Capitulo cuatro

372 30 2
                                    







𓅓 𝙇𝙖𝙨 𝙡𝙖𝙜𝙧𝙞𝙢𝙖𝙨 𝙙𝙚 𝙉𝙞𝙭.



    Bajo de la carroza, alzando un poco su vestido para no tropezar, Apollo ofreció su mano para ayudarla a bajar, la diosa acepto con cortesía.

Cuando bajo de la carroza hizo señas a sus caballos para que desaparecieran en la poca oscuridad que ofrecía la madrugada haciendo aparecer de la nada dos de sus criadas entre ellas Elanur, su confidente de cabello corto y unos cuantos guardias quienes la escoltaban y transportaban su equipaje. Los dioses del Olimpo no paraban de mirarla, estremecidos y asombrados de apariencia divina de la diosa muy apesar del velo que traía tapara su rostro solo mostrando sus labios.

   Heron seguido por el mismo Ares y  Hermes  se acercaron a Nix hasta quedar frente a ella. La diosa vio detenidamente a Heron o como ella lo conoce  el bastardo favorito de Zeus , era más pequeño que ella en cuanto altura y se veía joven, daba crédito la manera en que estaba ocultando su ansiedad. Ja novatos.

— Diosas Nix. Le doy la bienvenida al Olimpo. Es honor tenerla aquí  — Dijo Heron  tendiendole la mano esperando hacer sentir acogida a Nix.

Nix no sabía si estar molesta con él por convencer a su padre de casarla o sentir lastima al verlo tan sumiso ante ella, era un joven que intenta llenar los zapatos de Zeus y al parecer le quedaba muy grande. La diosa solo sonrió con compasión.

— Igual es un honor estar aquí  — le contestó aceptando el gesto.

En cuanto la soltaron, Heron ñmiro a Ares y después a Nix, mientras todos veían  con interés.

— Señora... El es Ares — Lo presenta haciéndose aún lado para darle paso a Ares quien se acerco a la diosa. — ... Su futuro marido.

— Es un placer conocerte Ares — Dijo a pesar de estar lejos de sentirlo.

— El honor es todo mío — Respondió Ares tomando la delicada mano para besarla. La diosa solo sonrió de un lado discretamente desinteresada.

  Contrario de lo que Ares esperaba, se sintió estremecido por la belleza de la diosa aún que no pueda ver su rostro por el velo azul oscuro que traía encima, era bella como la noche misma, oscura y misteriosa pero esos pensamientos no pasaron más lejos se quedo en solo eso en seco por el deseo de que fuera Afrodita quién estuviera frente suyo. Había una empatía entre ambos que solo ellos podían notar por la tensión corporal y la clara incomodidad de tener todas las miradas sobre ellos. Nix al igual que Ares dejando de lado el agrio saludo, logró verlo más detalladamente, tal y como lo había visto la ultima vez, apuesto y varonil pero no recuerda haber visto el brillo de melancolía en sus ojos ahora que examinaba con detalle sus ficciones.

Los demás dioses querían acercarse pero el miedo y nerviosismo pegaban sus pies sobre el suelo. Así solo se quedaron a murmurar sobre la apariencia y efecto que tenía la diosa con su sola presencia.

Los pocos que se acercaron fueron; Apollo, Efesto y Hermes, quienes se animaron a recibir a la diosa de la noche mientras que Ares permanecía a su lado sin dirigirle la palabra solo se dedico fingir mirar cuando en realidad solo veía el suelo e ignoraba la conversación. Hermes le comentó a Nix que si tenía alguna necesidad en el Olimpo podría tratarlo con él, Alexia o el mismo Heron un gesto que Nix agradece sintiendo un poco de simpatía por él entre todos los demás dioses.

    El recibimiento del Olimpo la hacía sentir como lo que era: Una reina de los astros. Lo único malo era que para cubrir apariencias tanto ella como Ares estaban sentados uno junto al otro mostrando así la alianza entre ellos y el mismo Caos, dando indicios la confirmación de la boda que se haría en el mismo Olimpo dentro de unas pocas semanas siendo el propio Heron quien daba el aviso ante las respuestas de los dioses.

𝑙𝑎𝑠 𝑙𝑎𝑔𝑟𝑖𝑚𝑎𝑠 𝑑𝑒 𝑁𝑖𝑥 ━━ ᵇˡᵒᵒᵈ ᵒᶠ ᶻᵉᵘˢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora