Capitulo X

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Leslie llegó temprano a casa, estaba atardeciendo y encontró a Gisselle en el jardín regando las plantas.

—¿Cómo estás mi amor?—dijo Leslie inclinándose para darle un beso en la cabeza a ella.

—Muy bien, ¿Y tú, que tal te fué hoy en el trabajo.

Leslie soltó su portafolio y se sentó en el césped a un lado de su esposa.

El clima estaba muy agradable, los niños jugaban en la calle, los perros corrían y jugaban con sus amos, los vecinos pasaban caminando en frente de su casa y él notó como lo fulminaban con miradas extrañas. Eso último lo ignoró.

—Gisselle, me llamaron hoy de tu trabajo.

Ella bajo la mirada y asintió apenada.

—Lo siento, debí habertelo dicho antes— dijo ella —Me he sentido muy bien en casa, he estado gozando a lo grande de nuestro matrimonio y le estoy dando el cariño a la casa que nunca le había dado. Tengo pensado retirarme del trabajo por un tiempo.

Leslie no dijo nada por unos segundos, solo se quedó pensando y asintió.

—Pero si tú amas tu trabajo, ¿Qué pasó?

—Ahora lo que más amo eres tú y nuestro matrimonio— dijo ella arrojándose a los brazos de su amado.

Me despido de La realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora