𖥨ํ∘̥⃟⸽⃟🦋━━「 ❝.No se sentía bien, era doloroso, lo único que quería; lo único que exigía era una buena compañía. Sabía que era su trabajo, sabía perfectamente que todo estaba mal, pero, en tiempos de dolor; los colores realmente no importan,, en mo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
「domingo,, 5:23 a.m」
◌🌱ᮢ Sus labios se encontraban secos gracias a la falta de agua o alcohol en su organismo, no solía hidratarse muy seguido; simplemente lo olvidaba. Estaba en silencio, no necesitaba hablar para aquél momento, la escena era una pintura para sus ojos,, el silencio bordaba una íntima imágen de un reciente encuentro carnal. El hombre suspiró con suavidad al ver a su amante; la madre del Scout del equipo B.L.U, en su mente divagaba la sensación triste de no poder seguir allí por mucho tiempo, la amaba; sí, mucho, la verdad es que hace bastante tiempo no había sentido atracción alguna después de su último encuentro amoroso. Pero, sabía que estaba en contra las reglas; el meterse en la vida íntima del equipo contrario podría costarle la vida, o peor; el trabajo. Con cuidado de no despertarla le acarició el rostro, dejó que sus manos desnudas bailasen delicadamente hasta su cabello ligeramente despeinado, el francés dejó que una ligera sonrisa se esparciera por la comisura de sus labios. Acercó sus labios hasta la frente de la mujer y le besó de una manera delicada.
" ⸽⃟━━━━ Les femmes comme vous, il n'y en a qu'une.
◌🌱ᮢ Susurró de una manera lenta y dolorosa, los cabellos negros y canosos caían por si frente sin orden alguno, el Spy se tomó unos segundos más para poder observar a su amada, sintió un dolor en su pecho. Intentó ignorarlo, con sigilo se levantó de la cama ajena para empezar a arreglarse, no pensaba quedarse en ese lugar por mucho más tiempo, tenía otros asuntos que atender al otro lado de la ciudad. Lamentaba realmente aquello, le hubiera encantado el quedarse ahí más tiempo, pero tenía labores; tenía que cumplirlas, además de que tenía que alejarse de la dama quisiera o no.
Suspiró cerrando sus ojos, estos dolían; no sabía bien el porqué, pero dolían, necesitaba fumar; y ya. La adicción al tabaco y a la nicotina le había hecho un gran agujero en su vida, simplemente su cuerpo se había acostumbrado a la sensación pétrea y moribunda que le dejaba, en su trabajo era una buena forma de relajarse, pero rápidamente escaló a una necesidad, él dependía de ello; aún si sus pulmones sufrían la consecuencia. Él sabía, eso estaba claro, tenía en cuenta que su vida se acortaría considerablemente si seguía consumiendo cuatro cajetillas diarias.
Tragó saliva, su boca se sentía seca, sabía que no tenía el mejor olor del mundo. Volvió a exhalar aire de una manera lenta, sus manos sostenían su rojizo antifaz, de un burdeo opaco y sin vida, se acercó a respirar el aroma que podría llegar a desprender; humo, fué lo primero que pensó, su entrecejo se frunció. Le molestaba el no estar sorprendido, le apenaba el esperarse aquél asqueroso hedor a muerte.
