☆ El primer beso

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Era domingo, el último día de descanso de la tediosa rutina de un estudiante

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Era domingo, el último día de descanso de la tediosa rutina de un estudiante.

Los dos chicos se despertaron casi simultáneamente, se levantaron y bajaron para ver que les apetecía desayunar y de cierto modo los dos ya se habían hartado de la comida a domicilio, acordando en salir a comer a algún lugar.

Volvieron a subir al cuarto de Kakyoin y de entre sus prendas escogieron que usarían ese día. Como de costumbre, Jotaro vestía una playera gris con una camisa negra sin abrochar los botones y con las mangas arremangadas, pantalones negros al igual que sus zapatos, todo sin olvidar su preciada gorra.En cambio, Kakyoin, gustaba de usar prendas un poco más vivas, así que se puso una playera blanca y sobre ella igual una camisa de manga corta con estampado de cuadros con distintos tipos de verdes, unos pantalones cortos de color beige y unos zapatos color café.

Ya cambiados, tomaron sus cosas y salieron a la calle.

Llegaron a la parada de autobús que los llevaría al centro de Tokyo, ahí encontrarían una gran variedad de lugares para desayunar. Bajaron del transporte y se dispusieron a caminar por la acera de la calle, que poco a poco comenzaba a llenarse por las personas.

Tardaron alrededor de 20 minutos para escoger un lugar de su agrado, fue cuando encontraron uno donde ofrecía desayunos y almuerzos para los dos tipos de raza. Por así decirlo, era mixto.

Entraron y por la hora, el lugar estaba abarrotado de gente en espera de ser atendido.

- Yo me quedo aquí en la fila, tú ve a buscar una mesa desocupada ¿de acuerdo? -

- Hum - asintió el menor

Al dar el primer paso, un hombre de complexión gorda paso enfrente del joven, importándole las personas a su alrededor. Noriaki no tuvo tiempo para reaccionar, chocando con el cuerpo del adulto, siendo empujado bruscamente por la gran masa de grasa del hombre. Tal fue el empuje que si no hubiera estado el pelinegro cerca suyo hubiera ido a dar al suelo.

- Oye tú fíjate por donde caminas- se dirigió aquel hombre, a lo que él hizo oídos sordos - ¡Dije que te fijaras, gordo estúpido! ¡Si, te estoy hablando a ti! -

- ¿Eh? ¿Me dices a mí? - volteo - Díselo mejor al idiota de tu amigo o ¿acaso se pondrá a llorar, como la mariquita que es? - empezó a burlarse

- Jotaro, fue un accidente yo tuve la culpa. Déjalo así - susurro el ojivioleta, notablemente nervioso

- Discúlpate ahora mismo - exigió al sujeto - ¿Qué no entiendes? No sólo tienes grasa en el cuerpo si no también en el puto cerebro -

- Nadie me habla así, pedazo de mierda. No sabes con quien te estas metiendo -

El tipo se acercó peligrosamente rápidamente al pelinegro, con intención de aplastarlo con su cuerpo. Jotaro hizo a un lado al pelirrojo para que no saliera lastimado durante el enfrentamiento. Al estar a unos centímetros cerca de pegarle, lo esquivo con rapidez, haciéndose a un lado tomando en el acto el brazo del hombre para con su propia fuerza torcer su brazo detrás de su espalda; paso su otro brazo por hacer un agarre de cuello. Lo tenía completamente inmovilizado.

~Mundos Distintos Mismo Sentimiento~ [Jotakak]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora