Asher no llamó en toda la semana, y Alyssa no dejó de preocuparse por él, salvo en pocos momentos. La chica no dijo una palabra sobre lo sucedido, aun cuando Allen y Adrien estuvieron preguntándole con frecuencia lo que la tenía tan distraída. Cada vez que tenía una oportunidad, comprobaba el estado de la caja tornasolada. Allí seguía, oculta entre los jabones y la ropa interior. Y en todas las ocasiones que lo hacía, dejaba escapar un largo suspiro, como si manteniendo el objeto lejos de la mirada curiosa de todos, estuviese velando por la seguridad del mayor de sus hermanos.
Alyssa solicitó conocer la ubicación de su teléfono perdido en el departamento de tecnología de la universidad. El joven fauno responsable de esas funciones la atendió de manera eficiente, pero le fue imposible localizar el aparato. La única explicación lógica que pudo darle, consistía en la posibilidad de que el chip que permitía las llamadas dentro del campo protector que rodeaba las comunidades mágicas, se hubiese dañado con la caída. Lo que también indicaba que el teléfono debía estar destrozado e inservible. Sin embargo, aún era posible desactivarlo para que su información personal no fuese utilizada por otras personas que pudieran encontrar el móvil. La chica suspiró con pesar antes de marcharse y hacer una llamada a sus padres, para que los mismos le compraran uno nuevo. El regaño fue recibido, tal y como esperaba, aunque al menos conseguiría lo que pedía.
Por suerte no había tenido que aguantar otros dramas. Nate había mantenido la distancia, y ella también. No habían tenido oportunidad de conversar a solas y eso la inquietaba y la tranquilizaba a partes iguales. Vevienne no había insistido con la idea volverse amigas. Por otro lado, no había tenido noticias de Julien Maddock. Era un alivio, teniendo en cuenta las preocupaciones que tenía en mente. No necesitaba más.
Esa mañana fue a clases de Alquimia con la cabeza un poco ofuscada por todo. Antes había disfrutado del arte de mezclar sustancias para crear nuevas, tan parecido a la asignatura de Pociones que le recordaba a su madre. Solo que en estas lecciones llegabas a experimentar con todo tipo de propiedades, fueran objetos, minerales e incluso animales. Pero lejos de divertirse con las posibilidades que le brindaba la clase, su mirada estaba fija en la ventana, desde donde se entretenía mirando a los estudiantes de quinto curso nadando en la piscina del área de deportes. Sí, en la misma que había contribuido a limpiar.
Eso le recordó que apenas faltaban dos días para reanudar las actividades competitivas contra el colegio rival, y que Amadeus Relldann le había gritado en la clase anterior porque no estaba en "condiciones óptimas" para el evento. Le daba igual lo que él dijera. De todos modos, no planeaba marcar la diferencia entre el fracaso y el triunfo de su institución. De hecho, sus intenciones estaban más cercanas a permanecer al margen de las principales contiendas. No había vuelto a e a los estudiantes del Myrestuff. Esos chicos se dedicaban a entrenar y estudiar sin que los demás pudiesen observarlos. Parecían querer esconder sus habilidades, para poder sorprender a los chicos del Goreth. No era extraño. El año anterior el acontecimiento había sido desarrollado en su sede universitaria, por lo que los participantes contrarios, entre ellos su hermano Allen, habían tenido que comportarse de igual forma.
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Resplandor [Hermanos Ceniza I]
FantasiAlyssa, sus hermanos, y su mejor amigo -por el cual siente más de lo que debería- se verán envueltos en misterios que van más allá de sus imaginaciones cuando intenten graduarse del colegio universitario para hechiceros al que asisten. ...