Capitulo dos

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𓅓 𝙇𝙖𝙨 𝙡𝙖𝙜𝙧𝙞𝙢𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝙉𝙞𝙭.

Tres semanas después.

Serenidad de la noche dejaba en claro que Nix habia guardado la calma, por el momento. Tuvo que pasar casi dos semanas para que el cielo nocturno volviera hacer el mismo.

Desde su carroza tirada por caballos negros con el brillo de las estrellas, ella vio con la frente en alto su obra nocturna, trataba de verle algo bueno a esto, pero simple y sencillamente lo único que le consuela era que al menos ella tendría poder sobre el olimpo, tal como dijo su padre estaría presente. Hemera le había mandado una carta acerca de el ambiente en el que se encontraba el Olimpo, dos palabras Ambiente Pesado al parecer ni los dioses estaban seguros, pero les urgía un nuevo orden cósmico y la única manera para evitar conflictos con fuerzas cada vez más fuertes.

Suspiro. Le preocupaba la reacción de Érebo, que no sería nada bueno, en estos días había intentado sacar la ambición de Érebo de su cabeza, para apaciguar su futuro enojo y pensará con cabeza fría otra alternativa. Realmente a ella también le ofendía mucho está decisión, meramente los sueños de Érebo, la razón por la cuál siempre estaba preparado, esta complemente fuera de sus manos.

La brisa nocturna la hizo esbozar una ligera sonrisa apenas perceptible, encantada la manera en que la noche buscaba la manera de consolarla de su martirio. Sus caballos se detuvieron, llamando la atención de Nix. A lo lejos se podía ver el monte olimpo de entre las nubes, la diosa vio con seriedad y naturalidad, el lugar que quizá en algún momento será parte de su residencia hasta quizá pase la mayor parte de su tiempo ahí. No le gustaba, el lugar era bello lo reconoce, pero no tendrá la completa libertad de hacer lo que quiere por un lado tendría que compartir parte de su soberanía con su prometido y por el otro tendría que enfrentarse a las disputas del Olimpo.

Tienes que aguantar. Se exigió en sus pensamientos.

Un destello morado recorrió sus ojos, agudizando su vista.

Ares.

Su futuro marido, con Afrodita, no sabía de lo que hablaban y meramente no le interesaba, parecían discutir, si lo que Elios le chismeo era verdad, debe ser por su compromiso. Atletico, vestimenta y armadura negra, ojos rojos, realmente parecía el dios de la guerra, era apuesto y varonil, puso mucha atención a sus ficciones, era un hombre con gran belleza atlética, pero el pensamiento no iba más allá.

Siempre y cuando estos dos no me traigan problemas más no me falten al respeto como diosa, estarán bien. No esperaba que Ares le fuera fiel, solo que cumpla con el supuesto trato de el bastardo de Zeus y que no la moleste.

Pero nada cambiaría que se sintiera así. Como un objeto.

Sin duda Zeus debe estarse riendo de ella en la otra vida, si es hay una para los dioses. Total por primera vez y aunque le cueste reconocerlo estaba al mero merced del Olimpo.

Parpadea con suavidad antes de tirar de las cuerdas de sus caballos y marcharse de ahí, dejando una estela de nocturna de oscura astral.

Parpadea con suavidad antes de tirar de las cuerdas de sus caballos y marcharse de ahí, dejando una estela de nocturna de oscura astral

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𝑙𝑎𝑠 𝑙𝑎𝑔𝑟𝑖𝑚𝑎𝑠 𝑑𝑒 𝑁𝑖𝑥 ━━ ᵇˡᵒᵒᵈ ᵒᶠ ᶻᵉᵘˢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora