veintiséis.

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la música sonaba a un volumen moderado mientras que Irina se terminaba de arreglar, irían donde Alejo hacer un asado y aunque no era la gran cosa tenía ganas de ponerse linda. Puede ser que esas ganas tengan que ver con que haya una posibilidad de que Daniel llegue.

Candela entró en la habitación de su hermana y se sentó en la cama para verla con una sonrisa.

— que bombón ¿para dónde vas tan linda? —le preguntó, Irina se giró para verla.

—voy con Mauro a lo de Alejo ¿irás? —le contestó mientras se pasaba el rímel.

—nah, yo me voy a ver con mis amigas —respondió.— Iri, mirá yo no quiero cagarte la noche ni bajarte los ánimos...

—¿pasó algo? —le bajó volumen a la música y la miró con algo de preocupación.

—ayer te vi hablando con Daniel, y mirá gordi porque sos mi hermana te lo digo. El boludo este está en algo, por ahí me dijeron que es el chongo de una chica que es influencer o algo así. Capaz es mentira, no sé. — la morocha se quedó en silencio mirando al suelo— justo por eso no quería decirte — decía mientras se levantaba de la cama, se acercó a ella y la tomó por la barbilla— no quise bajarte los ánimos perdóname, soy la peor.

—eu Cande no, tranqui que yo estoy bien —le mintió— él y yo hace banda que no estamos, está en todo el derecho de hacer su vida. Vos tranqui que yo estoy bien. —entre más lo dijera más rápido se iba a convencer a si misma.

—dale, voy hacer que te creo pero si ocupas algo llámame. —Cande dejó un beso en su frente, le dio un corto abrazo y después salió de la habitación.

se miró al espejo y la sonrisa que tenía hace un ratito se le había ido. Sentía que el ponerse así era una estupidez, se culpaba por dejarse llevar por sentimientos pasados y creer que él la estaría esperando.

aún así quería creer que podía ser un rumor, una lucecita de esperanza aún habitaba en ella.

terminó de arreglarse, tomó sus cosas y bajó Mauro hace cinco minutos le gritó que ya estaba por irse. Mientras bajaba las gradas se encontró con Cande que también ya iba de salida, fueron hasta el living para despedirse de sus padres.

—che pero que par de lindas, toda la belleza de la familia se la quedaron estas dos boludas. —decía Mauro mientras se ponía en medio de ambas para abrazarlas.

—es que tus hermanas sí se bañan. —respondió su padre. Finalmente se despidieron, salieron de casa Mauro e Irina se subieron al uber que ya estaba afuera y Cande se fue en el auto con sus amigas.

en el trayecto Irina miraba por la ventana mientras trataba de parar todas las vueltas que su mente estaba dando, no quería hacerse la cabeza con ese tema pero se le estaba haciendo difícil. Ni tan siquiera se dio cuenta en qué momento llegaron a la casa de Alejo.

se bajaron del auto y caminaron hasta la puerta de la casa, que segundos después de ser tocada fue abierta por el dueño. Los saludó con el mismo cariño de siempre y fueron al patio.

parecía ser una noche tranquila porque no había mucha gente, aunque en realidad estando con ellos todo podía pasar. Saludaron a Lucho y Neo que estaban ahí y según había dicho ysy, Ivo iba a llegar.

Irina pensaba en que podían llegar diez mil personas que mientras él no llegara ella iba a poder estar tranquila y disfrutar.

se dispuso a conversar con Alejo, era con el que más confianza tenía y siempre disfrutaba las conversaciones con él así fuesen de la cosa más mínima.

—sí pero bueno, nunca he sido de exponerme mucho  —le contaba— la Cande sí porque ese es su ambiente y sabe manejarse, además yo no doy para esas cosas.

—¿qué decís loca? Sos tremendo bombón mi amor —la animó— no voy a permitir que te andes tirado abajo.

—nah, es que si con lo poco que subo me viven bombardeando con cosas de Mauro, imagínate siendo activa. Además vos sabés que yo no soy hermana hermana de...

—eh que decís loca —la interrumpió Mauro— de mi hermana no vas andar hablado así —le dijo para después cargarla y dar un par de vueltas con ella.

—pará estúpido me vas hacer regar la birra, idiota. —decía en medio de risas— ¡Mauro!

—¿qué te pasa boluda? Desde cuándo vos andás en esa —le preguntó mientras la bajaba, desde que salieron de la casa la notó triste pero no quiso preguntarle.

Lutz iba a responderle, pero se quedó en silencio cuando en el jardín apareció khea, detrás de él venía Daniel y no venía solo esto confirmó lo que su hermana le dijo en casa.

él ya había cerrado capítulo.

ojeras negras ; dani ribba. Where stories live. Discover now