Bulma estaba ocupada en su laboratorio y Bra,estaba muy inquieta. Pasaban de las diez de la noche y la niña corría por los pasillos de Corporación Cápsula, con una energía revoltosa. Sus juegos escandalosos, no le permitían a su madre concentrarse en lo que estaba haciendo. Razón por la cual, intervino su padre,que con ese tono severo natural en él,la envío a la cama. Claro que tuvo que ceder a un pequeño chantaje.-Me iré a dormir,sólo si me cuentas un cuento-le dijo Bra haciendo sonar aquella declaración,no como una opción sino como una demanda.
Vegeta accedió y con paciencia se sentó al costado de la cama de su hija,a revisar esos libros sobre la mesa de noche,que su esposa le leía a la pequeña. Libros ilustrados con imágenes de sueños infantiles y mágicos,en los que siempre el protagonista era un príncipe y el héroe de la historia.
-¿Te gustan los príncipes?-le pregunto Vegeta,viendo la portada de uno de esos libros.
-Si,me gustan mucho-le respondió la niña,con bastante entusiasmo.
-Yo conozco una historia de un príncipe,que no aparece en ningún libro ¿Quieres que te la cuente?
-Si,si,si ¡cuentame papá!
Vegeta dejo el libro sobre la cama y apoyando los codos en las rodillas,encorvando la espalda de una forma muy inusual en él, comenzó a contar la historia con una voz cansina.
Era hace una vez un príncipe que vivía muy,muy lejos de aquí. Su reino era poderoso y no había nadie más fuerte que su Rey. Eso creía el príncipe,cuando era tan pequeño como tú. Veía a su padre gobernar su mundo desde aquel trono y se sentía orgulloso de ser parte de tan grande linaje, que dominaba a un pueblo de poderosos guerreros.Pero el pequeño príncipe estaba equivocado. No era su padre quien reinaba en sus tierras,ni era el más fuerte de todos. Había alguien,por mucho,superior a él.
-¿Quien?-interrumpió Bra.
Vegeta la miró con gravedad y de forma áspera,respondio:
-Un Emperador.
Un Emperador despiadado y ambicioso,que deseaba ampliar su reino,destruyendo sin clemencia. Para eso,el Emperador,requería muchos soldados y los mejores los encontró en el reino de aquel príncipe. Porque su raza era la más fuerte que exite,aun así no eran rivales para él. En parte su naturaleza los obligaba a abodecer al más poderoso o bien sólo querían seguir viviendo. Como sea,nunca nadie se reveló. No sé...No sé por qué.
Calló un momento.
-Tal vez tenían miedo-le dijo Bra y su padre la miró con atención-Todo el mundo tiene miedo.
Vegeta continuó.
El príncipe era un niño cuando fue reclutado por el ejército del Emperador. Junto a otros lo enviaron a luchar a otros reinos, para dominar aquellas tierras. Era muy fuerte,asi que el príncipe obtuvo muchas victorias para...
-¿El príncipe se hizo malo?-le pregunto la niña-Es que él, invadía otros reinos. Eso es malo.Los príncipes no hacen cosas malas.
-Los de tus libros no,pero este príncipe existió. Vivió y por eso tuvo que...-se interrumpió al notar que su tono de voz iba subiendo-El príncipe era un guerrero,los guerreros luchan. Su pueblo era de guerreros y necesitaban la guerra. Combatir.
De hecho en aquel reino había leyenda, que hablaba de un poderoso guerrero,que aparecía cada mil años. Un ser tan fuerte,
que podía vencer al Emperador. Cuando este se enteró de eso, recordó una historia que le contó su abuelo,respecto a ese guerrero legendario y sintió miedo. Así que tomó una drástica y terrible decisión,destruir el reino del príncipe para que no surgiera ese ser.-¿y el príncipe murió?-le pregunto Bra,con preocupación.
-No. Por suerte él estaba en otra parte. Pero su padre y su hogar desaparecieron. De ese reino no quedó más que el recuerdo,en la memoria de los que sobrevivieron.
-Pobre príncipe. Se quedo solo y sin un lugar donde volver. Debió estar muy triste y enojado con ese Emperador malvado.
Vegeta la miró con una paciencia que pocas veces expresaba en su rostro.Guardo silencio un momento,como si estuviera reagrupando las palabras para poder continuar.
El príncipe siguió con su vida. Obedeciendo las órdenes del Emperador. Luchando para seguir aumentando el tamaño de aquel imperio,sin más motivación que encontrar una forma de derrotar a aquel tirano.
-Así sería un héroe ¿verdad?
-No. Un héroe piensa en todos antes que en él. El príncipe sólo pensaba en él-le respondió Vegeta.
-Entonces era egoísta.
El príncipe pasó gran parte de su vida de esa forma. A momentos pensaba...
-Pero papá,él ya no tenía reino ¿por que seguía llamándose príncipe?
-porque era todo lo que le quedaba. Porque sólo se tenía a él.
-Eso es muy triste ¿logro derrotar al malvado Emperador?
-No.
-¿No? ¿Y que hizo el príncipe?
-Llorar. El príncipe lloro al no ser capaz de derrotar a su enemigo.
-¿Los príncipes lloran? En mis historias no lo hacen. Son fuertes,valientes y vencen por ser nobles y justos. Yo creo que él perdió porque era un poco malo.
-¿un poco malo?
-Si. Un poco malo-le respondió Bra-Es que nadie fue bueno con él. No me has dicho que alguien lo tratara bien.
-Dejame continuar ¿quieres?
-Esta bien.
Vegeta la miró largo rato, después miró el libro sobre la cama.
Después de que el Emperador fuera derrotado,el príncipe quedó un poco a la deriva. Por años,su único objetivo fue eliminar al tirano. De alguna forma...¿Sabes? Fue en ese momento que apareció una princesa.
-¿Una princesa?
-Si.
-¿Como era?
-Muy hermosa. Como esas mujeres de tus historias,pero con modales muy vulgares. No parecían una princesa,pero...
-¿Y se enamoro de ella?-lo interrumpío Bra.
-Algo así-le contestó Vegeta un poco incómodo-Es que la princesa tenía un problema. Estaba comprometida con un insecto insignificante y...
-¿Habia un hombre hechizado enamorado de la princesa?
-¡Ya deja de estar interrumpiendo!
La niña rompió a llorar después de esa exclamación y le tomó varios minutos calmarla.
-Bueno te contaré el final de la historia y luego te duermes -le dijo y Bra asintió con la cabeza.
La princesa y el príncipe se...Se juntaron. Vivieron en un palacio grande y blanco. Con el tiempo llegaron dos niños,en aspecto, muy parecidos a ella que era algo totalmente nuevo para el príncipe. Algo así como un relámpago. Algo ruidoso y que no puedes ignorar,pero...
-El príncipe si se enamoró-lo interrumpío Bra-Me gusto la historia. Al final él fue feliz ¿no?
-Claro. Ahora duérmete-le dijo y se levanto,dejando una pequeña lámpara encendida.
Vegeta salió de la habitación,no antes de mirar a la niña en la cama. Cerro la puerta y camino por aquel largo pasillo oscuro. Si, el príncipe tuvo lo que se puede definir como un buen final, pero el guerrero no. Ese seguía hambriento de algo que no lograba llenar.
El príncipe fue hace una vez.El guerrero seguía sin final.