"Tú serás la siguiente", esas palabras no paraban de recorrer la cabeza de Dana, mientras temblaba, ese momento, el peor de su vida, se le vino a la cabeza: la muerte de su abuelo, la primera muerte que vio. Pese a todo el tiempo que había pasado, ella seguía sin comprender porqué lo hizo. Definitivamente, era el peor recuerdo que tenía, y lo acababa de revivir.
- ¡Dana! -Exclamó James, mientras fue a leer lo que ponía en la pared. Su cara cambió, no podía creer lo que veía, en ese momento descubrió que aquel pueblo no era uno normal.
- ¿Quién demonios escribió esto...? -Dijo Dana, mientras intentaba calmarse, no podía, había algo en su interior que no se lo permitía.
James se giró y vio en la esquina a Casandra Martínez, mirando la escena, en su cara parecía estar disfrutando, pero a la vez parecía que algo le daba rabia, realmente James no pudo ver qué decía aquella expresión de esa señora mayor, la cual tenía un gran prestigio en el pueblo, se la conocía como la señora más adinerada del pueblo, y su familia igual.
- Oye Dana... vayamos para dentro, no deberíamos seguir fuera. -Sugirió James, no le gustaba esa situación, algunas mujeres mayores comenzaron a mirar desde las ventanas de sus casas la situación, unas impresionadas, otras mirando con rabia,... era una situación incomoda.
Después de unos minutos, Dana consiguió volver en sí y calmarse, y pasaron para dentro de la casa. Los recuerdos volvieron a inundar la mente de ella, hasta que pasó al salón, y revivió aquella escena, aquella muerte que aún no podía superar.
En ese instante recordó el sótano, cuando era pequeña descubrió que había una puerta detrás de un pequeño armario viejo. Aún recordaba las palabras que le dijo su abuela al saber que lo descubrió: "Cuando seas mayor, te mostraré lo que hay ahí, creo que realmente te hará muy feliz", pero ese momento nunca llego ni llegaría, ya que su abuela estaba muerta. Esa puerta era imposible de abrir, era bastante resistente, pero tenía cerradura, en su infancia, Dana nunca logró encontrar la llave de aquella ansiada cerradura, pese a que lo intentó en numerosas ocasiones.
- James, esta puerta... me intriga desde que era pequeña, pero nunca pude llegar a saber que hay dentro. -Dijo Dana, mientras tocaba la vieja puerta llena de polvo, ella realmente había perdido la esperanza de algún día poder llegar a abrirla.
De repente sonó la puerta de la casa, James y Dana se asustaron, ella no recordaba que desde el sótano el sonido de la puerta resonaba y hacía que fuera mucho más fuerte. Subieron y abrieron la puerta.
- ¡Dana, cuánto tiempo! -Exclamó Héctor, mientras fue a abrazarla.
- Vaya, creciste mucho eh... -Dijo Marcos, mientras cruzaba los brazos.
- ¡Hector, Marcos! -Exclamó Dana, mientras fue corriendo a recibir el abrazo de Héctor. - ¿Después de tanto tiempo siguen viviendo en el pueblo? -Preguntó Dana.
- Yo vengo de vez en cuando, aunque ahora llevo 4 meses seguidos viviendo aquí. Y este imbécil... sí, sigue viviendo aquí, con sus padres. -Dijo Marcos, mientras miraba a Héctor riéndose.
- Marcos, sabes que tengo mucho cariño a este pueblo, pero ya llegará el momento de irme. -Dijo Héctor, de forma graciosa.
- ¿Tú eres James, no? -Preguntó Marcos, mientras le estrechaba la mano. - Encantado.
- Sí, es un placer. -Dijo James.
- Vaya... realmente tienes mucha suerte de tener a Dana de novia, aunque de pequeña era más rebelde que ahora. -Dijo Héctor mientras se reía.
- No cuentes esas cosas, Héctor, al final le vas a espantar. -Suspiró Dana, mientras miraba a James. - Pasar, chicos, ¿vinieron a decirme algo importante?
- Pues, realmente no, queríamos darte la bienvenida por volver al pueblo, después de todo, somos los únicos que quedamos del grupo. -Dijo Marcos, mientras pasaba dentro.
- Así que los demás se fueron, ¿eh? - Dijo Dana, mientras preparaba un té para los demás. - Cuando me fui pensé que todos seguiríais toda la vida aquí, qué inocente era, después de todo, fui la primera en irme.
- Sí, pero entiendo que te fueras, es normal que te siguiera afectando el tema de... ya sabes, tu abuelo. -Dijo Héctor.
- Después de ti se fueron Marta, Carlo, Miriam y Elisa, en ese orden. -Dijo Marcos, se quedó pensativo, pensando en todos los momentos que pasaron juntos.
- Pensé que tú serías uno de los primeros en irte y no volver, Marcos, que irónico. -Dijo Dana mientras se reía.
- Realmente hasta yo lo pensaba, pero finalmente no pude separarme de este pue-
- ¡Héctor! ¡Héctor! - Comenzaron a llamar a la puerta con una gran fuerza.
Fueron corriendo a abrirla, y se encontraron al padre de Héctor, Elias.
- ¡Papá! ¿Qué pasa? -Preguntó Héctor, mientras intentaba calmarle.
- Acaban de encontrar muerto a Isaac, en su casa. Ya están yendo para allá Daniela y los demás del hospital, aún no se sabe qué ha pasado. -Dijo Elias, el padre de Héctor, hasta él intentaba calmarse, pero después de ver eso, era difícil.
- ¿Y cómo murió? -Intervino Dana bastante nerviosa, podía haber preguntado mil cosas o haberse mantenido callada, pero algo la decía que debía preguntar eso.
Él... murió colgado, se suicidó
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El Pueblo Morehouse
Misterio / SuspensoUna pareja (Dana y James) decide mudarse a un pequeño pueblo llamado "Morahouse", el cual tiene mala fama por varias leyendas, debido a la muerte de la abuela de Dana, heredan una casa allá. Lo que ellos no saben son los misterios que guarda ese pue...