Capítulo 34

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No podía dejar de llorar, estaba en mi cuarto, me refugiaba en las sabanas. Los comentarios me inundaban "Es idéntico a él" "¿Quien lo diría? Ya Zaid hizo abuelos a Greta y Dereck"  "Ya estaba en edad de ser padre" me sentía traicionada.

Zaid logró salir de la cárcel a los pocos días, se volvió a hacer la prueba con ese niño y volvió a salir positiva, es todo. Lo había perdido, había perdido a Zaid.

Joanna le había puesto condiciones muy específicas para ver al niño, formalizar una relación.

>>>—Te firmaré cualquier cosa que necesites, para que puedas estar con Joanna y con tu hijo— dejándole el anillo, el lobo tenía la mirada baja.

—Espero que puedas perdonarme Romina— no lo quise escuchar. <<<

Me dolían los ojos de tanto llorar, ya llevaba 2 años así, nos habíamos divorciado hace 1 año y medio, mi hermana Lilian me diagnosticó depresión, ya no estoy en la división con Mateo, evito ver a mi familia, me dolía todo, no quería saber nada de nadie, solo vivía para comer, beber, mis necesidades primarias.

Estaba en Suiza, había decidido tomarme mi tiempo a solas, para aliviar mi alma.

Me había hecho amiga de un granjero de llama Antony, era mi psicólogo casi creo, lo ayudaba a cosechar y él me pagaba con techo y comida.

Escucho que tocan la puerta desesperadamente, eso era lo más raro, Antony me dijo que iba a salir.

—Quiero estar sola —fue todo lo que dije sin abrir la puerta, cuando de pronto. El ambiente de la habitación se hizo tan difícil de respirar, el techo comenzó a crujir.

No me podía levantar, ahí estaba el espíritu del ancestro de Andrea, se le veía totalmente el rostro, quería gritar. Me lanzo contra mi ventana, esta se rompió.

No me podía mover estaba totalmente paralizada, ya no tenía la magia de Zaid, sentía como el peso de su sobra era tan fuerte en mis piernas que se escuchaba como se quebraban, era un crujido, insoportable.

Algo me estaba pasando me estaba sintiendo que me moría.

—Ayuda— conseguí gritar como pude, tratando de arrastrándome, estaba en una especie de Shock, grité cuando me arrastro y me lanzo por la ventana.

Sentía las ramas de los árboles impactar contra mi cuerpo, empecé a pensar en las personas importantes para mí.

Mis padres, mis hermanos, él. Sentí el impacto en el suelo, veía todo en cámara lenta, mi respiración cada vez estaba disminuyendo.

En eso vi a mis papás junto con tía Marlen, mi tía Andrea, mi tío Evan, tenía tanto tiempo que no los veía. También vi a Norte junto con Mateo, comenzaron a hacer una plegaria.

—Princesa, te vas a poner bien— decía Hafner, tratando de sostenerme, me dolía todo.

—Déjame morir— susurraba con dolor.

—Tiene fiebre, está delirando— escuche la voz de mi tío Evan. En eso vi llegar a James, comenzando a hacer una plegaria.

—Vas a salir de esto Mina — vi a Norte, Mateo y James haciendo una plegaria sobre mi.

Mientras tanto en Deiley, Greta estaba preocupada.

—Sabía que era falso esto Dereck, mira — la prueba de ADN que le habían hecho al hijo de Joanne, estaba impregnada en magia negra. Arrojando el verdadero resultado de la prueba "negativo"

—Pero ¿Como? ¿Zaid ya sabe?— en eso llego el mini Weisz.

—Sabía que había algo raro mamá, mi lobo jamás pudo reconocer a ese niño—con una sonrisa tranquila, sintiéndose liberado. Pensando en una sola persona, en la que quería ver ya.

Los tres Weisz actuaron muy silencioso durante estos años, comenzaron a evidenciar que Joanna tenía un olor peculiar, el niño ni siquiera podía convertirse en lobo, los rasgos físicos comenzaron a cambiar muy drásticamente.

Hasta que se sintió un dolor que lo hizo doblarse en el piso "Mujer de un solo lobo" las mismas palabras que tanto recalcó Evan, estaban surgiendo efecto.

—Romina— susurró Zaid después de tantos meses que no decía su nombre— algo le está pasando—

Mientras tanto en Suiza, se había cumplido lo que tanto querían. Varias personas en capa negra le dieron batalla a Hafner y todos los Decanini.

Inclusive a los arcángeles que estaban ahí velando por Romina.

Andrea los reconoció inmediatamente, las insignias que portaban en sus capas negras.

—Es el momento, para que él maestro tome posesión de este cuerpo— Hablo una mujer acercándose a la chica, se quitó la capucha, era Joanna. A lado de ella, estaba la socia de Zaid.

El cuerpo de Romina comenzó a convulsionar.

—Hafner, mi hija — gritaba Roxan desesperada, pero las pociones que le lanzaban, la estaban debilitando.

—Aléjense de ella— gritaba Andrea enfrentando a sus parientes —¿Qué quieren de ella? Ella es ajena a nuestro círculo— lanzándoles posiones combatiendo magia negra contra magia blanca.

Romina abrió los ojos, su mirada había cambiado, ya no era la misma mirada dulce llena de luz, identificó rápidamente a la causante de su sufrimiento y la tomo del cuello levantándola en el aire.

La lanzó contra unos árboles.

—Mateo — gritaba la chica en el piso — encadéname ahora, no aguanto, esta dentro de mi y me esta ordenando matarlos a todos—

James la tomo de los brazos, para detenerla. Romina gritaba, pero su voz era distinta.

—Perdóname Romina—pronunció Mateo, cuando sacó su arco y flechas, la chica se soltó del agarre de James como si fuera una pluma iba hacia Mateo, pero este le lanzó la flecha, que le dio en el pecho, convirtiéndola en una bola blanca.

Ahí estaba Romina Decanini, contenida en esa esfera blanca. Las brujas de magia negra lo habían conseguido, habían destrozado a una chica de corazón puro, la habían alejado de su familia, la destrozaron a tal punto que doblaron su espíritu fuerte y libre.

No quedaba rastro de ese ser tan puro de corazón que era Romina Decanini, ya no más.

Déjame volar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora