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¡Yo no lo hice!
El Harem rápidamente volvió a su normalidad después de la llegada de los príncipes y el Sultán, las concubinas estaban limpiando el piso, las paredes y las ventanas. Isabella se estaba encargando de hacer las camas.
–Viste al Príncipe Mehmed, es muy guapo–dijeron las concubinas suspirando–. Espero que el me pida la noche.
–A mí me gusto el Príncipe Mustafá–dijo una concubina sonriendo–. Es tan valiente y poderoso–suspiro–. Isabella, ¿Quién de los Príncipes te conquisto?
–Nadie...–dijo haciendo la cama–. Ninguno de los Príncipes me conquisto, no sé realmente qué le ven, es una estupidez.
–¿Estupidez? –Pregunto una concubina–. Yo lo considero un atajo para ser una Sultana y no una esclava de por vida.
–Igual no te dejaran ser libre.
–Pero seré poderosa–dijo la concubina sonriendo–.
En los aposentos del Sultán estaban sus hijos mayores comiendo y viendo los beneficios que les trajo conquistar Venecia además de las chicas que secuestraron podrían hacer un Palacio en esas Tierras.
–Deberías haber visto a las concubinas Mehmed que llegaron–dijo Mustafá comiendo–. Son hermosas–muerde su labio–.
–No soy como tu Mustafá–dijo Mehmed serio–. En mi corazón solo esta Esmehan y mi hija.
–Se que eso es mentira–lo mira sonriendo–. No te vengas a hacer el ángel conmigo, sé que llegará una concubina y te hará olvidarla en menos de cinco segundos–ríe–.
–Como tú, olvidaste a Rumeysa–responde riendo–.
–Si digo no, es que vi una concubina nueva que la verdad es muy hermosa y se que sera mía–dijo Mustafa riendo–. Solo son para el rato.
–Esa concubina es solo un capricho para ti–dijo sonriendo–. Deberías dejar de pensar en esas cosas egocéntrico.
–Puede ser, pero quiero tenerla–sonríe– No parare, créeme.
–Hablando de mujeres mis hijos–entra el Sultán Solimán a sus aposentos–.
–Mustafá está hablando de eso papá, yo soy más bien de batallas–comenta divertido–.
–Mi hermano no sabe divertirse, es un aburrido–bromea Mustafá–. Llegamos de la guerra hace unas horitas y tú ya pensando en batallas deberías parar por un momento.
–No soy como tu Mustafá–lo mira–. No voy dejando a chicas con el corazón roto.
–Mehmed ellas solo quieren poder–sonríe–. Quieren entrar a nuestras camas además ellas obtienen lo que quieren y yo obtengo placer.
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Feriha Sultán (Editando)
Ficción históricaDicen que nuestro destino esta escrito mucho antes de que naciéramos donde tenemos que enfrentarlo sin saber el precio de este, primero fui Isabella de Venecia, luego fui Reyhan Hatun, paso el tiempo donde me convertí en Kosem Sultán y finalmente me...