Cajita Musical [Especial San Valentín]

Cajita Musical (Capítulo único)

Hola a todas mis queridas lectoras. Les traigo el primer oneshot que dedico a este especial. Espero sea de su agrado.

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Especial de San Valentín (kakasaku)

Cajita musical

Hoy celebramos nuestro primer año de casados, a pesar de que nuestros amigos y conocidos se oponían a nuestra felicidad, nada de lo que dijeron nos importó. Nos casamos el 14 de febrero por la tarde, fue una ceremonia pequeña solo nuestros testigos y sus padres.

—Prepárate para salir, mi amor. Vamos a celebrar, primero iremos a cenar al restaurante que más te gusta y luego te espera una sorpresa.

—Ya voy, solo termino de peinarme—gritó mi esposa desde la habitación.

Cuando le pedí matrimonio, estaba nervioso, Ino me dijo que le comprara rosas rojas para acompañar el anillo y así lo hice.

Cuando ella llegó del trabajo y entró a la casa, se encontró con un camino de pétalos de rosas que llevaban a nuestra habitación en donde yo había hecho un corazón en la cama con los pétalos.

Ella no cabía de la alegría, sus ojos se abrieron y se llevó la mano a la boca para contener su emoción.

Salí del pequeño baño y la abracé por detrás. Ella se dio la vuelta y comenzó a besarme tiernamente. 

—No tenias porque hacer todo esto… con el simple hecho de tener tu amor estoy más que feliz—me dijo ella.

Le di un beso en la mejilla y me arrodillé, saqué de la bolsa de mi abrigo una cajita color rojo.

—Sakura, ¿quieres casarte conmigo?

Abrí la cajita para sacar el anillo y automáticamente una melodía empezó a sonar proveniente de la cajita.

—Claro que quiero ser tu esposa.

Le puse el anillo en el dedo y al levantarme, nos abrazamos.

[...]

No podía esperar para darle la sorpresa. Le había comprado un regalo, algo que desde hace un tiempo ella había querido.

—Perdona, ya estoy lista, podemos irnos.

Salimos de la casa y conduje hacia el restaurante. Tenía reservación para las 7pm. Llegamos justo a tiempo.

Bajamos del auto y entramos al restaurante, la atención ahí era espectacular, no esperaba menos de un restaurante 5 estrellas. Sakura se merecía eso y más.

Ordenamos la comida, ambos reíamos y recordábamos viejos tiempos. La estábamos pasando muy bien.

Al terminar de cenar, pagué la cuenta y dejé la respectiva propina. Le coloqué mi saco a Sakura en los hombros, hacía algo de frío y de la mano la conduje al auto.

Estando dentro, encendí el motor, era tiempo de irnos a casa. Su sorpresa estaba esperando por ella.

Conduje despacio, había tiempo. Me detuve en la luz roja del semáforo, pero un conductor ebrio no pudo detenerse a tiempo y nos impactó.

El sonido del metal retorciéndose fue lo último que escuché. No pude reaccionar a tiempo, del impacto perdí el conocimiento.

[...]

Una luz blanca sobre mí fue lo primero que vi al abrir los ojos. Me encontraba en el hospital. Desesperado traté de bajarme de la camilla pero una enfermera me detuvo.

—Disculpe, me podria decir si mi esposa esta bien. Ella estaba en el mismo auto que yo. Por favor dígame..

—No se preocupe señor, ella está viva. Vendrá el doctor para darle más detalles, ahora acuéstese y descanse.