Tercera Parte
Brotes de humanidad
Damián
Nuestros padres muchas veces son monstruos insensibles que nos impiden crecer a voluntad. Fincan en nosotros, sus hijos, estándares quizá demasiado altos con la intención de que ellos puedan sentirse realizados a costa de nuestra vida.
Somos sus creaciones.
Somos un árbol pequeño en sus manos. Cortan una ramita, envuelven otra, jalan el tronco en sentido contrario a su crecimiento natural con la finalidad de enderezarlo y algunas ocasiones, se rompe. Pero no importa que tan roto estés como hijo. Un padre siempre estará ahí para injertar en ti un tronco más fuerte y obligarte a seguir creciendo. Cortan otra ramita, esa que ellos creen que no te sirve para nada e ignoran el dolor que esa separación te causa, luego enroscan otras dos ramas para que se forme una rama mucho más fuerte y quitan los brotes anticipados para evitar que los minerales se desperdicien.
Los padres son injustos.
Nos moldean a su voluntad y secretamente esperan que sigamos sus pasos diciéndonos que sigamos los propios y después nos encontramos en un maldito crucero con tres o más senderos por elegir y esperan hipócritamente que elijamos el que más nos agrade, cuando llevamos toda la maldita vida preparándonos para elegir el que previamente ellos decidieron.
Y si nos equivocamos de elección. Los idiotas somos nosotros porque ellos ya se han lavado las manos con la excusa ridícula de "es tu vida, tú decides".
Supongo que los padres esperan lo mejor para sus hijos, pero los hijos no necesariamente estamos obligados a obedecer ciegamente. Eso de vivir bajo los estándares de nuestros padres es una mierda.
Mi madre intenta curar con banditas las heridas que las esquirlas de los ataques de mi padre han dejado en sus hijos.
En cambio mi padre por ejemplo; solo quiere lo que quiere.
Quiere poder, quiere un monumento, quiere gloria para la posteridad y me dice que yo heredaré esa gloria. Jamás me preguntó si es eso lo que yo realmente quería. Es como si mi opinión no contara para él.
Yo no quiero heredar la gloria de mi padre.
Quiero una propia.
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FUGAZ - La noche de las estrellas rojas
Science FictionCuándo desde el otro lado del mundo decidieron bombardear al país vecino, se olvidaron de los daños colaterales. Al principio, todos pensaban que mantenerse al margen de los problemas de las grandes naciones, era el mejor modo de sobrevivir. Lo cie...