Levanto la vista hacia el letrero de neón verde con disgusto. Sonaba lindo cuando llamé, pero ahora que lo pienso; ¿No es una canción de rap de los 80? No estoy segura, pero el nombre junto con el cartel, parece más de un club de strip-tease o uno de esos burdeles disfrazados de salón de masajes, que de un gimnasio.
Además, está en el lado más sórdido de la ciudad, así que tal vez sí sea un maldito club de strippers, o algo peor.
-Oh Dios mío - Negué con la cabeza.
¡Hice una cita con un entrenador en un club de strip-tease! Vaya, van a decepcionarse cuando me echen un vistazo.
Me giro, caminando de regreso hacia mi BMW, pateando una pequeña piedra en la acera agrietada. ¿Ven? Esto es lo que pasa cuando tratas de perder peso a escondidas. No puedes ir al gimnasio en tu lado de la ciudad o te encontrarás con mamá y su pandilla de amigas, ratas de gimnasio, que pasan todas las tardes corriendo las ensaladas secas que comieron en el almuerzo. Yo iba a terminar escuchando una serie de excavaciones pequeñas, y no estaba de humor para eso ahora. No después de lo que pasó en el último día de clases.
Me tiro en mi coche, hundiéndome en los asientos de cuero marrón. ¿Qué se supone que debo hacer ahora? ¿Arriesgarme a las ratas del gimnasio Hillcrest, o peligrar mi virtud en un club de strippers, posible gimnasio en Ghettoville? Mi cabeza cae hacia adelante contra el volante. Ugh, odio cuando pienso en esas cosas. ¿Eso me hace mejor que cualquier otra persona en Volvámonos Físicos? Seamos realistas. Sé que no lo soy, es por eso que estoy aquí sentada, fingiendo tener miedo a una llamada de sexo ficticio, en lugar de obtener mi gran trasero fuera de este coche e ir dentro del gimnasio para trabajar en él.
Bien. Debo salir del coche.
Un auto se arrastra a mi izquierda. El hombre en el asiento del pasajero sonríe. Es gracioso, los chicos parecen notarme cuando sólo pueden ver desde mi cuello hacia arriba. Me doy la vuelta, luchando contra el impulso de gritar: -¡Sigue adelante, amigo! -Es lo que él haría si me viera de pie.
Por tercera vez, sí, he dicho tercera, salgo de mi coche y regreso al edificio con las letras de neón verdes. De verdad necesitan un nuevo cartel. Sería de gran ayuda a la confusión sobre si la gente viene a trabajar en sus cuerpos o a bailar en un poste.
Tiro mi cabeza hacia atrás para mirar el cielo. Deja de ser pesimista y entra. Quieres hacer esto. Sólo piensa en las expresiones de todos cuando haya un nuevo yo. Oh, wow. Esa nube se parece a una mariposa.
¿Qué hay de malo en mí? ¿Por qué no puedo entrar? -¡Argh! -piso fuerte.
-¿Estás bien?
Sigo aquí con las manos sobre mi cara, con miedo a ver quién hablaba. Sin duda era un chico, pero, ¿Por qué no lo sería? Esa es la manera en que algo embarazoso sucede, ¿Cierto? O era un chico caliente, o una chica pequeña que me recuerda todo lo que no soy.
Antes de parecer más loca de lo que en realidad estoy, deslizo mis manos para mirarlo. De pie frente a mí es la encarnación de todo lo que me ha traído a este lugar. Bueno, no la parte del sobrepeso, pero sí la parte de gimnasio. Y no es mi mamá tampoco, pero es todo lo que me trajo aquí.
Mi edad, sí. Hermoso, sí. Cabello moreno oscuro y un poco largo. Sus ojos mieles, delgado y musculoso, con labios llenos, sí, sí y sí.
Sus ojos sostienen mi mirada y no puedo evitar preguntarme qué está pensando. ¿Qué está haciendo esta chica en el gimnasio? Definitivamente ella lo necesita. Piensa otra vez, porque no va a funcionar. Me pregunto cuántas veces ha estado a dieta.
-Te escucho -dice el Sr. Chico Gimnasio, cambiando una botella de una mano a otra.
- El gimnasio parece tener ese efecto en la gente. Tienes que entrar, sin embargo. Quién sabe, tal vez lo disfrutes.
Es ridículo cuando la gente dice cosas así. ¿Él me escucha? Sí, claro. Tengo grandes dudas de que sepa lo que es ser yo.
-No, no voy a entrar. Me olvidé que tengo algo que hacer.
Por cuarta vez esta mañana empiezo a volver a mi coche. Esta fue una idea estúpida. ¿Qué? ¿Había pensado que podía venir aquí, perder el peso con el que he luchado toda mi vida, y demostrarle a los idiotas de mi escuela que están equivocados acerca de mí? ¿Qué, mamá por fin tenía algo en común conmigo? Nunca va a suceder.
-Está bien estar nerviosa, ¿sabes? Quiero decir, si tienes miedo, lo entiendo. Un montón de gente tiene miedo a cosas como éstas.
Mis pies se vuelven demasiado pesados para moverlos. Quiero seguir adelante, pero ellos pelean conmigo. Una cosa es tener miedo. Porque lo tengo. Estoy terriblemente aterrada de un montón de cosas, pero que las personas sepan que tengo miedo es una cosa totalmente diferente. Ya tienen suficientes municiones para usar en mi contra, así que ¿Por qué darles más?
Poco a poco, me enfrento al Chico Gimnasio.
-No tengo miedo. De hecho, he quedado en ver a un entrenador. Como he dicho, olvidé que... tenía otra cita.
Su lenguaje corporal grita que no me cree. Creo que está luchando contra una sonrisa. Eso me molesta más.
-Bueno, si tú lo dices.
¿Qué? ¿Qué? ¿Quién se cree que es este chico? Mis molestos pies marchan de regreso a él. En el interior, estoy temblando, pero sigo con mi rostro firme para que él no lo sepa.
-¿Si tú lo dices? ¿Qué significa eso? ¿Por qué iba a mentir acerca de una cita?
El Chico Gimnasio encoge de hombros. Es extraño porque a pesar de que se puede decir que él es uno de los de la gente guapa, hay algo más acerca de él. Como si fuera un chico malo disfrazado. En realidad, me estoy inclinando hacia que desea ser un chico malo.
-No he dicho que mintieras acerca de la cita. Estoy hablando más sobre la parte de no tener miedo.
-Eres un poco descarado. Ni siquiera me conoces. Idiota -murmuro, pero sus ojos no están en mí.
El Chico Gimnasio se desliza a mi alrededor y se dirige a la acera. Sí, ya sé que sólo debo entrar y olvidarme de él, pero no puedo. Me llamó cobarde. No importa si lo soy, pero ¿Qué clase de persona te llama así?
¿Y no estábamos hablando? ¿Por qué sólo se aleja de esa manera? Me vuelvo y veo al Chico Gimnasio de pie junto una camioneta grande. La puerta lateral está abierta y hay un niño sentado frente a él..
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ENTRENADOR PERSONAL; Vegetta777 -ADAPTACIÓN-
Fanfiction____, de veinte años, está cansada de que el Instituto Elite Hillcrest le haga la vida imposible porque no es una talla dos. Este verano, ella contratara a un entrenador personal para ayudarle a perder peso. ____ no esperaba que su entrenador fuera...