2°a temporada del otp / YAOI HARD

#14

Penúltimo cap (no me maten) (。・ω・。)

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– A mimir. – el peliazul se tiró a la cama como un saco y se tapó para dormir.

– ¿De verdad vas a dormir? 

– Sí, ven a mimir conmigo, pollito. 

– No gracias... – no tenía sueño. 

A Rius se le ocurrió una idea. Se acercó y le empezó a acariciar el brazo.

– ¿Qué haces bebé? 

– Solo admiro a mi novio. – metió su mano dentro de la camisa de Timba y pasó las manos por su abdomen. Luego se abrazó a su brazo para sentir la musculatura. Sonrió y dejó descansar el mentón sobre el hombro del mayor. – dijiste que debía pagar mis deudas. 

– Me alegro de que pienses en pagarme, ¿pero ahora? 

– Lo necesito dentro... – hizo un puchero. 

– Que atrevido. Si gustas... 

– ¡Síiii! – se bajó la ropa interior y le sacó la suya al contrario. – cobraré solito, así que relájate. – le dio un beso en la comisura de los labios.

– Vale – le acarició la mejilla y le dejó hacer.

El menor se posicionó sobre el miembro y lo introdujo por su entrada. 

– Mhh⁓ – se tomó unos segundos antes de empezar a moverse.

Comenzó con estocadas irregulares, iba intercalando la velocidad. Aumentó el ritmo dando saltitos.

– Mhmm⁓, mi pollo⁓ – soltó con voz ronca.

– ¡Aah!⁓ ¡Timbi!⁓ ¡hahh!⁓ – sentía como era atravesado constantemente.

El peliazul igual sentía como el trasero de su novio chocaba con su pelvis y solo se lamía los labios resistiendo el impulso de voltearlo y guiar las cosas a su propia velocidad. Se limitaba a darle nalgadas.

– Quiero que escurra por todo tu cuerpo... – lo tomó del cuello. 

– Como ordene⁓ mi daddy⁓ – se salió solo para sentir como le salpicaba semen. Trazos de gotas blancas corrían por su vientre, muslos, brazos, pecho, cuello y cara. – ah⁓ 

Se arrodilló entre las piernas de Timba para empezar a chupar el pedazo de carne. Lo lamió por todas partes y simuló estocadas.

Pero cometió un error. Por accidente al subir y bajar su boca rozó con sus dientes el miembro. El roce le provocó bastante dolor al peliazul.

– ¡¡RIUS!! – lo sujetó del pelo y le levantó la cabeza.

– Auch... ay, Timbi suelta... fue sin querer, Timbi lo siento... – se había asustado por la violenta reacción del mayor. – suéltame por favor.

– Soy un idiota. – intercambió la cara agresiva por una más triste y lo soltó de inmediato. – dios... no sé qué me pasó. Te lo juro, ¡yo jamás te haría daño!

– P-perdón por hacerte doler. 

– ¿¡Perdón?! perdóname tú a mí. – le comenzó a acariciar la cabeza y luego lo abrazó, apretujándolo bien contra su cuerpo. – soy tan impulsivo... que al sentir dolor solo "ataco". Sin pensar.

– Mmm – bajó la cabeza y lloró en silencio. Ya no se sentía tan mal, pero se había llevado un buen susto. 

– Calma, no llores, sé que fue un accidente. Aunque me impresiona, considerando tu experiencia en la cama. Nunca había pasado.

– A mí también. – se secó las lágrimas y se dejó acariciar por su novio.

– Mejor vámonos a dormir, bebé. 

Durmieron en pose de cucharita.