Capítulo 43
¿Que era el perdón?
El hombre no sabía el real significado. Solo tenía algo en su memoria, algo que quería cumplir. Su mente era un torbellino de emociones y su calma solo era capaz de aparecer si pensaba en una sola persona. Una persona que nunca había podido perdonar.
—¿Qué hacemos aquí, patron? —uno de sus hombres le había preguntado una vez llegado la lugar luego de tantas horas de camino.
¿Realmente tenía respuesta para eso?
Dimitri no sabía con exactitud lo que hacían ahí después de tanto. Lo único que tenía realmente claro era la muerte de su padre. Lo cuál ahora le dejaba el cargo a él en su totalidad y eso aparentemente era bueno. Ya no estaba más junto a él, lo habían asesinado de la manera más cruel a la vez que estupida. Sin embargo, él no haría nada para vengarse, no tenía ninguna intención de hacerlo, a decir verdad ni siquiera sentía alguna clase de dolor por su perdida.
Solo estaba ahí ya que al saberlo muerto fue lo primero que quiso hacer. De tantas cosas que tenía por delante; estar ahí era su primer pensamiento.
El lugar estaba totalmente cubierto por la maleza, solo y alejado de todo el pueblo, aunque ahora habían otras casas construidas a sus alrededores igual se sentía una clase de lejanía. Sin poder evitarlo; sonrió, por un segundo lo había hecho, solo que ninguno de sus hombres lo había notado.
El espacio se veía muy abandonado, pero seguía ahí esperando por él, separado por unas vayas que casi caían de lo podrida que estaba la madera. Había reído internamente al pensar en él mismo años atrás ilusionado con ello. Con su vida en ese lugar: un nuevo comienzo para los dos. Eso era lo que llegó a desear con toda la fuerza de su ser en su momento. Ahora sólo era un recuerdo vano.Pensó en como el Dimitri de antes había pasado noches enteras sin dormir por trabajos pendientes para poder juntar dinero y comprar los primeros materias del que creía sería su hogar. Era patético lo enamorado que estaba de alguien que tiró su amor a la primera. Irónico pensar en cómo ahora contaba con tanto dinero que le podía poner mansiones enormes a esa castaña que no salís de su cabeza ni por un segundo.
—Haremos una casa en este lugar. —dijo con voz firme y el rostro serio. Se quitó los lentes y sacó su celular para hacer un par de llamadas importantes. —Para eso vinimos.
El hombre a su lado asintió muy a pesar de que Dimitri no lo estuviera viendo, sin hacer ninguna pregunta al respecto. Así eran las órdenes que solía dar.
El por qué había decidido hacer eso en ese momento nunca lo supo. Sólo pasó y él se sintió realmente bien al hacerlo. Sabía con mucha claridad que era una tortura para si mismo, pero
lo haría y nadie tenía que decirle nada al respecto.
Pensó que sería lo único que haría, pero estaba muy equivocado. Dimitri hizo cada cosa que cualquiera que lo viera pensaría que estaba loco y podía ser cierto. Estaba ahí, con decisión siguiéndola, buscándola, deseándola y odiandose por ello cada día.
Hizo cosas que simplemente eran difícil de creer, cosas que le recordaban a Dimitri Petrova que jamás podría dejar de amarla.—Está trabajando como asistente en una empresa a las afueras del pueblo. —le había dicho el hombre con calma mientras leía los papeles con seriamente. —Al parecer esta estudiando en la universidad central y trabaja a la vez con un horario flexible.
Dimitri miraba lentamente las fotos en su escritorio. Las detallaba de una manera obsesiva, casi con un toque de desespero. Estaba tan bonita, tan serena, tan ella. Mientras que él cada día se hundía más en la miseria.
—Maya. —dijo lentamente en un susurro. Hacia mucho no lo decía en voz alta y le dolía mucho más de lo que llegó a imaginar. —Maya.
La odiaba tanto. La odiaba de la misma manera que la deseaba, de la misma manera que la seguía amando, y ella aparentemente estaba muy bien. Viviendo la vida con tanta tranquilidad mientras él no podía dormir pensado en ella todos estos años. La odiaba con su vida entera.
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Punto débil © (Versión Corta)
Romance-No te entiendo. Los ojos de la joven se llenaron de lágrimas. Él soltó una fuerte carcajada. Rompió su corazón lo sabía, pero daba igual, eso era lo que ella había conseguido con sus acciones. -¿Enserio no lo notaste? -preguntó con burla. -¿Eres...