Capítulo 206. Luz y Oscuridad

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Desde su primera y única pelea seria con Protector, cuando aún era un niño, Lith había aprendido una lección importante.

Ya sea mientras se enfrentaba a uno de los Reyes de los bosques de Trawn, una Abominación, un Monstruo Evolucionado o un Vaalor, siempre se había concentrado en ello, sin permitir que su orgullo lo cegara.

Incluso con un cuerpo mejorado, incluso a pesar de todos los cambios que había experimentado después de las recientes evoluciones, Lith nunca se permitió olvidar que era sólo un humano.

Había enemigos cuya furia y salvajismo no podía igualar, por mucho que lo deseara. En lugar de cargar a ciegas como exigía su ira, como lo estaba haciendo su oponente, Lith mantuvo su mente fría mientras su núcleo de mana ardía con poder.

Tenía que jugar con inteligencia, erosionando la fuerza de su oponente hasta que las tornas cambiaran.

Gadorf nunca había estado tan furioso en toda su vida. Había permitido que una simple cría humana lo mutilara. Con su carne ahora podrida, volver a unir las piezas era imposible, la única opción que le quedaba era volver a generarla.

Ésa era la razón exacta por la que Lith lo había hecho.

Es más rápido y más fuerte que yo, pero sin la cola su equilibrio está disperso. No importa si prefiere mantener sus energías y bambolearse como un pato o curarse y agotar sus reservas. De cualquier manera, está muerto.

El muñón había dejado de sangrar, pero Gadorf no estaba acostumbrado a moverse, y mucho menos a volar sin cola y en un espacio tan reducido. Para mantener el equilibrio, terminó girando su cuerpo varias veces, tocando los bordes de la matriz con consecuencias catastróficas.

Cada vez que la matriz y el hechizo destructivo que lo envolvía chocaban, ambos perderían parte de su poder mientras oleadas de dolor invadían el cuerpo del wyvern. Lith esquivó fácilmente la carga con unos pocos pasos laterales. Cuando el ala izquierda pasó a unos centímetros de él, cortó con ambas manos.

La hoja cortó el hueso ligero del brazo, lacerando el ala casi hasta la cadera del wyvern. El corto vuelo se convirtió en una caída, chocando contra los altares antes de chocar contra la barrera nuevamente.

Una nueva andanada de hechizos golpeó el cuerpo del wyvern, haciéndolo rebotar de un lado a otro contra la cúpula de luz como un pinball. Lith y los miembros supervivientes de la unidad, incluso Rojo, estaban tirando todo lo que tenían para inmovilizar a Gadorf el mayor tiempo posible.

Gadorf estaba casi en agonía. El dolor fantasma de la cola era cegador, su ala izquierda estaba siendo consumida por la magia de oscuridad que Lith había infundido en la espada, y su espalda chisporroteaba como un filete olvidado en la barbacoa.

Lo peor de todo era su orgullo, destrozado como no había sucedido durante años. Sin embargo, el dolor físico le hizo salir de su furia. El wyvern volvía a pensar con claridad. Su instinto de supervivencia combinado con siglos de experiencia en la batalla le permitió ver lo tonto que había sido.

'Realmente soy un idiota.' Las palabras del Maestro resonaron en su mente y por primera vez el wyvern realmente las escuchó. Al ver que el chico de la espada estaba esperando a que volviera a hacer algo estúpido, Gadorf respiró hondo.

Lith rodó detrás del altar más cercano, esperando otro soplo de fuego y los demás también. En su lugar, Gadorf canalizó magia de luz hacia su ala, limpiando las energías oscuras y curando la extremidad.

-He terminado de subestimarte, humano.

A pesar de su tono arrogante, a Gadorf no le gustaban sus probabilidades. Su cuerpo era demasiado grande para moverse ágilmente dentro del espacio cerrado de la matriz. Sin embargo, no se atrevió a regresar a su recipiente humana. Los hechizos de nivel tres e inferiores apenas podían romper su piel, y mucho menos dañar sus escamas.

Mago Supremo: Volúmenes 4 y 5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora