The end of the trip (sigue siendo provisional pero queda mejor que el otro)

Capítulo 4

El sorteo de las guardias fue tenso, si bien ninguno de ellos se veía con el cuerpo y la mente para dormir, ninguno quería quedarse despierto obligatoriamente con el miedo de escuchar a esas cosas afuera y el posterior pánico de no saber qué hacer.

Por eso cuando Elaia vio que ella sacó el papelito "ganador" no se sintió precisamente contenta. Sin embargo no estaba mal, ya eran las 2 de la mañana, hacía unas dos horas que Laura, la última persona del grupo en caer dormida, se durmió. Ella no sabía qué hacer, había pasado las últimas dos horas sentada en una de las sillas mullidas que tenían en la mesa con la cabeza echada en los brazos y los ojos cerrados. Sabía que no debía dormirse, aunque de todas maneras ella tampoco quería hacerlo. Su mente empezó a alejarse, recordando todos los eventos del día, realmente no tenía ganas de dormirse y arriesgarse a lo que seguramente sería un sueño horrible y asqueroso.

Suspiraba para sus adentros, las dudas sobre cómo estaría el resto del país, sus padres, eran continuos miedos que ella reprimía e intentaba olvidar, porque sabía que si se ponía a pensar sobre cosas que no obtendría una respuesta solo conseguiría ponerse mal y desviar su atención de su objetivo, ser positiva.

Abrió los ojos para ver la hora en su móvil; las 3 de la mañana. ¿Realmente había pasado una hora entera en medio de sus pensamientos? Bueno, de todas maneras tampoco es como que tuviera algo más que hacer hasta las 8 de la mañana, que era la hora fijada para que la persona que estuviera de guardia se fuese a dormir.

- ¿En qué momento el mundo se fue a la mierda? - pensó - Ojalá todo esto fuera simplemente un mal sueño.

Y de repente lo escuchó, el sonido de unos pasos, pero no venían de fuera, venían de dentro del cuarto. Abrió los ojos aunque no se levantó de sus brazos, sus ojos no estaban acostumbrados a la oscuridad, pero pudo distinguir la silueta de alguien dirigiéndose a la puerta, no supo distinguir quién era, pero cuando vio que la persona agarraba lo que ella sabía que era el revólver y abría la puerta se imaginó quién era.

...

- Oye Elaia - le dijo Perti - quiero pedirte un favor, ya que eres tú la persona que va a hacer guardia, vigila a Alex y sobre todo, vigila las armas, no sé qué tal estará en estos momentos, pero si en algún punto de la noche, le ves tratando de salir con un arma. Por favor tienes...

- Lo sé - le sonrió Elaia - no eres él único aquí que está preocupado por él - hizo una pausa antes de intentar responderle en tono burlón - además es una cosa muy obvia Perti, no hace falta que me digas que hacer si veo a Alex intentando irse con un revólver - volteó la mirada hacia Alex y dejó el tono de burla para sustituirlo por una voz más seria - cualquiera de nosotros lo detendrá, él es parte de este grupo y todos entendemos que lo que hizo fue porque no le quedó más opción - volvió a mirar a Perti y le dijo sonriendo - así que vamos a asegurarnos de que ese idiota no acabe con todo.

...

Elaia se paró y se dirigió a la puerta, sabía lo que tenía que hacer, pero le entró miedo. Al fin y al cabo ella no sabía por lo que pasaba Alex, pero sí sabía que Alex no había hecho nada malo y tenía que hacerle ver eso. Llegó a la puerta y lo encontró saliendo, tenía el revólver en la mano izquierda y con la derecha aún sujetaba la puerta. Elaia estiró su mano para agarrar la mano del revólver, cuando sus manos hicieron contacto notó que Alex se giraba sorprendido.

- ¿Qué se suponía que pensabas hacer? Idiota - le dijo en un tono de voz que demostraba el temor que estaba teniendo en ese momento.

- Elaia - dijo Alex aún sin dar crédito a lo que ocurría - cre... creí que estabas durmiendo - dijo intentando poner un tono alegre y forzando una sonrisa - no quería despertarte perdona.