Capítulo 24 "Ya no aguanto más"

65.7K 4.5K 2.2K
                                    

Su mirada sigue centrada en la mía y yo mantengo mis manos bloqueando sus brazos. 

Ahora no se puede mover y no parece que quiera hacerlo, no noto ningún movimiento de ella.

Me quedé inmóvil por un instante, no comprendiendo esa fuerza que me obligaba a estar en esa postura. 

Grace seguía mirándome pero esta vez con dulzura y nerviosismo. Sus pupilas de nuevo se dilataron y supongo que las mías también. 

Mi pecho empezó a subir desesperadamente cuanto noté que Grace dirigió su mirada hacia mis labios. Me acerqué un poco para acabar con la distancia que nos separaba pero alguien me detuvo, y no, no fue Alison, fue mis estúpidos pensamientos.

—Grace... no creo que esto esté bien —susurro pudiendo notar que también le costaba respirar.

 La mirada triste de ella me hace pensar que también estaba deseando que algo ocurriese, pero había que ser realistas, no estaba bien. 

Me alejo de ella sintiendo como algo clava mi corazón y la miro avergonzado. En mi vida me había sentido así con alguien. Nunca nadie me había enamorado. 

Ella se levanta del sofá como si nada hubiese pasado. 

—Nos vemos el lunes —me dice de manera fría.

Se dirige hacia la puerta y de nuevo esos pensamientos de antes invaden mi cabeza. Sin pensarlo dos veces, acabo arrepintiéndome de lo de antes y me dirijo hacia ella, bloqueando la puerta con mi mano. 

Grace queda inmóvil frente mí y yo trato de que me mire a los ojos. Necesito hacer que me mire.

Con delicadeza levanto su mentón y ella desvía la mirada hacia un lado. 

—Mírame Grace, por favor —le suplico desesperado. 

Ella hace caso y de nuevo nuestras miradas se conectan. 

Me acerqué de nuevo para sentir como su pecho subía y bajaba con dificultad. Me hacía sentir más vivo verla así, verla también desesperada. Sus ojos no se habían apartado, pero noté como tragaba fuertemente y su boca se ante abría un poco. 

Dejó que mi pulgar se desplazara hasta posarse en su mejilla y ella cerró los ojos inmediatamente. Soltó un pequeño suspiro ante mi acaricia y yo sentí la calidez de su piel. 

Retransmitía una energía inexplicable. 

Recordé la noche esa en que sentí el impulso de besarla en el taxi. Nuestras respiraciones estaban irregulares. Teniéndola así, sobre mí y con su rostro a escasos centímetros del mío, no sabía que debía hacer. 

—Pearce... —me susurró Grace queriendo parar, pero ni ella misma se podía controlar. 

—Lo siento Grace, pero ya no aguanto más —solté acabando con la pequeña distancia que nos alejaba. 

Me incliné un poco para que mis labios tocaran los suyos. Cuando nuestros labios se juntaron, un mundo de sensaciones inundó mi cuerpo, sentí como cada músculo se relajaba y mi mente quedaba completamente en blanco. 

Los labios de Grace estaban tensos, pero después de unos segundos me siguió tímida y torpemente. Mis manos viajaron a sus caderas y la pegué más a mi cintura, provocando un jadeo por parte de ella. Nuestro beso empezó a cobrar más intensidad y ella se atrevió a poner sus brazos por mi cuello, acercándome más a ella.

Besarla se sentía tan natural y tan ardiente al mismo tiempo que me resultaba difícil separarme de ella.

Ninguno de los dos queríamos parar. Las pequeñas manos de Grace recorrían mi cuello, mi cara..., causando que mi corazón bombeara fuertemente.

El profesor AllenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora