03.

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Sus labios se unían y se separaban en busca de descanso para volver a ser unidos, como estaba escrito y como debió ser.

Kaminari sollozó y tembló cuando ambos labios se unieron nuevamente un poco más rudo, los chasquidos y respiraciones erráticas se escuchaban bajito en la habitación.

Era una danza entre ambas partes.

Shinso sujeto la pequeña cadera de su chico negándose a dejarlo ir.

Si tan sólo pudiera hacer de eso eterno.

— Demonios.— susurró el rubio rompiendo el beso.— Creo que estás en el top dos de los mejores besos que he recibido.

— Bien ¿No quieres que sean gratuitos de por vida?

Denki negó lavándose del sofa en el qué había sido recostado, encima de Hitoshi.

— El puesto uno se lo lleva mi novio.

Hitoshi se levanto.— Auch, una patada dolía menos.

— ¿Quieres que te pateé?

— No, gracias.— susurró agarrando al rubio para hundirse en un abrazo.— Gracias por eso, supongo.

— Realmente espero que seas muy feliz, Toshi.

— Aunque si te separas de Kane, siempre estaré aquí.

Denki negó divertido acomodándose un poco su apariencia y salió de la habitación para comenzar a bajar las escaleras seguido de Shinso, el niño no se despertaría tan fácil y si lo hiciera ellos sabían que daría un fuerte grito preocupando a todo mundo mientras el seguía recostado plácidamente.

Lo primero que interceptó el rubio cuando llegó al último escalón de las escaleras fue a su novio de espaldas por lo cual no dudo en colgarse con sus brazos por su cuello.

— ¿Resolvieron sus cosas?— susurró con miedo, aferrándose a las manos anilladas del rubio.

— Si, gracias por eso.— habló bajito cerca de su oído.— Eres el mejor novio de todos. ¡Ah!

— ¡Que vivan los novios!

— ¡Idiota! Voy a caerme.— grito aferrándose más fuerte a su pareja quién lo había tomado de su cintura para girar con él.

— ¿Acaso Chargebolt tiene miedo? — acusó divertido dejándole un beso en su mejilla.— Te amo, muchísimo.

— ¡Yo no! Te patearé.— se quejo haciendo un pequeño puchero, mientras era dejado sutilmente en el suelo.

— Ya, díganos aquel asunto tan importante malditos idiotas.— ordeno Bakugo.

La melodía de la canción perfect comenzó sonar y hubo un grito de queja colectivo, Kaminari sonrió disculpándose para contestar.

¿Mmh? ¿Mamá? ¡¿Qué?!  hugh que asco...¿Mi qué? ¡¿Está bien?! ¡Mujer no me asustes así! — contestaba a las cosas a través del teléfono, inconscientemente había comenzado a mover su pierna, temblando sutilmente.— Sí, aún estamos aquí...bien, iremos en cuanto les digamos, se llamará Raiden no Junior, y estoy dispuesto a pelear contigo por eso.

La matriarca de la familia Kaminari soltó un risita para luego susurrar un "Sigue soñando" y corto la llamada.

— Ja, esa mujer esta loca.— susurró mirando a su pareja, para luego seguir tecleando furioso en su teléfono hacía su progenitora. —  Tenemos que irnos, amor. Si no quieres que en lugar de Raiden sea llamado Junior.

18.  | ShinkamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora