Capítulo 25

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Kyuhyun's POV

Al llegar pensé en esperarla abajo, pero no me pude contener y llamé al piso de una vecina que me abrió el portal sin problemas, la mujer se creyó lo de que iba a recoger a mi novia. Ojalá fuera completamente cierta esa frase. Subí las escaleras de dos en dos no sin antes asegurarme de haber cogido el collar y cuando llegué no dejé de tocar el timbre hasta que abrió.

-¿Quién es?-preguntó abriendo la puerta todo lo que la corta cadena le dejaba.

-Soy yo-contesté.

-¿Kyuhyun?

-Si no hay otro con mi voz, pues sí, soy Kyuhyun, ¿porqué le has puesto el pestillo a la puerta?

-Para que nadie me vea si vienen a visitarme...

-¿Es porque se podrían caer de culo al ver a un ángel?

-Todo lo contrario-dijo con voz apagada.

-Sophie, ¿qué pasa? Déjame entrar.

-Kyu...

-Por favor.

Cerró la puerta y escuché cómo corría la cadena y volvía a abrir para dejarme entrar. Estaba preocupado ¿qué le había pasado para estar así? Nada. La miré de arriba a abajo y a mí sí que casi me pasa algo, un infarto por lo menos, porque estaba...parecía una diosa. No, no lo parecía porque era una diosa y decir eso era poco. Su grácil cuerpo dentro de ese vestido que le llegaba hasta las rodillas y acentuaba sus largas piernas, aquellos lindos tirabuzones de pelo castaño cayendo en cascada por su espalda y enmarcando su cara...eso era lo que no encajaba con lo demás, su cara, su expresión de desolación.

-¿Ha ocurrido algo?-pregunté con el corazón en un puño.

Ella solo se sentó en el sillón y puso la cara entre sus manos. Me puse en cuclillas delante de ella y las aparté con cuidado dejando al descubierto su rostro inocente-.Sabes que me lo puedes decir, sea lo que sea-dije con suavidad.

-Yo...no quiero ir Kyuhyun-dijo antes de que sus labios formaran una línea.

-¿Es por algo en especial?-pregunté con cautela, ahora una pregunta mal formulada podría estropearlo todo y sería capaz de sufrir por algo pequeño.

-Oh Dios mío Kyuhyun, ¿no se nota?-contestó fruciendo el ceño.

-Ehh...

-Mírame-se levantó-. Parezco...parezco un saco de patatas con esto, ni siquiera sé moverme-caminó hasta el espejo de cuerpo entero que había en la puerta de su cuarto-. Voy a hacer el ridículo como siempre he hecho a cada sitio al que voy.

Caminé y puse mis manos en sus hombros, bajé un poco la cabeza y la puse a su altura-¿Has bebido?-le pregunté. Giró la cabeza mirándome con gesto de indignación. Iba a decir algo pero la corté antes.- Me has dicho que te mirara ¿no? Eso estoy haciendo, estoy mirando a la increíble mujer que está reflejada en el espejo. Estoy mirando a esa mujer que es guapa, fuerte y segura de sí misma, la cosa es ¿te miras tú realmente? Por favor, hay que ser muy lerdo para pensar que te ves como un saco de patatas-me erguí y la miré a los ojos, Sophie parpadeó varias veces-. Ahora cierra los ojos, tengo algo para tí.

-¿Eh?-dijo y cuando al parecer procesó lo último que dije, negó con la cabeza.

-Sophie, es una sorpresa, necesito que me ayudes.

-Entonces dime primero qué es.

-¿Confías en mí?-le pregunté. Se suponía que era una pregunta de broma pero me salió el tono serio, en realidad era una cosa que necesitaba saber. Sophie me miró por un rato y luego, cerrando los ojos, miró hacia delante. Yo sonreí a pesar de que no me veía y saqué el collar de su caja, con cuidado aparté unos mechones de pelo y se lo coloqué. Estaba tan cerca que pude notar cómo se le ponía la piel de gallina ante el frío tacto de la plata.

Sophie abrió los ojos antes de que le dijera que podía y dio un grito ahogado al ver el collar.-Pero...¡Kyu!-exclamó.

-¿Te sientes mejor?

-No...-dijo aunque esta vez sus labios hicieron un amago de sonrisa.

-¿Porqué?

-Porque mi regalo es mil veces peor que el tuyo. Apenas conocía tus gustos y te compré lo que me parecía que te iba bien pero tú tampoco conoces mucho mis gustos y has acertado bastante con esto-señaló el collar.

-Que me acompañes al baile es, para mí, mucho más valioso que ninguna joya.

Se puso roja y yo me reí. Iba a agitarle el pelo como acto reflejo pero ella se apartó.-Espérame en el salón. Dejé encima tu regalo así que ábrelo mientras termino de prepararme.

Sonreí y cuando iba a mitad de camino me paré.-¿No quieres estar presente cuando lo abra?

-Ni loca, me muero de vergüenza-dijo cerrando la puerta de su cuarto.

Efectivamente el regalo estaba encima de la mesita del salón. Lo cogí y al abrirlo no pude reprimir reírme un poco pero me tapé la boca para que ella no se diera cuenta. Una camiseta de Batman, solo a ella se le ocurría semejante cosa pero eso me hacía pensar ¿quería decir que yo era su Batman?

A los quince minutos salió con la máscara y yo me puse la mía porque se me había olvidado, le ofrecí el brazo el cual aceptó sin dudar y cuando llegamos al coche le sostuve la puerta.

***

La casa de los amigos de Celine era una gran mansión a las afueras de Londres y estaba llena de gente con máscaras. Un joven que parecía ser el mayordomo nos pidió los abrigos así que se los entregamos. Todo parecía sacado de una película estilo 1800 y Sophie parecía encantada con todo lo que veía.

-¿Le agrada el lugar, mi Lady?-le pregunté con voz grave.

-¿Te estás haciendo pasar por un noble victoriano o qué?

-Sé que te gusta.

-¿Ah sí?

-Es que eres muy predecible-dije con una sonrisa y ella torció la boca-. Venga ya, no hay más que verte mirar hacia todos lados como si estuvieras analizando las cosas que hay aquí.

-No sé si tomármelo como un cumplido o...

-Todo lo que dice tu Batman es un cumplido, incluso lo de cuervo.

-Ya...entonces para entrar a mi edifico ¿saltaste por la ventana del rellano, Batman?

-No, es que tu vecina me adora.

-¿La anciana?

-¿Esa es la que vive encima tuya?-ella asintió-. Sí, esa.

-Kyuhyun, deja de ligar con maduritas.

-Eres...eres de lo peor-dije haciendo una mueca de asco exagerada.

-Pero te caigo bien-dijo riendo.

-Será eso-respondí con una sonrisa.

Kyu u are the one(Kyuhyun Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora