La luz del día se apago, la luna observa y me acompaña,casual testigo del momento, brilla gloriosa en el cielo, coronada en su pedestal, perspicaz me observa. Recluido yo, desde mi pequeñez, desde mi punto aislado en el universo, contemplo, somos dos cuerpos girando eternamente alrededor de aquello que anhelamos alcanzar, tocar, fundir en un abrazo, fantasía algo improbable. Bebo, mas de un momento, fumo en silencio, una canción escolta los recuerdos, como fotogramas de una película, una figura, me sumerjo en la quimera de una piel, una gota se sumerge en el espacio, retumba sigilosa sobre la rigidez de la mesa, la pequeña acción violenta que pueda surgir en este momento, producto de mi conducta cabal, es inevitable tantas veces, esquivar nuestros pensamientos, desollar un inconsciente vivaz, desoír las voces del perpetuo norte,es inevitable poner en remojo el corazón, de vez en cuando, evaporarse en alcohol,así lavar las penas y apaciguar un poco el dolor que tanto nos condena.
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La luna y yo
SpiritualLa luz del día se apago, la luna observa y me acompaña, casual testigo del momento, brilla gloriosa en el cielo, coronada en su pedestal, perspicaz me observa. Recluido yo, desde mi pequeñez, desde mi punto aislado en el universo, contemplo, somos...