La cama del hotel de Paris no tenía nada que ver con la que habían compartido en Seúl. Después de todo, los ahorros de Jungkook y Taehyung no daban para alquilar una suite en el Ritz o algún edificio de lujo semejante. Pero eran unas vacaciones breves, y el ambiente era mucho más agradable, a pesar de los muelles del colchón, que Seokjin sentía clavarse en su espalda cuando Yoongi se subió encima de él y empezó a besarle el cuello con insistencia.
-No deberías...Me dejarás marca-se quejó.
-Puede que en tres días ya se hayan quitado, y si no te puedes dar maquillaje, o llevar cuello alto. Después lo pensamos...-dijo Yoongi, atacando su cuello de nuevo.
Era demasiado tentador como para dejarlo intacto, y ya se había privado de ello durante tiempo suficiente. Seokjin no se resistió más porque, después de todo, quería las manos y la boca de Yoongi por todos los rincones de su cuerpo, y las había querido desde mucho antes de darse cuenta. Era una atracción que había estado allí desde el principio, aunque hubiese cometido el error de creerla platónica. Quería mirarse en el espejo a la mañana siguiente y tener allí esas marcas, y también dejar huella en la piel blanca de la espalda de Yoongi, clavarle las uñas y después dormirse abrazado a él, y que las heridas empezasen incluso a dolerle para convencerle de que era completamente real, de que aquello había sucedido.
-Joder, si lo hubiera sabido...el día de antes de la boda...debería haberte besado en el coche...¿Te hubieras escapado conmigo...?
Seokjin sonrió, moviéndose sobre él. Le gustaba la manera de hablar de Yoongi cuando estaban en la cama. Era más callado fuera de ella, pero dentro, se dejaba llevar y decía todo lo que se le pasaba por la cabeza. Era tan gentil en sus palabras como salvaje en sus movimientos, y solía repetirle que era hermoso. Eso le gustaba. Era dulce, pero también duro con él, y eso le gustaba, porque de verdad le hacía sentir que era importante, y deseado, y amado.
Era como si hubiera una barrera invisible entre el placer y el dolor, inclinándose mucho más hacia la primera sensación. Y nunca dejaban de besarse, porque si a Yoongi le hubiesen preguntado qué era lo más bonito de Seokjin, habría elegido sus labios. Seokjin hubiese elegido sus manos, las mismas que ahora tenía apretadas alrededor de su cuello mientras Yoongi profundizaba el beso, siendo cada vez menos dueño de sí mismo, gimiendo con voz ronca contra su boca.
La calefacción en aquella ruinosa habitación de hotel estaba averiada, y la primavera de Paris era más bien fría, pero el sudor hacía brillar la piel del cuello de Seokjin, e incluso la palidez del cuerpo delgado de Yoongi, que ahogó por primera vez un "te amo" mientras le besaba por última vez, antes de retirarse con delicadeza de encima de su amante.
Estaban cansados, y acababan de llegar del aeropuerto. Las maletas seguían abiertas en el suelo, sin deshacer, y ya habían estrenado la cama. Yoongi se dio la vuelta sobre el colchón, exhausto. Le ardían los arañazos de la espalda, e incluso había manchado ligeramente de sangre las sabanas.
-Deberías cortarte las uñas-suspiró, con una sonrisa.
Se echó a reír y cerró los ojos. No estaba hablando en serio, no le gustaba que lo trataran como si fuera de cristal, como había hecho Jimin las primeras veces que se habían acostado después de que Yoongi fuese diagnosticado con depresión. Eso era aburrido, y darle lo que le gustaba era una mejor manera de cuidar de él. Al parecer, incluso en eso se complementaba con Seokjin. Había sido más delicado al principio, pero Seokjin le había seguido el ritmo de forma sorprendentemente rápida, y tenían gustos muy similares, además de que ambos preferían experimentar.
-Quería escaparme contigo-respondió Seokjin, finalmente-pero ya es un poco tarde para eso...
Se acercó despacio a la ventana, a pesar de que no llevaba nada puesto. El hotel era barato, pero tenía vistas al Sena, similares a las de la postal que le había enviado a Yoongi meses antes.
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Losers (MY+KSJ)
Hayran KurguYoongi y Seokjin se conocen por casualidad, y conectan enseguida. Seokjin no puede enamorarse de Yoongi porque eso no es lo que se espera de él. Yoongi no debe enamorarse de Seokjin porque siempre termina herido cuando se deja guiar por el corazón...