BakuDeku / DekuBaku: Buen chico +18

Parte 4: Inquietudes

Los rayos de sol que entraban por la ventana habían despertado a Katsuki antes de que sonara la alarma. Éste se encontraba mirando detenidamente a la persona que dormía de lado junto a él con la cara medio enterrada en la almohada.

Recordaba lo ocurrido la noche anterior con cariño. Le daba cierta ternura recordar cómo se había esforzado el menor tratando de complacerle; aunque su torpeza no fuese de mucha ayuda valoraba mucho su interés y sus ganas. Él tampoco tenía experiencia, pero no estaba tan nervioso como Izuku y eso había jugado a su favor. De todas formas era consciente de que la única manera de mejorar en sus relaciones sexuales era practicando y hablando al respecto.

La luz empezaba a molestar a Deku, que fruncía el ceño por los rayos que le deslumbraban estando todavía dormido. "Por qué tan adorable, pequeño Deku" pensó el mayor acercando su mano a la contraria para rozarla con suavidad, a lo que Izuku respondió agarrándola para acercarla a su rostro, todavía dormido. Estos momentos de calma acabarían siendo de gran valor para el rubio.

Tras unos minutos más el de ojos verdes despertó, encontrándose con el mayor mirándolo con atención y tomándole la mano. Su expresión se tornó alegre:

- Bueno días, Kacchan - dijo sonriente llevando la mano ajena a su rostro para autoacariciarse la mejilla.

Izuku tenía un despertar de lo más dulce y mimoso, mientras que Katsuki... por lo general se despertaba tranquilo, pero las interacciones humanas antes del desayuno en seguida le ponían de mal humor. Aunque podría acostumbrarse a ver esa puta sonrisa cada mañana.

- Hum... sí... - el mayor fingió estar adormilado para acercarse y posar su quijada sobre el hombro de Deku, abrazándolo suavemente por la cintura. El de ojos verdes correspondió al abrazo, recorriendo el camino desde la nuca del mayor hasta su coronilla, sintiendo los mechones de su cabello entre los dedos.

- ¿Has dormido bien? - preguntó dándole un besito en la mejilla.

- Poco, pero sí, pensaba que dormir con otra persona me iba a resultar molesto, pero ocupas tan poco espacio que ni lo he notado.

- Me lo tomaré como un halago - dijo este haciendo ademán de romper el abrazo para levantarse - ¿Vamos a desayunar con los demás?

- Deberíamos - se incorporó para levantándose también.

Habían dedicado casi todo el día anterior a su... ¿relación? Iba siendo hora de volver a pensar en cómo compaginar todo aquello con su vida normal.

- ¿Se te ocurrió traerte ropa para cambiarte?

- No, tengo que ir a mi dormitorio a coger la ropa, nos vemos en la cafetería.

Dijo el menor quedándose parado frente a Katsuki, levantando su rostro, esperando un beso de despedida. Cuando el de ojos rojos se dio cuenta cedió, dándole un casto beso en los labios.

- ¿Ya te estás malacostumbrando a estas cosas?

- Me gustan los mimos.

- Ya lo veo - contestó posando la mano sobre el pelo verde para revolverlo - Lárgate antes de que se despierten Kirishima y Sero.

- Síííí, adiós Kacchan - dijo Izuku canturreando mientras salía por la puerta para dirigirse al ascensor.

Durante el viaje en ascensor el de pelo verde encendió su teléfono para ver la foto que le había hecho a Katsuki durante la noche. Éste tenía una expresión tierna y apacible, con la boca entreabierta y el entrecejo completamente relajado, cosa extraña en él. Esa foto llegó a ser un recuerdo muy preciado para el menor.

Anduvo todo el recorrido hasta su dormitorio y se cambió de ropa para por fin ir a desayunar con sus compañeros.

Mientras tanto el rubio se cambiaba de ropa también. La noche que acababa de compartir con Izuku le hizo pensar: