Parte 11

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Durante el resto del día note a los muchachos un poco decaídos y al salir de clases decidí hablar con ellos.
-Bueno muchachas, nos vemos mañana, Romi, ¿quieres que te lleve a tu casa? Pasaré cerca de ahí- Me dijo Manuel.
-¿En serio? ¡Gracias! Cómo supiste qué no me quería ir en bus- reí un poco- pero antes quiero saber si están bien
-Pues si, solo que nos quedamos sin un macho alfa menos- dijo Lucí
-¡Pero nos tienen a nosotras!- reprocho Regina
-Mirenlo por el lado bueno, cuando salgamos, no tenemos que buscarle pareja a alguien más para bailar - les comenté
-Tienes razón, ya somos como esos amigos que salen en parejas y hacen todo juntos- dijo Manuel abrazándonos a todos.
-Así es, pero ahora si vámonos, que muero de hambre- dije haciendo un puchero
-Eso no es raro en ti querida amiga- me dijo Carlos y se rio.
-Como no voy a tener hambre si robaste la mitad de mi almuerzo- le respondí y le di un empujón en su hombro.
-Es que estaba más bueno que el mío, pero lo siento, mañana invito yo- dicho esto me abrazo y se lo correspondí.
Después de eso nos despedimos todos y yo me fui con Manuel a su auto, ya en el camino íbamos hablando de tareas y cosas de la escuela.
-Y no me dijiste para que te quería la maestra- me miro con cara divertida.
-No era nada importante, solo quería decirme que si me podía ver el viernes al salir de clases, pero no me dijo para qué- le respondí.
-Ya te va a declarar su amor- y soltó una carcajada, cosa que también me hizo reír.
-No seas tonto, la verdad no tengo idea, pero te contaré, tenlo por seguro.
-¡Gracias! Muero por saberlo- Dijo en tono emocionado, a veces podía ser como una mejor amiga que se emociona cuando vas a salir con un chico.
-Ay amiguis- le dije riendo y él también lo hizo.
-Solo te pido que te cuides y cualquier cosa me tienes aquí- me dijo en un tono más serio.
-Solo tú puedes cambiar de amiga emocionada a papá celoso en un segundo, pero yo sé que cuento contigo-cuando termine de decirlo ya habíamos llegado a mi casa- muchas gracias por traerme, nos vemos mañana.
-¡Hasta mañana Romi! Cuídate - y se fue hacia su destino.
Entre a casa y cómo de costumbre aún no llegaban mis papás, así que me fui directamente al refrigerador para comer algo y encontré fruta, me ayudaría a calmar mi hambre en lo que llegan mis papás. Después de comer un rato, los escuché llegar y entraron.
-Romi! - escuche a mi papá llamarme.
-¡Estoy en la cocina! - conteste.
-¿Acaso estás comiendo ya?- pregunto mi mamá entrando a la cocina.
-Solo algo de fruta, tenía hambre - le conteste y le di un beso en la mejilla al igual que a mi papá
-Bueno, hagamos algo de comer, que ya es algo tarde - Y así fue, entre mi mamá y yo hicimos la comida, nos sentamos a comer y todo estuvo tranquilo, subí a hacer algunas tareas, estaba tan concentrada que no escuché cuando Rafa me había mandado varios mensajes, hasta que revise mi celular:
R: Hola Romi, oye, ¿puedo hablar contigo? 5:47 p.m
R: ¿Estas ahí?  5:56 p.m
R: ¿Estás molesta conmigo?  6:09 p.m
R: ¿Sabes qué? Olvídalo, cuídate y adiós. 6:11 p.m
Romi: ¿Qué acaba de pasar? Estaba ocupada y no pude contestar, estás muy raro, ¿todo bien?
Le conteste y espere que respondiera, pero solo lo que obtuve fue un visto de su parte, la verdad no lo entiendo, creo que debo de hablar con él, pero no sé en qué momento si ahora estará solo con su novia, ya tendré la oportunidad.
Decidí bañarme, después cenar e irme a dormir, para comenzar un nuevo día.

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