𝐘𝐔𝐀𝐍𝐅𝐄𝐍

𝐎𝐂𝐇𝐎

Después de ver dos de nuestras películas favoritas nos pusimos a hacer unos deliciosos macarrones para tres personas, ya que luego de la escuela vendría Bruno, el hermano de Carla.
El timbre sonó cuando nosotras estábamos organizando la mesa.
Fuí a abrir.

Cómo de esperar era Bruno, quien me tendió una botella y se adentró como si fuese suya propia. Después los tres nos sentamos a comer.

— ¿Y cómo conociste a Liliam? - Le preguntó a su hermana.

— Me estaba ayudando a librarme de tu simpática novia. - Rodó los ojos.

— Me dijeron que hoy tuvo un problema contigo, ¿es eso verdad? - Volvió a decir a su hermana.

— En realidad si, pero Liliam de nuevo me volvió a ayudar. - Me sonrió.

— No hay problema ya lo sabes. - Le sonreí con ternura.

— Bruno, tendrías que haberle visto la cara. - Rió cómo loca.

— Creme qué la vi, cuando se acercó a nuestra mesa para decirme que Liliam le había dicho lo de cagar. - Río. - Absolutamente toda la mesa nos empezamos a reír. - Dijo respirando nuevamente.

No llegaba a comprender porque Bruno es su novio, se rie de ella, y ella humilla a su hermana, supongo que más adelante Carla me lo contará.

— Y eso no fue lo mejor. - Río.

— Régis también nos contó lo que le dijiste a su amiga. - Río haciendo que yo me pusiera completamente roja.

Definitivamente en ese instituto no se pueden guardar secretos, nadie tiene vida.

Mientras hablábamos sobre cosas y personas de el colegio terminamos de comer, por lo que recogí la mesa y al terminar me encontré con los hermanos viendo la TV sentados en mi sofá. Iba dirección a ellos pero el timbre me interrumpió, así que con calma fui hacia la puerta.
La abrí y no pude creerme lo que vi, más de 50 personas de mi instituto.

— ¿Que hacéis aquí? - Levanté una ceja.

Iba a cerrar la puerta ya que no optenia ninguna respuesta pero alguien  se hacía camino entre la gente.

— ¿No me ibas a invitar? - Dijo Kool.

— ¿Que haces aquí y porque tragiste a toda esta gente? - Dije ya irritada.

— ¿No es obvio? Nos unimos a la fiesta. - Sonrió.

— Ni hablar. - Intenté cerrar la puerta pero Kool me empujó a un lado y mandó entrar a todo el mundo.

No me puedo creer lo que voy a tener que limpiar luego.