¿Se podría decir que es un buen día?

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¡Genial! No durmió en toda la noche, Shouto siempre amó dormir, le encantaba estar envuelto entre sus sábanas sin que nadie lo molestara, incluso — antes de que pasara en asunto con Endeavor y sus toques inapropiados — dormía con mucho gusto — después descubrió que uno de sus primeros síntomas fue el hecho que había estado durmiendo demasiado —. Sin embargo, cuando pasó aquel momento ya nombrado, no podía ni cerrarlos ojos, temía que al abrirlos su padre estuviera allí, castigando lo de nuevo, presionando su rostro sobre las fotografías que había tomado de su amado Izuku y repitiendo le una y otra vez lo repugnante que era.

Shouto tenía miedo, pero siempre se mostraba tranquilo y frío, como si nada pasara, porque no quería malgastar el tiempo de alguien, porque no quería que nadie se preocupara por él. Sus inseguridades eran demasiadas, mas jamás las diría en voz alta.

Aquella silenciosa madrugada observó su reflejo en el espejo, agradecía que su ojo estuviera cubierto — el cual seguía decorado gracias a la tierna Eri —, porque si viera esa cicatriz murmuraría lo horrible que se veía con esa marca, porque si veía si rostro vería por un instante el rostro de esa persona y aquel temor que tuvo alguna vez a convertirse en él volvería y no habría vuelta atrás.

Lo lamentaba, pero ¿por qué debía de disculparse? ¿Por intentar acabar con la miserable existencia de un monstruo que arruinó las vidas? ¿Una existencia que opacó las vidas de los demás llevándolos al olvido? ¿Una existencia que solo servía para ser utilizada cuando era requerido y dejada a un lado cuando era inútil?

Odiaba no poder decirle libremente a las personas quién era en realidad, odiaba sus traumas que lo volvieron en esa persona tan fría y sin sentimientos, odiaba no poder demostrar su homosexualidad, odiaba estar en silencio todo el tiempo mientras su alma pulverizada solo quería gritar y dejar todo, ¡ODIABA TODO DE ÉL!

Quería solo poder dejar ir ese enorme y doloroso peso, mas la voz su padre susurraba miles de cosas que le había dicho antes. 

"¿Crees que te aceptarán?"

"¡Serás un héroe! ¡Un ejemplo a seguir!"

"¡Si la gente se entera que eres m*r*cón te seguirán o te odiaran"

"¡No pudras a la humanidad con tus repugnantes confusiones adolescentes"

"Te quitaré lo m*r*ca a golpes"

No se dio cuenta de cuando comenzó a golpearse la pierna con fuerza, causando más dolor en sus heridas, trato de calmarse para no tomar la cuchilla escondida, tuvo que morderse la mano lo más fuerte posible — pero no tanto para causar una marca — y así entrar en calma. 

Al abrir sus ojos, la temible figura había desaparecido, dejándolo completamente solo. Se cambió rápidamente de ropa y salió del cuarto a perderse por alguna parte del jardín de la escuela, le gustaba la sombra que se formaba allí, era un lugar perfecto para quedarse.

Se quedó allí un buen rato, dibujo en su libreta lo que había agarrado antes de irse de su habitación, con el lápiz trazo líneas al azar, las líneas formaron una mancha y esa mancha se trasformó en un dibujo, lo que alguna vez fue una hoja en blanco se convirtió en un bosque nevado impregnado en carbón, cuando dibujo los últimos detalles del bosque dio vuelta la hoja y dejó llevarse por su imaginación...

Entonces las voces hablaron...

Sus manos se volvieron más temblorosas, sus ojos se aguaron un poco y las imágenes pasaban rápidamente por su cabeza, el dolor, miedo y repugnancia formaban parte de él, aquel hombre lo tocó, lo golpeo, jugó con su mente y lo rompió, ¿cómo si quiera había sobrevivido? Ah... Claro... Los sacrificios de su familia por él... Y cuando lo hizo por su cuenta dolía peor que antes. 

Colapso... [TODODEKU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora