~Mundos Distintos Mismo Sentimiento~ [Jotakak]

☆ Conexión mutua

Tal y como habíamos acordado antes, después de clases solo regrese a casa para dejar mi portafolio y cambiarme el uniforme por ropa más cómoda. Empaque en una mochila solo la ropa que usaría esos dos días y también los deberes que había dejado para el fin de semana.

Me puse mi gorra, estaba listo. Antes de abrir la puerta de mi hogar mi madre me detuvo, solo para darme mi beso de despedida como ella solía llamarle.

- Diviértete con tu amigo. No se vayan a desvelar tanto y coman sano ¿sí? - rodé los ojos. Resignándome a asentir con la cabeza, así ella estaría más tranquila.

- yare yare daze - me di la vuelta para comenzar a caminar y quitarme el labial que me había dejado, ella me despedía agitando su brazo.

Tarde unos veinte minutos en llegar a casa de Kakyoin, toque el timbre y solo paso un par de minutos hasta que escuche sus pasos apresurados resonar en el piso de madera. Me abrió la puerta para que pasar, una vez adentro me guio hasta su a habitación para dejar mis cosas ahí.

Debía admitir que su familia era lo suficientemente estable económicamente como para tener una casa más grande que las casa convenciones en los barrios de Japón, incluso poseía un toque moderno. Lo único malo, es que se imaginaba la soledad que pasa Kakyoin, sintiendo que la casa era un más grande.

Me dejo decidir si quería dormir en el cuarto de huéspedes o dormir con él en el suyo, optando por el según. Debía ser aterrador dormir solo y lo más seguro es que Kakyoin ya estaba acostumbrado a eso.

Me dejo a solas para que me acomodara mis cosas en su habitación en lo que él bajaba para buscar algo de cenar para los dos. Terminando de acomodar, me dispuse a bajar para ayudarle, encontrándolo en el comedor viendo lo que parecía un volante de comida rápida.

Hasta el momento no se había percatado de mi presencia, aprovechando esto para aproximarme lentamente a él. Estaba tan cerca que podía percibir ese aroma tan característico desprender de su cabello.

- Deberías estar más atento a tu alrededor - susurre en su oído

Él de inmediato se asustó por la inesperada acción, dando un brinco en su lugar.

- ¡Jo-Jotaro! -

Volteo para verme mientras agarraba del lado del que lo había asustado, el enfado y el miedo hicieron que se olvidara del visible sonrojo que se había formado en sus mejillas. Otra vez esa sensación en mi pecho.

- Un día de estos me mataras del susto, idiota - me golpeo con el volante - No se que pedir para comer, aquí en casa no tengo nada para que tu puedas comer -

- Podemos optar por algo de sushi - No era necesarias las palabras como para descifrar su duda sobre si era correcto comer tan poco saludable - Solo por esta vez, podemos probar -

Percibí que mi voz, no había sonado como de costumbre y lo noté cuando Kakyoin se puso ligeramente nervioso a la vez que un suave rubor invadía sus pómulos.