La Sombra De La Muerte

El encuentro

Naruto junto a Iruka habían dejado el pergamino que Mizuki tenía, de vuelta con el hokage. Esa misma noche ambos ninjas fueron a comer al restaurante favorito del chico, el Ichiraku.

Ambos comían alegres y platicaban emocionados acerca de las misiones que ahora podría hacer el rubio siendo un ninja, cosa que a los del restaurante emocionó, pues sabían que aquel chico era de buen corazón.

Ambos se despidieron, siendo que Naruto debía descansar para los papeleos de estos días. Por lo que el rubio se fue a casa a descansar. Todo esto habia Sido observado por una sombra que apenas vió al rubio entrar a su casa, se alejó rápidamente.

Naruto al día siguiente se levantó y tomó su banda ninja junto a los papeles que Iruka le había comentado que debía llevar. Al salir y dirigirse al lugar para tomarse la foto, todos los aldeanos lo empezaban a mirar con resentimiento, e incluso empezaban a murmurar entre ellos, pero el rubio ya no tenía interés en lo que dijeran, o al menos eso deseaba, sin embargo, una voz familiar lo sacó de sus pensamientos.

-N-naruto? - decía una leve voz acercándose tímidamente - Ocurre algo?

- Hinata? - decía el rubio volteando a ver a la chica, bastante sorprendido de encontrarla por esa zona - es raro verte en un lugar así.

- La verdad es que Iruka-sensei me dijo que viniera aquí a tomar mi foto para gennin- dijo la ojiperla con un tono rojo y algo nerviosa, desviando la vista del rubio.

- También vienes a la foto?- dijo el rubio contento - porque no vamos juntos? - decía el chico con una sonrisa enorme, apuntando al lugar.

La Hyuga tenía qué hacer un gran esfuerzo por no desmayarse de la emoción por sus palabras, y fue en ese momento que captó sus palabras.

- También te tomarás la foto? Creí que no pasaste el examen- dijo la chica confundida.

Naruto empezó a explicarle a Hinata todo lo que había ocurrido el día anterior, desde el robo del pergamino hasta el ataque de Mizuki, pero omitiendo la revelación que no había tomado el tiempo de procesar.

Ambos chicos enteraron al local a tomarse la foto y ponerla en el documento, Naruto tenía planeado hacer una expresión artística en la suya, pero debido a lo bien que la estaba pasando al platicar con su compañera, decidió evitarlo para marcharse juntos.

- Entonces, la banda que tienes es de Iruka-sensei?- dijo la Hyuga mientras salía del local junto a Naruto.

- Así es, me la dió cuando me dijo que me gradué.

- Es increible Naruto- decía la chica con una sonrisa, pero se quedó pensativa en un instante.

- Ocurre algo Hinata?- decía el rubio algo preocupado.

- N-nada - dijo la Hyuga algo roja al darse cuenta que Naruto se acercó a ella cuando estaba en sus pensamientos - e-es solo que es extrañó que un pergamino tan importante fuera tan fácil de robar.

- En eso tienes razón Hinata- dijo el rubio pensativo, pues al entrar por él, no había ningún guardia que lo intentara detener.

Los chicos siguieron hablando un poco más de lo sucedido, terminaron en el parque, sentados en una banca viendo como la gente pasaba y se volvía el atardecer.

- Mañana seremos oficialmente un ninja - dijo Naruto con una sonrisa.

- No sé si podré serlo - dijo la Hyuga algo cabisbaja, pero rápidamente se tapó la boca, pues ese comentario no quería decirlo frente a un emocionado Naruto, pero se sentía tan tranquila, segura y llena de confianza en ese momento que solo dijo su pensamiento natural.

- A qué te refieres Hinata? - decía el rubio algo confundido - No quieres ser una shinobi?

Hinata se maldijo a si misma por ese comentario, pero no había más que comentarle al rubio, pues este no dejaría de preguntar.

- No es que no quiera.... Más bien me da miedo lo que debo hacer - dijo la Hyuga decaída - Quiero ser una gran Shinobi para ayudar a la gente de mi clan, para proteger la aldea.... Pero se bien que a veces debo de matar a alguien para eso -la mera mención de esa palabra le recorrió un escalofrío no solo a la chica, sino también a Naruto, que jamás había pensado en eso. Un ninja era más que solo un sueño, era un trabajo de toda la vida, en donde se les enseña desde niños como usar armas para atacar a alguien, e incluso como matar con sigilo - No creo poder resistir la primera muerte, no importa de quién sea, dudo que sea capaz de soportar algo así.

Naruto se quedó pensando unos minutos, sobre lo que Hinata le había comentado. Realmente era algo que Naruto nunca se había planteado, pues era algo que el veía lejano, al menos algo que no deseaba pensar.

- Dudo que pidan que lo hagas ahora- dijo el rubio después de pensar en una respuesta - así que lo mejor será que te hagas fuerte y hábil para que no necesites matar a nadie.

Hinata estaba algo confundida, por lo que Naruto siguió hablando.

- Iruka-sensei me contó que hay muchas misiones de rescate, de guardaespaldas, de espionaje, misiones dónde no necesitas matar a nadie, puedes hacerte lo suficientemente fuerte para llegar a esas misiones sin necesitar que llegues al asesinato, después de todo, un asesinato solo puede ser realizado por alguien que no tenga nada que perder.

Hinata se sintió algo tranquila con las palabras de Naruto. Si bien, su consejo no era fácil de seguir, no era imposible, por lo que decidió tomarlo al pie de la letra para su futuro.

-Hinata, que haces aqui?- dijo un hombre de pelo oscuro largo y ojos blancos, su voz parecía estricta, pero también asombrada en el fondo.

- Lo siento padre - dijo la chica levantándose y despidiéndose de Naruto- fui a tomar la foto de registro y me topé a mi amigo.

Naruto rápidamente se levantó y se inclinó en forma de respeto hacia el padre de su amiga, quién vió las hojas de registro en su mano.

- Te recuerdo bien Naruto - dijo el hombre con la voz seria- vámonos Hinata, hay que descansar - el hombre hizo una leve reverencia al chico en forma de despedida y se dió la vuelta - muchacho, toma mi consejo.... Por tu bien no entregues esos papeles mañana, o te arrepentirás toda tu vida.

Hinata y Naruto se quedaron congelados por ese comentario, pero el hombre tomó a su hija del hombro con cuidado, haciendo un sunshin de hojas y desapareciendo del lugar, dejando a un Naruto cabisbajo y decaído con ese comentario.