Capítulo 5

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Primera vigilancia

Jung Hoseok se encontraba aun dormido en su habitación, los objetos que estaban en sus manos la noche pasada habían desaparecido.

Su maestro acababa de entrar a la alcoba ya que el joven no había aparecido en la mañana para desayunar, al parecer se había quedado dormido. Justo como lo imaginó, el menor estaba recostado en su cama, su cabeza colgaba por un costado del colchón, este joven solía dormir muy mal en las noches, se movía bastante de manera inconsciente, esto era una costumbre que mantenía desde pequeño.

Aquel hombre de edad avanzada tomó su bastón y golpeó un par de veces el colchón con la intención de que el chico se levantara, lo único que obtuvo como respuesta fue un quejido del chico y al instante volvió a moverse en la cama acomodándose para seguir durmiendo. El mayor soltó un bufido y comenzó a golpear el cuerpo del chico con el mismo bastón, sin llegar a lastimarlo mucho. Hobi grito e intentó defenderse, pero no pudo.

- ¡Ya!, ¡me levanto! - Espetó algo adormilado sentándose en el borde de la cama, el adverso dejó de golpear su cuerpo y lo miró con una sonrisa.

- Te he dicho muchas veces que la puntualidad es una virtud, debes aprender a llegar al horario, ahora por levantarte tarde has perdido el desayuno. - Habló el mayor colocando la base del bastón en el suelo y por consiguiente se recargó en este para estar más cómodo.

- Puedo tomar una fruta mientras hacemos lo debido. - Susurró el menor a la vez que tallaba sus ojos con sus manos en puños, seguido bostezó y dejó caer sus manos en sus piernas.

- Lo siento Hoseok, debes hacerte responsable de tus acciones, ya no eres un simple aprendiz, pronto tendrás que valerte por ti mismo y debes demostrar que todo lo que te enseñé lo has aprendido bien, sabes que ya estoy muy viejo y no sabemos cuánto tiempo de vida me quede, no estaré siempre aquí a tu lado cuidándote y enseñándote a usar los valores. -

- Maestro no diga eso, usted estará sano y vivirá mucho más tiempo a mi lado. - Habló el menor en forma de regaño, este hombre lo había criado desde que era un bebé, lo tomaba como un padre y pensar que algún día terminaría dejándolo solo en el mundo, lo hacía sentir bastante triste, no se imaginaba una vida sin su compañero de vida y no quería hacerlo. - Mejor vamos a que me enseñe lo de hoy. - El joven se puso de pie acercándose a su maestro, depositó un suave beso en su blanca cabeza, a causa de las canas. Sonrió dulcemente y caminó fuera de la alcoba dirigiéndose hacia la habitación principal, donde su bola de cristal se hallaba lista para ser utilizada.

El hechicero mayor sonrió para sí mismo y se dio la media vuelta observando al menor caminar lejos de la habitación, se sentía orgulloso de él, lo quería mucho.

- Quisiera poder durarte toda la vida Hobi, pero tú debes seguir tu destino y yo no estoy en él. - Susurró el viejo sabiendo que el adverso ya no podía escucharlo. - Gracias Aleysha por permitirme criarlo, es muy buen chico, cuídalo cuando yo no esté. - Dicho esto comenzó a caminar detrás del chico con pasos lentos a causa de su avanzada edad.

Hoseok se encontraba ya en la habitación principal observando su bola de cristal recordando lo ocurrido el día anterior.

- Maestro... - Habló el menor volteando para ver a su mayor quien iba adentrándose en el lugar. - ¿Usted vio donde se quedaron los objetos que me escogieron? Ayer me quedé dormido con ambos en mis manos, pero no recuerdo haberlos visto al despertar. -

- No sabría decirte donde se encuentran Hobi, luego de que un hechicero escoge, los objetos desaparecen y solo vuelven a hacer aparición cuando otro aprendiz debe escoger. - Explicó. - Tal vez solo te imaginaste haberlos visto anoche, ya que no es posible que vuelvan a aparecer. - Hobi hizo una mueca de confusión, pero prefirió no hacer ni decir más. Miró a su mayor y se hizo a un lado para que pudiera acercarse a él y así explicarle lo que harían ese día. - Bueno Hoseok, la lección de hoy creo que será bastante difícil, tenía planeado como enseñarte a cuidar de tu especie, pero al ser dos tendremos que hacerlo algo distinto. Necesito que escojas una de las dos especies para poder comenzar. -

El hechicero menor ladeó su cabeza intentando escoger entre las dos especies, recordó lo que el libro le dijo "sigue lo que tu corazón y razón te digan" soltó un largo suspiro y la imagen del tridente llegó a su cabeza, así que, sin pensarlo dos veces habló.

- Demonios, mi intuición me dice que ellos deben ser los primeros. - Comentó sonriente mirando con sus ojos brillantes de emoción a su adverso.

- Bien, comenzaré a explicarte, tendrás que visualizar a tu especie fijando tu mirada en la bola de cristal, aparecerán algunas imágenes en este objeto, hay veces en las que tu tendrás que escoger que ver, pero otras veces la misma bola de cristal te abrirá la imagen importante, aquello que no debes perderte. - Hoseok asintió con su cabeza y miró su bola de cristal. - Empieza. - El mayor se hizo a un lado para que el menor tuviera mayor comodidad en la mesa.

Hobi se posicionó frente a su objeto sonriendo con bastante emoción, ya quería ver su primera imagen, visualizó a los demonios y en su bola se formó un espiral de colores verdosos, los cuales se fueron acomodando hasta dejar ver a dos demonios volando, al parecer dirigiéndose hacia algún lugar.

- ¿Quiénes son ellos? - Preguntó el menor sin quitar la vista de aquellos seres.

- Uno es Lucifer, el líder de los demonios, pero el otro no lo he visto, tal vez cuando los escuches platicar puedas entender quién es o a donde van y lo más importante, ¿por qué la bola de cristal te hizo ver esto? -

- ¿Qué sientes ahora que eres un demonio importante? -

Pregunto Lucifer mirando a su adverso. Ambos en la habitación al escuchar la voz proveniente de la bola de cristal pusieron toda su atención en lo que ocurría.

Seres mitológicos || Namjin +18 (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora