SICARIA [Codicia #1]✔️

Unos años más

Nota: *Este extra narra lo ocurrido con Alessandra años después del último capítulo, pero es considerado un SUPER SPOILER si quieres leer Prohibida, si vas a leer esa historia no sáltate esto, enserio. Si no la leerás, pero no quieres quedarte con la duda, adelante.*

Espero les guste.

Años atrás...

Alessandra

El color gris se ha convertido en el color más odiado por mí, todo está cubierto por él intensificando así mi ira, hacia mí especialmente. Una mujer corpulenta me empuja para que recorra el pasillo mientras varias internas gritan cosas que me hacen fruncir el ceño, esto es realmente ridículo. Años evadiendo a la policía para terminar entregándome, pero ¿Qué esperaba? Una persona como yo no puede tener una vida normal, tenerla es como ese sueño de niño que es imposible. Resoplo cuando la reja aparece frente a mí y la mujer se adelanta abriéndola, puedo matarla ahora, pero solo sería empeorar las cosas y realmente no me apetece. Me empujan dentro donde me encuentro con tres mujeres; una pelinegra con ojos miel la cual es delgada y tiene una cicatriz en el cuello, una mujer con la mitad de la cabeza rapada y con un tatuaje en la cabeza y la ultima la cual parece ser la más alta y mal humorada; lleva el uniforme color naranja al igual que todas mientras mantiene sus ojos fijos en el suelo.

— ¿Qué ves? —Espeta y frunzo el ceño.

—Mantengan su boca cerrada —habla el guardia y ruedo los ojos.

Ignorando a la mujer me acerco al catre despejado y me siento en este apoyando mi espalda a la pared. El lugar es algo amplio permitiendo que los catres estén algo alejados mientras el retrete tiene una cortina para más "privacidad". Mantengo mis ojos fijos en la pared del frente ignorando los dos pares de ojos sobre mí. Treinta años no se pasan tan rápidos y puede tornarse aún más lentos si tienes a tu enemigo al lado, claro, si no te hace la espera más corta enterrándote un puñal en el pecho. Dejo salir un suspiro y cierro los ojos al tiempo que abrazo mis piernas. Mi mente viaja a todo lo ocurrido en los últimos meses, todo lo que yo era lo cual se podría resumir en dos palabras: Una asesina. No sé si puedo dejar de serlo, pero sin duda trataré, a menos que se metan conmigo. Relamo mis labios abriendo los ojos cuando percibo movimiento cerca de mí, encuentro el rostro de la mujer con el tatuaje en la cabeza la cual me mira fijamente con la curiosidad brillando en sus ojos. Frunzo el ceño incorporándome al tiempo que mi cuerpo se pone en alerta.

— ¿Qué? —Pregunto a la defensiva, pero ella permanece en silencio—¿Qué? —Insisto molesta y segundos después ella me dedica una sonrisa que me deja confundida.

— ¿Barbie? —Pregunta y mi cuerpo se tensa por lo dicho.

—Alessandra —corrijo y ella niega acercándose. La sigo con la mirada preparada para cualquier cosa.

—No te la des de santa, todas aquí sabemos de tu llegada —habla la mujer del otro lado de la celda aun con la mirada fija en el piso.

— ¿Por qué saben? —Pregunto con el ceño fruncido cuando la mujer de la cicatriz se acerca también.

—Era un gran acontecimiento, debíamos de saber para estar preparada —responde con las manos metidas en los bolsillos del uniforme.

—No entiendo —digo levantándome y ellas sonríen mientras la otra mujer se encuentra en la misma posición en la que la encontré.

—Todas aquí te tiene cierta admiración y otro odio, pero las primeras se podrían considerar más —responde la mujer de la cicatriz—mucho gusto, North —agrega tendiéndome la mano.

—Alessandra —respondo entrecerrando los ojos al tiempo que acepto su mano—ella es Mack —dice señalando a la del tatuaje—Emily —agrega mirando en dirección a la otra chica.