempre era solo Jungkook y sus padres eran dos cuartos, por lo que Taehyung insistía que quería dormir en el sofá y que se veía muy cómodo. Los padres de Jungkook no dijeron nada, ya lo resolverían en la noche, aparte era sol una noche ya que en la tarde del domingo tenían que volver.

Sus padres estaban acostumbrados a que Jungkook  llevara el barbijo siempre así que no le dijeron nada.

—Tae, ¿quieres ver algo? —dijo Jungkook tirando despacio de la casaca del chico—. Vamos, acá hay un lugar bonito —sonrío—. 

—Está bien, pero ya se está haciendo de noche. Y me dio hambre, luego me dices en dónde puedo comprar algo para comer. 

Subieron las escaleras de lo que parecía una torre por dos minutos y cuando llegaron al tope Taehyung se dio cuenta que era un mirador. Aún seguía viendo a blanco y negro ya que Jungkook seguía con su barbijo pero se veía lindo. Las pequeñas casas del club se veían pequeñas desde arriba y las luces también. Alcanzaba a ver una que otra persona pero casi no había nadie ya que era de noche. 

—¿Quieres que me la quite? —dijo Jungkook y antes de que Taehyung respondiera se la quitó—. Ven —lo llamó y se acercaron al borde—. Acá antes venía cuando... —dejó de hablar—. 

—¿Cuando qué? —se volteó a mirar a Jungkook—. Es muy lindo por cierto.

—¿La vista? Sí lo es. Y no, cuando nada. Solo a veces —sonrió—. 

El día que Jungkook le había ofrecido ir al club el fin de semana Taehyung pensó en algo toda la noche. No quería depender de él. Así que sería la última vez que vería colores, pensó. Después de ese día no quería estar más con Jungkook, aunque últimamente se habían vuelto amigos. 

—¿Te enseño los demás colores? —dijo Jungkook después de unos minutos haciendo que Taehyung deje de pensar—. 

—Sí —respondió rápido girandose a ver al castaño—.

Su cabeza le decía que no, acababa de pensar en lo que había decidido hace una semana, acaba de decirse a sí mismo que no lo haría. Y así se encontraba Taehyung pidiendole con los ojitos a Jungkook que le enseñase.

—Mírame cuando te lo digo. 

—¿Así? —se acercó mucho más a Jungkook—. 

Ahora solo los separaban unos diez centimetros. No sabía que estaba haciendo. 

—Entonces, ¿quieres? 

Taehyung asintió con la cabeza lo que lo hizo ver como un niño pequeño. Se quedaron mirando unos segundos antes de que Jungkook se voltease de nuevo, Tae hizo lo mismo. 

—¡No! —dijo Taehyung jalando la manta encima suyo—. Qué hice, ash —se quejó tirandose de nuevo en la cama—. ¿Cómo se supone que le hable ahora? —se cubrió hasta la cabeza—.