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Contenido: Dahlia trabaja como prostituta y Kirishima como guarda de seguridad en el mismo local. Cuando ambos descubren de la existencia del otro no pueden evitar fijarse y atraerse mutuamente creándose entre ellos una tensión sexual bastante palpable.
Lemon: Contiene.
Palabras: 7044
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La música junto al griterió de los hombres inundaba el local. El olor a alcohol y sexo estaba impregnado por cada rincón de aquel lugar en el que los hombres se tomaban la completa libertad de hacer cualquier cosa. Las mujeres que trabajaban allí se ofrecían a ellos mostrando sus atributos con puro orgullo esperando recibir dinero a cambio de que las tocasen y las poseyeran esa misma noche.
A Kirishima no le agradaban para nada ese tipo de ambientes, pero le urgía tener un trabajo y el único que pudo conseguie fue el de guarda de seguridad en un local como aquel. Su musculatura y su apariencia encajaban con el perfil perfecto que pedían, así que decidió seguir adelante con aquello hasta que le saliera algo más decente.
Debía de quedarse al margen a la espera de que alguno de los clientes se sobrepasase y se viera obligado a intervenir, cosa que deseaba que no ocurriese. Intentaba no mirar demasiado a las camareras que pasaban delante de él por miedo a ofenderlas o a hacer que pensasen que era un baboso, pues apenas podía ocultar su sonrojo cuando aparecía ante él una chica vestida con un traje que no dejaba demasiado a la imaginación.
Exhaló un suspiro cargado de cansancio. Deseaba que llegase el momento de irse a casa para poder dormir y relajarse.
Cuando volvió a centrar su atención hacia el frente su corazón volvió a palpitar tan fuerte como antes a causa de los nervios y la vergüenza. En el escenario, justo donde se hallaban las barras, una chica con cola y orejas de gato contoneaba sus caderas de manera seductora hasta llegar a la barra, colgandose de ella para moverse agilnente alrededor, sujetandose con ambas manos y una pierna, mientras que la otra permanecía extendida de modo que podía apreciarse como su sexo se frotaba contra el hierro.
Ya la había visto antes y por supuesto captó su atención al ser la única híbrida que trabajaba allí. Era bastante hermosa, como la mayor parte de las mujeres que había visto en ese sitio pero... quizás fuera por sus ojos felinos el hecho por el que le tenía cautivado. Además, el hecho de que fuese una gata hacia que tuviese mucha más experiencia al escalar por la barra y bailar alrededor de ella, haciendo que pareciese fácil colgarse y exponerse de manera tan provocativa y elegante.
Esa noche, Dahlia portaba un top de color morado, era cruzado de modo que resaltaba mucho más sus pechos. También llevaba una falda del mismo color que le llegaba hasta por encima de las rodillas con un corte en los laterales.
