Do you still love me? [binuel] ✔️

30. Capítulo Final.

Tardamos quince minutos o más en llegar al aeropuerto, estaba muy nervioso y no sabía si lo que tenía planeado iba a funcionar.

Entramos y estaba lleno de personas como siempre. Trate de buscar con la mirada a la chica alta de cabello largo y ojos cafés, pero había demasiada gente y no lograba diferenciar.

Oía las voces mezcladas y ni siquiera podía diferenciar lo que decían.

Hasta que como santo milagro vi a alguien conocido. Era el padre de Bia quien estaba en una pequeña tienda comprando algunas cosas.

Trate de camuflarme junto a Mara que a mi lado estaba muy asustada ya que no tenía idea de lo que yo hacía, y yo tampoco la tenía.

—No te preocupes, se lo que hago —no, no lo sabía.

Seguí observando a su padre quien se dirigía a las escaleras eléctricas que llevaban al segundo piso donde algunas personas esperaban su vuelo.

—Por aquí —seguía teniéndola del brazo porque estaba tan lerda y se me podía perder.

Subimos por las escaleras de emergencia como un letrero les llamaba y llegamos al segundo piso.

Mara aparentaba estar cansada.

—Manuel por favor ¿que tramas?

No respondí su pregunta y me quede con la mirada perdida hacia donde se encontraba mi objetivo.

Era ella. Estaba ahí, con su cabello suelto que le caía por sus hombros con la hermosa sonrisa que siempre había tenido, iluminando su rostro.

Estaba platicando con quien si no me equivocaba era su hermana. ¿Ella estaba aquí?

Se la veía tan feliz.

—Oh, ya veo. ¿¡Que esperas!? ¡Anda! —no conocía ese lado de Mara. Así que me prepare para caminar pero la chica de los altavoces me hizo sobresaltar.

—«Pasajeros del vuelo con destino a Brazil de las 3:00am, surgió un problema y el vuelo ha sido adelantado. Por favor abordar por la puerta 10».

No puede ser. La gente empezó a taparme el paso y solo por encima logré ver como ella junto a su hermana se despedían de sus padres y agarraban sus maletas para bajar.

—¡Genial, otra vez bajar! Apresúrate Manuel.

Corrimos escalera abajo y entre la gente logré llegar a tan solo metros de Bia. No sabía que decir o que al hacer, todo fue un impulso.

—¡Bia!

***

Bia.

—¡Bia! —escuche detrás de mi una voz conocida.

Gire enseguida y todo fue como en cámara lenta al ver a Manuel detrás de mi a unos metros.

Oh por Dios.

La respiración se me agotó y no pude que hacer además de quedarme quieta observándolo.

—M-ma..

—¡Bia! Apresúrate —dijo Helena del otro lado y vio a Manuel, entonces se acercó a mi.— Ve —me susurró al oído.

—¿Que?

—Ve, esta es tu oportunidad no la pierdas. Se que quieres hablar con él, anda y hablen por última vez.

Trague grueso y camine hasta él. Por un momento pensé que estaría enojado por haberme despedido a través de una carta pero para mi sorpresa solo me abrazo. Y sentí una lágrima rodar de mis ojos al responderle el abrazo y enterrar mi cara en su cuello.

—Lamentó no haberte ido a ver.. yo.. todo fue inesperado y no sabía cómo afrontar la situación.

Me dio una media sonrisa.

—¿no estas enojado?

—¿Por que lo estaría?

Ambos sonreímos y lo volví a abrazar.

—¿Como me encontraste?

—Hice algunos recorridos y esta era mi última alternativa. ¿La última es la vencida no?

—¿Y como sabes cual es la última?

—Cuando por fin logró con mi objetivo.

Pase mi mano por mi ya que sin querer se había tapado y estaba de alguna manera llorando.

—Te extrañare mucho. —le dije.

—Y yo a ti.

—«llamada a los pasajeros con destino a Brazil, por favor abordar por la puerta 10».

—Ugh , por qué tiene que interrumpir.

—Bia.. ya es hora —dijo mi hermana por detrás.

Volví a ver a Manuel, podía ver la nostalgia en sus ojos y como quería soltar algunas lagrimas.

—Estas en confianza puedes hacerlo.

Reímos y dejó salir algunas.

—¿Entonces es un adiós?

Sonreí y tomé su mano antes de irme.

—Solo un hasta pronto.

—«Ultima llamada a los pasajeros de...».

—¡Ya, ya sé! —exclamé y reímos juntos Manuel y yo.

—Entonces, —dijo soltando lentamente mi mano— Hasta pronto.

Intentaríamos todo, todo para seguir con la relación. Porque rendirse, no existía en mi vocabulario.

Y si lo nuestro no funcionaba, tendría como recuerdo la mejor parte de mi vida.

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Epaaaa todavía falta el epílogo, jeje ;)