Como si fuera a rendirme

- No lo haré, Kidou.- respondió serio, sin un ápice de duda en su voz, aunque se tratara del mismo Kidou quien le estaba pidiendo ese favor.

- Pe-pero... ¿Y-y si fuera Yuuka?

- Estaría preocupado como tú, es verdad.- admitió el de cabellos claros.- Pero no haría eso, porque si se diera cuenta, seguro me odiaría. Además, le prometí a Yuuka salir mañana, lo siento Kidou.- El chico se acercó a él y colocó una mano en su hombro.- Comprendo tu sentimiento como hermano mayor, pero Haruna es una chica confiable, segura de sí misma, bastante fuerte, nada malo le va a pasar.

-Si, quizás solo deba calmarme.- se rindió el de lentes.

-Ten confianza. Bueno, descansa, nos vemos.- se despidió Gouenji, a lo que Kidou asintió y respondió con un 'Hasta luego'.

Como si fuera a rendirme.

Kidou comenzó a correr hacia su segunda opción en ese momento, aún con su uniforme del Raimon. Paso por las calles directo hacia cierto icónico lugar, sabía muy bien que él estaba allí.

-¿Uh? Es Kidou.- la voz de Kabeyama le detuvo, solo para notar que el defensa estaba con Kurimatsu, Matsuno, Kageno, Handa y Kazemaru, frente a una tienda de helados, obviamente comiendo helados.

-Pensé que ya habías regresado a casa.- comentó Handa.

-¿No quieres comer un helado con nosotros?- ese fue Kazemaru, quien le invitó sonriente. Kidou volteo a verle casi enseguida, apenas pronunció palabra.

- Los helados de esta tienda son muy buenos.- Decía Kabeyama, el gigante traía entre sus manos más de un helado.

- Debes controlarte con los helados, Kabeyama.- sugirió Kurimatsu.

- No, gracias.- pudo por fin contestar Kidou.- Debo hablar con Endou, de algo.

- ¿uh? ¿Está todo bien?- el primero en preocuparse fue Kazemaru.

- Si, no es nada. No te preocupes. Gracias por invitarme.- Kazemaru sonrió en respuesta, y Kidou fue rápidamente hacia la torre de metal, no sin antes despedirse de los chicos. Solo volteo a ver hacia atrás una vez, cuando ya se había alejado del grupo de Kazemaru, como arrepentido de no poder compartir con ellos.

Apenas terminaba el entrenamiento matutino, Endou continuaba su entrenamiento en el sector de la torre, su lugar favorito. Es verdad que, Endou sería la última persona en la que preguntarle esto, pero no tenía otra opción, bueno si la tenía, pero no quería molestarlo. Aunque a medida que se acercaba, sentía que no era una buena idea y comenzaba a arrepentirse. Pero, cuando se dio cuenta, ya el portero le saludó apenas notar su presencia, así que comenzó a contar su problema.

- Bueno, es que Haruna va a salir con alguien mañana.

- ¿En serio? Seguro es divertido.- declaró el castaño con emoción.

- S-sí.- contestó nervioso, Endou miraba el enorme neumático colgado, se veía enérgico y al parecer concentrado en su entrenamiento.

- Estoy preocupado por ella...

El castaño volteo confundido.-¿Por qué? ¡oh entiendo!- Endou al parecer comprendió, cosa que sorprendió al estratega.- No te preocupes, mañana no hay club, puede tomarse un descanso.

-¡eh! No, no es eso.- Kidou trató de no alterarse, pero estaba apunto de perder la paciencia.

-¿Qué es entonces?¿No me digas que saldrá a jugar fútbol también?- Endou se veía realmente contento por esa idea. Kidou se rindió, no se tomó la molestia de seguir con la conversación. Le dijo que debía irse, que olvidó hacer unas cosas, que luego continuarían charlando, Endou inocente no preguntó más y se despidió de Kidou como siempre con una gran sonrisa.