1/2ALEXIA BENSON
Lo intenté, pero llegué a la conclusión de que el chico frente a mi no era lo que esperaba. Debo admitir que, tampoco fue bueno en la cama solo...¿normal? Si, normal.
Ni siquiera recuerdo su nombre, pero bien que recuerdo el decepcionante tamaño de su pene. ¿Pero que castigo es este? ¿No puede llegar alguien más... Dotado?
Estoy muy mal. Se supone que me fijé en los sentimientos, ¿verdad?
Lo miré aburrida mientras seguía hablando de sí mismo, esta era nuestra primera y en definitiva la última cita.
No me gustaban los chicos que solo permanecían hablando de si mismos. De por si soy una persona que, llama la atención y para que mentir, me encanta ser el centro de atención, pero se dejar esas tonterías de lado cuando es necesario, y me gusta que muestren interés, que pregunten cosas sobre mi, que sea algo mutuo.
Definitivamente con este chico, alto, rubio con aquellos ojos zafiro aunque estuviera muy bueno no era para mi.
Yo, Alexia Benson necesitaba a alguien que realmente me complementara, que pusiera mi mundo de cabeza si es necesario. No creo que exista alguien que logre eso en mi.
Intentaba decirle al tonto frente a mí que tenía que irme pero no me lo permitía pues estaba enfrascado en continuar hablando de si mismo.
Que interesante... Hace natación, ojalá se lo hubiera preguntado.
No me quedó más remedio que acudir a una antigua técnica.
Mi mejor amiga
Mi esposa.
Aunque sea una víbora destilando veneno las veinticuatro horas.
Le envié un mensaje de texto pidiéndole ayuda. Lo bueno de Cami es que aunque esté harta de su existencia y me vaya a mandar a la mierda por esto se que me ayudará de todas formas.
Justo como lo esperé, recibí una llamada de ella y me disculpe con el chico atendiéndola, le di gracias al cielo porque al fin se había callado. Ya me dolía la maldita cabeza.
—¿Podrías dejar de meterte con cualquier idiota que encuentras? —preguntó ella cortante y me aguanté—. Mantén las jodidas piernas cerradas, me tienes harta Alexia.
Me quería reír pero no podía.
—¡¿Qué?! ¡¿Pero como que se te explotó un implante?! —Exageré, ella bufó al otro lado de la línea y el chico frente a mi puso una expresión confusa.
—Estas bien loca Alex, no creo que alguien se vaya a creer eso. Y si lo cree es demasiado tonto.
—No, no te muevas, iré de inmediato a llevarte al hospital, te salvaré a ti y a tus tetas, espérame —El chico me miró preocupado y yo trataba de no estallar a carcajadas.
—Deja de mirarme las tetas maldita.
—No te preocupes, son bellísimas y se lo mucho que —Casi me rio—. Que amas esas dos bellezas de silicon.
La escuché al otro lado clamando paciencia una y otra vez. Me quería reír hasta el cansancio.
—Te llevaré a emergencias.
—Vete al diablo, Zorra —emitió una leve risa y colgó.
Guardé mi teléfono.
—Lo siento mucho, tengo que ir por una amiga, es... Una emergencia, se operó los senos y ahora tiene serios problemas —Me excusé recogiendo mi bolso. Dejé dinero para mi cuenta, ni siquiera quería que él lo pagará aunque me hizo perder el tiempo.
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Inevitable Destrucción (Libro#1)
Novela JuvenilNo logro entender cómo un rostro tan angelical es capaz de hacer tanto daño sin pensar en las consecuencias de sus actos. Eso confirma una vez más que las apariencias engañan. Y eso era Camila Anderson Smith, un rostro angelical al cual muy pocas ve...